La madre acusada de asesinar a su hija en un hotel de Logroño la habría sedado durante meses

Los médicos forenses que llevaron a cabo la autopsia de la pequeña Carolina tras ser asesinada presuntamente por su madre en un hotel de Logroño, en enero de 2020, han declarado este lunes que la causa del fallecimiento fue asfixia mecánica por sofocación, como consecuencia de la compresión de los orificios respiratorios de la menor. Además, señalan que la niña estaba "profundamente sedada" en ese momento.

Se ha celebrado la undécima sesión del juicio con un tribunal popular. En este día, ha contado con la declaración de peritos y de tres forenses del Instituto de Medicina Legal de La Rioja que desarrollaron la autopsia de la pequeña de 5 años y estudiaron las heridas de su madre, la acusada.

La acusación pide una pena de prisión permanente revisable para la madre como presunta autora de un delito de asesinato. Por contra, la defensa sostiene la teoría de que la autora de la muerte fue la abuela materna, que posteriormente se suicidó lanzándose al río Ebro.

Los forenses declaran que la menor tenía restos serosanguinolentos propios en la nariz y la boca "muy típicos en muertes por asfixia por edema pulmonar". Además de esto, la pequeña Carolina presentaba un hematoma en el labio inferior, dos pequeñas erosiones en el mentón y una petequia o punto rojo dentro del labio de abajo, que, según los propios forenses, pudieron producirse por la presión ejercida sobre el chupete con una almohada sobre la cara de la niña.

El Instituto Nacional de Toxicología de Madrid realizó en su momento varios análisis de muestras de órganos y tejidos de la menor y encontraron un nivel de 0,08 de benzodiacepinas , correspondientes al somnífero Noctamid. Esto se consideraría por los especialistas una dosis "alta", ya que a un adulto se le recomienda tomar 0,1. Este hecho, hace que los médicos forenses hablen de "un nivel de sedación alto" durante la asfixia.

Se muestran firmes en que los resultados de este medicamento en sangre no son suficientes para determinar una muerte de origen tóxico. No obstante, certifican, por la presencia de este fármaco en varios órganos, que hubo un consumo "repetido y crónico" durante al menos cuatro meses.