"¿A que no has visto chinos en las terrazas?": un experto da las claves de por qué

Veladores en una terraza
Veladores en una terraza / M. G.

El contraste entre cómo se vive el día a día en España y en China vuelve a generar análisis en 2025. La reciente intervención de un conocido experto militar en un pódcast popular reavivó la reflexión al poner en evidencia la notable diferencia de mentalidad colectiva y enfoque de vida entre ambos países. Sus observaciones, aunque planteadas con tono reflexivo, han servido de punto de partida para cuestionar hasta qué punto la cultura y el entorno de origen pueden condicionar el desarrollo personal y social de cada individuo.

En la actualidad, el fenómeno de la inmigración china en España es perfectamente visible. Sin embargo, cinco años después del boom postpandémico, los ciudadanos chinos que residen en ciudades españolas siguen evidenciando un marcado apego a sus costumbres, horarios y modelos de convivencia. Mientras en muchas plazas españolas las terrazas permanecen llenas especialmente durante las tardes de primavera y verano, la comunidad china muestra otros hábitos y prioridades, que, según distintos analistas, contribuyen de forma decisiva a su notable progreso económico y social.

A finales de 2024, durante una conversación en el programa 'Tengo un Plan', un militar en la reserva expuso con rotundidad la idea de que "nacer en un país u otro dibuja caminos vitales distintos". Por ejemplo, preguntaba: "¿Has visto algún chino pasando la tarde en una terraza?", invitando a la reflexión sobre el enorme peso que tiene la cultura del esfuerzo y el trabajo en la mentalidad china.

Contexto: hábitos, educación y progreso

La realidad de las tiendas regentadas por familias chinas en España, especialmente durante los períodos vacacionales, es uno de los ejemplos más visibles de esa diferencia. Mientras para muchas familias españolas el verano se tiñe de escapadas, tiempo libre y ocio en la calle, para muchas familias chinas el comercio es el eje vertebrador de la vida familiar. Es habitual ver a menores compartiendo horas en el establecimiento de sus padres, adquiriendo destrezas y asimilando las claves del negocio familiar desde edades tempranas. No se trata necesariamente de trabajo infantil, sino más bien de un método de inmersión temprana en la lógica del esfuerzo y la responsabilidad. Según diversas investigaciones publicadas en 2023 y 2024, esta costumbre persiste tanto entre familias afincadas en España como en las propias ciudades de China.

Este modelo de vida impacta en el rendimiento académico y en la percepción de lo que significa "futuro brillante". En 2025, sigue considerándose que el acceso a la universidad en China es uno de los más exigentes del mundo. El conocido examen gaokao, vigente desde hace décadas, supone una barrera titánica que muchos estudiantes se preparan durante más de dos años, a jornada completa y sin prácticamente descansos. Para ilustrar la dureza de este proceso, el invitado del pódcast recordaba que, al terminar, los aspirantes presumen de "pilas de libros estudiados durante los últimos años".

Por su parte, en España, según datos oficiales de 2024, la tasa de aprobados en la convocatoria ordinaria de la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EBAU) rozó el 96%. Hay comunidades donde la cifra supera el 99%. Todo ello en un contexto socioeducativo donde la preparación intensiva y la presión familiar son sensiblemente menores a las que se registran en Asia oriental.

Análisis: impacto social e integración

El debate sobre los modelos educativos y laborales no es nuevo. Sin embargo, nunca antes en España se habían visibilizado tanto las diferencias entre la comunidad local y la china en términos de mentalidad colectiva. Analistas sociales destacan que la internalización temprana de valores como el sacrificio, la disciplina y la observación de la jerarquía familiar tiene consecuencias directas en la proyección profesional de los hijos de inmigrantes.

La integración de los chinos en el entorno español es un proceso progresivo. Aunque cada año crece la presencia de jóvenes chinos en las universidades y en empleos cualificados, según los últimos informes estatales publicados en 2025, el grueso de la primera generación sigue prefiriendo los negocios familiares como vía de ascenso económico. Mientras tanto, estudios recientes del Observatorio Sociológico de Madrid registran que los españoles de origen valoran más el tiempo de ocio, las relaciones personales y la flexibilidad horaria.

Comparaciones internacionales y visión de futuro

Bajo este prisma comparativo, surgen preguntas sobre si modelos tan opuestos son realmente compatibles o si, por el contrario, es posible incorporar lo mejor de ambos mundos. Expertos consultados por varios medios en 2025 insisten en la necesidad de redefinir los sistemas educativos e incentivar la curiosidad y el esfuerzo, pero manteniendo el equilibrio y la salud mental. En distintos foros nacionales se aboga por valorar el esfuerzo académico, pero también por respetar espacios de ocio y socialización, vistas como fuentes de creatividad y bienestar.

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