Belleza, cuidados y salud al alcance de hombres y mujeres

Cada vez es mayor el número de personas que, sin presentar una patología previa, demanda una mejora de su imagen. Rejuvenecimiento de párpados, resección de piel y bolsas de grasa, aumento y disminución del tamaño de las mamas, corrección de defectos de las orejas, retoque en la nariz... una amplia gama de técnicas quirúrgicas (cirugía estética) o médicas (medicina estética) se utilizan para el bienestar físico y estético de la persona y, en consecuencia, psíquico, requiriendo que estas prácticas se realicen por un personal médico cualificado y bajo la decisión responsable del usuario.

Según el doctor Javier Fregenal, presidente de la Sociedad Andaluza de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Sacpre), "en la actualidad no hay un perfil limitado del usuario de cirugía estética. A la consulta médica acuden personas de todas las edades, si bien, con la presente situación de crisis económica del país y la dificultad de acceso a una financiación la edad media de la persona intervenida ha aumentado por encima de los 35 años". En cuanto al sexo, el especialista apunta que son operados hombres y mujeres, en una proporción de 30% frente al 70% aproximadamente. Los hombres demandan principalmente otoplastia (corrección de los defectos de las orejas), rinoplastia (mejora estética de la nariz), blefaroplastia (cirugía de los párpados), liposucciones e intervenciones sobre los cúmulos de grasas; las mujeres optan por la cirugía mamaria, de la obesidad y del rejuvenecimiento.

María Balbontín es secretaria y tiene 44 años, hace dos años se sometió a una mamoplastia reductiva. "Debido a que tenía demasiado pecho sufría problemas de espalda, y con frecuencia acudía al fisioterapeuta para tratarlos. Siempre había pensado en la mamoplastia reductiva pero me daba mucho respeto pasar por quirófano, cuando los dolores de espalda se agravaron decidí operarme", describe María. En la actualidad, ella manifiesta estar muy contenta de la decisión tomada pues ha mejorado su calidad de vida, si bien vivió un mes de postoperatorio y transcurrieron tres meses hasta que por fin pudo empezar a coger peso y realizar tareas cotidianas.

El preparatorio y el tiempo de recuperación tras la operación dependerá del tipo de intervención quirúrgica, pero en general, se aconseja "no fumar durante dos o tres semanas antes y después de la cirugía, el tabaco tiene una relación directa con complicaciones", dice el doctor Fregenal. En la última década, el tiempo de recuperación tras la operación ha disminuido gracias a los avances en la disciplina. Ana Estudillo se realizó la rinoplastia en 1997 y recuerda un duro postoperatorio de meses; a diferencia, hoy tras una intervención estética de nariz, el taponamiento nasal se quita a los pocos días, y el yeso o los puntos se sacan una o dos semanas más tarde.

Gema, una joven universitaria de 23 años, fue intervenida en el 2009 para un aumento de mamas. "Hacía tiempo que deseaba operarme pero no tenía el dinero, cuando lo tuve me la pagué, y lo volvería hacer. Aunque mi padre no lo sabe, sólo mi madre". Ella ha aumentado su talla de busto de una 90 a una 105. "Pienso que la sociedad influye en los cánones estéticos, eso es incuestionable. Aunque yo no me operé por gustarle a la gente, lo hice por mí, me veía muy grandota corporalmente como para tener tan poco pecho", dice la universitaria quien además defiende que se sometería a otra cirugía a medio o largo plazo si tuviera el dinero como, por ejemplo, una liposucción.

Según el doctor Fregenal, en una consulta el especialista valora la idoneidad o no de una intervención. Y, en el caso de los adolescentes, "es legalmente necesario el análisis de un psicólogo antes de que el menor pase por un quirófano".

Raquel Trigo es una enfermera de 26 años a la que hace un año le realizaron una otoplastia bilateral. Ella explica que durante su adolescencia aprendió a peinarse y sacar partido de su pelo para disimular el defecto de sus orejas. Antes de operarse buscó a una especialista con prestigio. "Tomé la iniciativa valorando todas las circunstancias y a una edad a la que ya era madura, lo hice por gustarme a mí. Si, por ejemplo, hubiera decidido intervenirme más joven lo hubiera hecho por gustar a los demás", expone Raquel para la que ésta ha sido la primera feria en la que he llevado el pelo recogido, "antes no me atrevía a ponerme cola con tal de que no se vieran mis orejas y ahora las luzco contentísima".

Para las personas que desean aumentar su belleza pero sin la utilización del bisturí existe otras técnicas en el campo de la medicina estética que utiliza prácticas médicas y de pequeño intervencionismo, en las que se emplea anestesia tópica o local y en régimen ambulatorio. "La medicina estética se diferencia de la cirugía estética en que no se realiza un corte de la piel", declara el doctor José Antonio López, vocal de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). En esta disciplina es amplio conocido el rejuvenecimiento con infiltraciones de relleno con toxina botulínica, "sobre todo en las mujeres"; así como en el tratamiento de arrugas de la frente y del entrecejo en los hombres. Armando (nombre con el que el entrevistado desea mantener su anonimato), tiene 62 años y es empresario. Él manifiesta cuidarse a todos los niveles, "psíquicos, intelectuales y físicos, por lo que no tengo prejuicios y me someto a infiltraciones en la zona del entrecejo", destaca Armando . Según él, en la actualidad tanto las mujeres como los hombres tienen acceso a mejorar su cuerpo haciendo uso de la medicina estética, "pero es una práctica que no comentas con tus amigos, sobre todo, los varones", apunta el empresario. En esta dirección el doctor Sánchez defiende, "en un futuro la medicina estética será asumida como un cuidado más para aumentar la calidad de vida de las personas, como puede ser la odontología, y perderá las connotaciones que la asocian al exhibicionismo o el glamour".