Jeanne Calment, 122 años y 164 días: la persona que más vivió en la historia
Longevidad
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En el fascinante mundo de la longevidad, algunos nombres resplandecen, destacando vidas excepcionalmente largas. Jeanne Calment, (1875-1997). una mujer francesa, encabeza la lista como la persona más longeva cuya edad fue verificada, alcanzando la asombrosa marca de 122 años y 164 días antes de fallecer en 1997.
Pero Calment no está sola en este selecto grupo. Otros individuos, cuyas edades han sido minuciosamente verificadas, comparten el podio de la longevidad. Desde Sarah Knauss en Estados Unidos hasta Jiroemon Kimura en Japón, estos nombres son testimonios vivientes de la capacidad humana para desafiar las expectativas de duración de vida.
Así, a la francesa le siguen Sarah Knauss (Estados Unidos): 119 años, 97 días (1880-1999). Lucile Randon, (1904-2023), 118 años. Kane Tanaka, 119 años y 108 días. Nabi Tajima (Japón): 117 años, 260 días (1900-2018), Emma Morano (Italia): 117 años, 137 días (1899-2017), María Branyas (España 1907-2024) y Jiroemon Kimura (Japón): 116 años, 54 días (1897-2013) cierran la lista.
Hay cierta controversia con Johanna Mazibuko, que afirmaba haber nacido el 11 de mayo de 1894 y falleció en 2023 a los, presuntamente, 129 años. No se ha podido acreditar que naciera en esa fecha.
Una española, la persona viva más longeva durante años
La catalana Maria Branyas, con 117 años, falleció este 20 de agosto. Maria Branyas, que vivió en una residencia de Olot (Girona), nació el 4 de marzo en 1907 y se ha convertido en la persona más longeva del mundo, por unos días respecto a la japonesa Fusa Tatsumi, también de 116 años. Branyas era muy activa en redes sociales y cuenta su día a día en la cuenta de Twitter Super Ávia Catalana.
Branyas era la persona de más edad del mundo por delante de la japonesa Tomiko Itooka -nacida el 23 de mayo de 1908-, que ahora recibirá este título honorífico.
El venezolano Juan Vicente Mora, es el hombre más anciano del mundo.
Los motivos de la longevidad de Calment
La cadena CNBC deslizó las tres posibles líneas por las que la mujer vivió 122 años. Contó con la experiencia de Jean-Marie Robine, un demógrafo experto estudioso de los vínculos entre salud y la longevidad.
Era rica: Calment se benefició de"crecer en una familia burguesa en el sur de Francia, por lo que vivía en un bonito barrio", dice Robine. Esto le permitió ir a la escuela hasta los 16 años, lo que no era muy común para las mujeres durante ese período, añade. También recibió clases privadas de cocina, arte y danza hasta que se casó a los 20 años.
Otro factor que probablemente la ayudó a vivir más tiempo y a tener menos estrés fue que "nunca trabajó", dice Robine. "Ella siempre tenía a alguien en casa que la ayudaba" y no tenía que cocinar ni comprar sus necesidades.
No fumó cigarrillos hasta mucho más tarde en su vida: Hasta el matrimonio, a Calment no se le permitía fumar, dice Robine. "Tenemos que recordar dónde estábamos, a finales del siglo XIX, en un pequeño pueblo del sur de Francia", afirma. "Por supuesto, estaba absolutamente prohibido, e imposible, que una niña, y específicamente en una familia burguesa, hiciera eso".
Sin embargo, justo después de casarse, el marido de Calment le ofreció un cigarrillo. Y aunque estaba muy feliz de hacer algo que antes no le permitían hacer, "cuando fumó por primera vez, no le pareció agradable y dejó de fumar".
Curiosamente, Calment no fumó durante la mayor parte de su vida, pero adquirió el hábito alrededor de los 112 años mientras vivía en un asilo de ancianos.
Tenía una gran vida social: Con tanto tiempo libre, Calment no tenía "absolutamente nada que hacer excepto cuidar de sí misma, visitar Francia y realizar actividades sociales", dice Robine. Pasaba la mayor parte de su tiempo asistiendo a eventos sociales y conociendo gente nueva, especialmente porque "la gente organizaba bailes en casa".
