Conocer las mutaciones genéticas es un paso previo al desarrollo de terapias

Uno de los genes implicados llamado MECP2 regula a su vez a otros 2.000

Mercé Pineda.
Paola García

Investigación, 16 de abril 2009 - 01:00

El síndrome de Rett es un trastorno genético, es decir, resulta de un gen o genes defectuosos. En la mayoría de los casos la enfermedad está relacionada con las mutaciones en el gen MECP2 que se encuentra en el cromosoma X. Éste contiene instrucciones para la síntesis de una proteína, que actúa como uno de los muchos interruptores bioquímicos. Esta proteína reguladora indica a otros genes cuándo dejar de funcionar y parar de producir sus propias proteínas. "Actualmente, se calcula que el MECP2 regula a más de dos mil genes. De ahí, la dificultad para conocer exactamente como opera", explica la neuropediatra Mercé Pineda del Hospital Sant Joan de Déu, Barcelona. En las niñas afectadas por el síndrome de Rett el mal funcionamiento del MECP2 hace que contengan bajas cantidades de la proteína reguladora que sintetiza. Por ello, un paso previo para vislumbrar futuras terapias para el síndrome de Rett es la caracterización completa de las mutaciones en los diferentes genes implicados. Desde 1999, el equipo médico encabezado por la doctora Pineda y la doctora Judith Armstrong, genetista del mismo hospital, ofrecen el diagnostico genético clínico y molecular de las pacientes. En concreto, para cada una analizan toda la región codificante del gen MECP2 y estudian a nivel genómico si existen grandes delecciones o inserciones del gen entero o en partes.

Además, trabajan en el análisis de otros genes involucrados con el síndrome de Rett (CDKL5, FOXG1, ARX y NGNT1). "Hemos detectado algunos casos de estas otras variantes genéticas. Suelen presentar una epilepsia más precoz, y en otras formas congénitas", describe Pineda. Paralelamente, el estudio fenotipo genotipo del equipo de la doctora colabora con el grupo de investigación del doctor Manuel Esteller del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge. Esteller analiza en ratones cómo se expresa el DNA en la proteómica de los genes.

Hay estudios científicos previos, como el publicado en febrero de 2007 en la revista Science, probando la reversibilidad de los rasgos clínicos del síndrome de Rett en ratones transgénicos. A raíz de esta investigación se pudo concluir que las neuronas que habían detenido su proceso de maduración en las tempranas de desarrollo, no se encontraban deterioradas y eran capaces de madurar correctamente si se volvía a activar la función de MeCP2 (una de las múltiples funciones que se cree que regula MeCP2, alterado en niñas con síndrome de Rett, es la correcta maduración neuronal en las primeras etapas de desarrollo). Los resultados, además de imprevistos para la comunidad científica, son esperanzadores para las familias afectadas que ven en la investigación la herramienta para mejorar la vida de sus hijas y de las que vengan.

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