Un hombre mata a 10 personas, entre ellas su madre y sus abuelos, en Alabama, y se suicida

El horror comenzó a las cuatro de la tarde del martes. Lo que primero parecía un incendio en una vivienda en la pequeña localidad de Kinston, Alabama, se transformó en un tiroteo en tres sitios diferentes con 11 muertos.

"Fue la peor masacre en la historia moderna de nuestro estado", afirmó ayer un policía. Se desconocen los motivos que llevaron a Michael McLendon a matar a parte de su familia y a desconocidos de forma arbitraria, aunque se sospecha que podría ser por frustración por haber perdido su trabajo. "Disparaba contra todo lo que se le ponía enfrente", señaló un agente.

Según pudo constatar la Policía más tarde, Michael McLendon mató a su madre y prendió fuego a su casa en Kinston. Pero eso fue sólo el principio.

Después de dejar la vivienda, huyó al vecino distrito de Geneva en su coche. Allí mató a sus abuelos y a su tío y tía, que estaban en la terraza de su casa cerca de la ciudad de Samson. Enfrente murieron otras dos personas, la mujer de un sheriff y un niño. Otro menor resultó herido grave y fue llevado al hospital. McLendon asesinó también a un hombre con una caravana.

En su huida por la autopista 52 McLendon disparó siete tiros contra un coche patrulla e hirió levemente a un agente. Poco después siguió el reguero de muertos: las próximas víctimas fueron un hombre y una mujer ante dos tiendas cercanas a la autopista.

Durante casi 20 kilómetros siguió la persecución, hasta que una patrulla consiguió bloquear el paso del coche. Entonces, los hechos se precipitaron. "En el edificio se oyeron disparos. Poco después la policía encontró al hombre muerto", dijo un agente a CNN. Al parecer se suicidó.