Alba, la última Flores
La nieta de La Faraona busca su sitio en TV y, tras su paso por 'El tiempo entre costuras', demuestra su poderío escénico en la recta final de 'Cuéntame'.
Aunque considera que apellidarse Flores no es más que una circunstancia en su vida, cada vez que sube a un escenario deja claro que el peso de este linaje no puede pasar desapercibido aunque sea precisamente eso lo que se pretende.
Alba Flores ha vuelto a colarse en una de las grandes series de la televisión actual, después de haber interpretado con éxito el papel de Jamila, la criada marroquí que acompañó en sus aventuras a Sira Quiroga en El tiempo entre costuras. Esta vez ha sido TVE quien le ha vuelto a abrir las puertas de la pequeña pantalla otorgándole uno de los papeles claves en la recta final de la temporada número 15 de Cuéntame. En esta ocasión Alba deja a un lado su imagen racial (que le ha dado papeles tanto en la serie de Antena 3 como en TVE, donde acompañó a Imanol Arias en la miniserie sobre Vicente Ferrer interpretando a una Samila, una joven hindú de casta Dálit) para conocer de cerca el mundo de las drogas en la década de los 80. Alba Flores dio vida el pasado jueves a Chelo, una drogadicta que busca la protección del primogénito de los Alcántara a cambio de desvelar uno de los secretos mejor guardados de la investigación periodística que tiene entre manos Toni.
Con este papel, Alba Flores recuerda mucho a la imagen que ofrecía su tía Rosario en Colegas, una película que protagonizó a principios de los 80 junto a su padre, Antonio Flores, y en la que contaba los escarceos con el mundo de las drogas de una chica que vive en un barrio de la periferia de Madrid. Y es que, además del parecido físico que guardan Alba y la menor de los Flores, el papel de Chelo comparte con el de Rosario tanto la época como su vinculación con el mundo de las drogas.
Aunque el paso de Alba Flores por televisión haya sido más frecuente en los últimos meses, hay que decir que la nieta de La Faraona ha participado en otras series en sus primeros años como actriz. Así, en 2006 participó de forma esporádica en El Comisario y en 2008 en El síndrome de Ulises.
La hija de Antonio Flores tuvo muy claro desde pequeña que su futuro tenía que estar ligado al mundo de la interpretación y se prepara para ello desde los 13 años. A pesar de que se encuentra como pez en el agua haciendo teatro independiente, reconoce que es en la pequeña pantalla donde se esconde el éxito, por lo que seguro que no será difícil volverla a ver en otras series nacionales.
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