Europa debe armonizar sus medidas contra la comida basura
Muchos países han dado muestra de la preocupación por la influencia de la publicidad infantil en los patrones de consumo asociados a la alimentación
En los últimos seis años se han dado algunos pasos significativos para frenar la comercialización de alimentos poco saludables para los niños, con algunas instituciones que han tomado medidas, pero siguen existiendo retos importantes. En el Congreso Internacional sobre la Obesidad celebrado estos días en Estocolmo, se ha presentado un análisis del panorama europeo, llevado a cabo como parte del esfuerzo de la Comisión Europea para reunir pruebas para apoyar la formulación de políticas relativas a la comercialización de los alimentos a los niños. Durante muchos años, expertos en salud pública han creído que la comercialización alimentos y bebidas con altísimo contenido calórico a los niños contribuye al problema global de la obesidad, pero el tema ha ganado más peso en los últimos años por la magnitud de la obesidad infantil. Tim Lobstein, director de política de la Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad, que coordinó el estudio de la Unión Europea PolMark, explica que "un número creciente de países están tratando de abordar esta cuestión, con algunas medidasrespectop a la publicidad televisiva en la programación infantil o el uso de personalidades conocidas o personajes de ficción para promover los productos en esas franjas horarias".
Según se desprende del análisis de Lobstein, la mayoría de los países no se ocupan de la publicidad infantil, ni el contenido de calorías o la calidad de otros nutrientes del alimento. En segundo lugar, su investigación ha demostrado que existe un cierto grado de liberalización y concluyó que los términos deben ser establecidos por el gobierno, no la propia industria, ya que aunque parecen estar dispuestos, hay mucha contradicción en lo que la industria está ofreciendo. A nivel internacional, varios países han diseñado medidas más fuertes. Tailandia cuenta con una legislación para limitar la cantidad de publicidad que consumen los niños, Corea y Malasia prohiben la comercialización de comida basura a los niños, mientras que Sudáfrica, Colombia y Chile tienen un proyecto de ley en proceso. En Europa, dos tercios de los países tienen, o están proponiendo, declaraciones sobre la comercialización de alimentos a los niños en sus planes nacionales de salud. "Hace seis años, sólo había alrededor de dos o tres países en la región europea haciendo esto, así que esta década ha visto un rápido aumento de la concienciación de los responsables políticos". Además, el Reino Unido tomó la iniciativa en 2006 al prohibir los anuncios de determinados tipos de alimentos durante las horas de visualización de los niños. Esto fue considerado un paso importante, ya que incluía una definición legal de la comida basura, utilizando una fórmula basada en el perfil nutricional de los alimentos. Para Lobstein, es menos importante el carácter voluntario o legal de estas medidas. Lo que importa, dice, es que los gobiernos puedan acordar un conjunto claro de objetivos que abarque los perfiles nutricionales en la comercialización transfronteriza, un cronograma y cierta supervisión.
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