En la boca del lobo

CRÍTICA VIDEOJUEGOS

En la boca del lobo
J.j. Vargas

18 de diciembre 2009 - 05:00

Mario & Luigi: Viaje al centro de Bowser | AlphaDream | +3 | 36,95€ | NDS

Los caminos de Mario son inescrutables, y si va acompañado de Luigi ni hablamos. Así lo confirma este Viaje al centro de Bowser, ya desde su argumento un evidente homenaje al clásico cinematográfico Viaje alucinante (Richard Fleischer, 1966), en el que un grupo de científicos se miniaturizaban para salvar la vida de un compañero desde el interior de su organismo. Utilizado hasta el hartazgo en anuncios de detergentes y derivados en los años 90, y emblema didáctico para tantos en la serie Érase una vez... la vida, el concepto no es precisamente novedoso; sin embargo su empleo en las mecánicas de juego de RPG y la doble pantalla de la portátil de Nintendo ofrece elementos técnicos y narrativos capaces de cautivar a cualquiera con un mínimo de sentido del humor.

Porque tras el clásico del viaje temporal Mario & Luigi: Compañeros en el tiempo, AlphaDream ha sido capaz de elevar más aún su capacidad de sorpresa, para ofrecernos esta pequeña maravilla absolutamente arrebatadora. No puede esperarse menos de las sencillas pero diversas mitologías de Mario, la única criatura nacida como scroll lateral que ha sabido sumarse al signo de los tiempos en los más impensables registros (y ahí está el demencial Sonic Unleashed como evidencia del camino contrario).

En esta ocasión nos sumergiremos en una improbable colaboración entre el malvado Bowser y nuestros heroicos fontaneros italianos Mario y Luigi, acompañados aquí por la princesa y otros amigos. Debido a las ambiciones invasivas de un extraño ser y su metajefe (sic), Bowser se ha convertido en contra de su voluntad, y previa ingesta de un champiñón convenientemente alterado, en una monstruosa aspiradora que ha dado buena cuenta del resto de personajes durante una reunión en el castillo de la princesa. Así, en el interior de su cuerpo habremos de enfrentarnos a un medio tan hostil como la propia némesis de Mario, en una reproducción a pequeña escala (monstruitos mediante) de su salvaje y tiránica conducta, claramente emparentada con los principios de la selección natural. Como jugadores encontramos por tanto dos entornos de juego, el del mundo exterior a Bowser y el del interior, asignados, claro está, a sendas pantallas de nuestra Nintendo DS: todo aquello que hagamos en la pantalla inferior, correspondiente a los sistemas internos del monstruo (irritar nervios, excitar músculos) tendrá su reacción en la superior, en una dinámica de alternancias narrativas no exenta de imaginativos recursos expresivos de puesta en escena, y que opone scroll lateral al falso 3D habitual en las producciones RPG para DS.

Unos controles sencillos, aunque más centrados en la cruceta y los botones que en el empleo del stylus (hay que tener en cuenta que aquí los dos encuadres ofrecidos presentan una importancia similar), aportan una jugabilidad que de tan intuitiva consigue hacerse invisible, en esta aventura ligera y amena, sin más pretensión que divertir con el humor minimalista vinculado a los personajes de Shigeru Miyamoto, y cerrar una trilogía que AlphaDream iniciara hace seis años con Mario & Luigi: Superstar Saga para GameBoy Advance; y por fin llegar a la conclusión de este particular viaje alucinante a las entrañas mismas de la amistad.

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