Con su marido también podía viajar a menudo e ir a París para ver la Torre Eiffel, que en aquel momento estaba en construcción. "Ella estaba descubriendo este mundo fascinante a principios del siglo XIX y XX". "Incluso si ella [muriera] a la edad de 119 años, habría sido excepcional, y habría ocurrido lo mismo con 120 años", dice Robine. "Pero ella [vivió] hasta los 122 años y unos días más".
Esperanza de vida cada vez más alta
La esperanza de vida global ha experimentado un constante aumento gracias a los avances en atención médica, nutrición y condiciones de vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019, la esperanza de vida promedio mundial rondaba los 73 años, aunque este número varía considerablemente entre regiones y países.
En el pináculo de la longevidad se encuentran naciones como Japón, con una esperanza de vida que supera los 84 años, respaldada por un sistema de salud eficiente y altos estándares de vida. Mientras tanto, en países como Sierra Leona, Chad y la República Centroafricana, desafíos como conflictos, pobreza y acceso limitado a atención médica han llevado a expectativas de vida de alrededor de 54-53 años.
Detrás de estos números se encuentran una serie de factores que influyen en la longevidad. La genética, un estilo de vida saludable, conexiones sociales sólidas, acceso a atención médica, manejo del estrés, mentalidad positiva y un sueño adecuado se revelan como pilares fundamentales para una vida más larga y saludable.
En general, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras fuentes, la esperanza de vida global estaba alrededor de los 73 años en 2019. Es importante destacar que este número es un promedio, y hay variaciones considerables entre países y regiones.
Algunos países tienen una esperanza de vida considerablemente más alta, mientras que otros, debido a factores como conflictos, pobreza extrema o falta de acceso a atención médica, pueden tener expectativas de vida más bajas.
Países con mayor esperanza de vida:
Japón: Japón suele tener una de las esperanzas de vida más altas del mundo, con un promedio de más de 84 años.
Suiza: Con un sistema de salud de alta calidad y buenas condiciones de vida, Suiza tiene una esperanza de vida superior a los 83 años.
Singapur: Este país asiático tiene una esperanza de vida de alrededor de 83 años, atribuido a su sistema de salud eficiente y altos estándares de vida.
Países con menor esperanza de vida:
Sierra Leona: Este país africano ha enfrentado desafíos de salud significativos, y la esperanza de vida es alrededor de 54 años.
Chad: Con problemas de salud y acceso limitado a servicios médicos, la esperanza de vida en Chad es aproximadamente de 54 años.
República Centroafricana: Factores como la pobreza y la inestabilidad han contribuido a una esperanza de vida de alrededor de 53 años.
Algunos factores que influyen en la longevidad
La longevidad y la salud son influenciadas por una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Aquí algunos factores que pueden contribuir a vivir más:
Genética: La predisposición genética juega un papel importante en la longevidad. Algunas personas pueden heredar genes que los hacen más propensos a vivir más tiempo y a tener una salud robusta.
Estilo de vida saludable: Hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada, actividad física regular y evitar el tabaco y el exceso de alcohol, son fundamentales para una vida más larga y saludable.
Entorno social: La conexión social y las relaciones sólidas pueden tener un impacto positivo en la salud mental y emocional, lo que a su vez puede contribuir a una vida más larga.
Acceso a atención médica: Disponer de un acceso adecuado a la atención médica, chequeos regulares y tratamiento oportuno de enfermedades puede ser crucial para mantener la salud y prevenir complicaciones.
Manejo del estrés: El manejo efectivo del estrés puede tener beneficios significativos para la salud a largo plazo. Técnicas como la meditación, el yoga y la relajación pueden ayudar a reducir los efectos negativos del estrés crónico.
Mentalidad positiva: La actitud positiva y la resiliencia emocional son factores que se han asociado con una mayor longevidad. Mantener una mentalidad positiva puede contribuir a afrontar mejor los desafíos y mantener un bienestar general.
Sueño adecuado: Un sueño de calidad y en cantidad suficiente es esencial para la salud. Un buen descanso nocturno se asocia con una variedad de beneficios para la salud, incluida la longevidad.
Es importante tener en cuenta que estos factores interactúan entre sí y no hay garantía de longevidad simplemente adoptando ciertos hábitos. Sin embargo, la combinación de un estilo de vida saludable, genética favorable y cuidado adecuado puede contribuir significativamente a vivir una vida más larga y saludable.
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