La Guardia Civil alerta sobre el peligro de la procesionaria para los perros: “Si entra en contacto con una de ellas, actúa rápidamente”

Un grupo de orugas procesionarias
Un grupo de orugas procesionarias

La procesionaria es una de las plagas más peligrosas que hay, no solo para los pinares andaluces, sino también para los animales. Científicamente conocida como Thaumetopoea pityocampa, esta oruga crece en los pinos, cedros y abetos; y, entre febrero y abril, desciende a la tierra en una ordenada hilera. Es parte del proceso. Una vez en el suelo, crea el capullo del que saldrá una mariposa. Sin embargo, el problema es la grave reacción que generan sus pelos urticantes, ya sea en perros o en gatos.

Por ese motivo, en épocas con una mayor presencia de ellas, es aconsejable extremar las precauciones. Algo que los dueños deben tener especialmente en cuenta para evitar que sus mascotas se acerquen a determinadas zonas. En la misma línea, la Guardia Civil ha advertido en redes sociales sobre los peligros que supone y la necesidad de ser precavidos ante una posible infección.

La Guardia Civil alerta sobre la procesionaria

“¿Ves algún peligro en esta imagen? Pues lo hay, sobre todo, para tu mascota”, indica una oficial del cuerpo en un vídeo subido a TikTok. “Ten cuidado si paseas con tu perro y ves una oruga procesionaria. Este insecto tiene unos pelos urticantes que le pueden provocar una reacción muy grave”. Por lo tanto, prosigue la agente, “extrema las precauciones durante vuestros paseos y, si entra en contacto con una de ellas, actúa rápidamente. Llévale al veterinario y evita que se lama”.

De esta forma, la Guardia Civil ofrece los consejos básicos, ya que actuar con celeridad puede resultar clave. Como asegura el veterinario Emilio GMonclús, del Hospital Veterinario Costa del Sol, en declaraciones para el Diario de Sevilla, reciben alrededor de dos casos semanales en esta época del año y, entre el 80% y el 90% de ellos, se recuperan satisfactoriamente “porque los dueños se dan cuenta a tiempo”.

Medidas preventivas

Como informa Veterín, centro veterinario de Sevilla, “cuando veamos una fila de orugas, lo primero que debemos hacer es evitar acercarnos a ellas, ya que al morir aplastadas liberan los pelos que recubren su cuerpo y, si estamos cerca, puede que entren en contacto con nuestro perro o gato y generen el cuadro de intoxicación”. Ahora bien, ¿de qué síntomas estaríamos hablando? La procesionaria provoca reacciones alérgicas, que incluyen edema lingual, babeo o fiebre entre los animales domésticos.

Para evitar que esto suceda, debe tenerse en cuenta una serie de medidas preventivas:

  • Evitar zonas de alto riesgo. Los parques urbanos, los jardines públicos y privados y las áreas recreativas forestales con presencia de coníferas son las principales zonas que conviene evadir en la medida de lo posible.
  • Pasear a los perros con correa. De esta forma, será más fácil controlar su recorrido y evitar que se acerque libremente a espacios peligrosos.
  • Revisar y fumigar los jardines privados, en caso de que haya pinos, cedros o abetos.
  • Contactar con el Ayuntamiento si existe la posibilidad de plaga.
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