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Arturo Valls: ir a la cárcel por un chiste políticamente incorrecto

Arturo Valls interpreta a un presentador de éxito que acaba en prisión con una condena de dos años y un día.

Arturo Valls interpreta a un presentador de éxito que acaba en prisión con una condena de dos años y un día. / ATRESMEDIA

Dos años y un día es la nueva ficción de Atresplayer Premium protagonizada por el polifacético Arturo Valls. El que fuera presentador de Ahora caigo hace doblete y también ejerce como productor ejecutivo de la serie. Dos años y un día, compuesta por seis episodios, narra la historia de un presentador de televisión que acaba en la cárcel por un delito de ofensas religiosas. La serie ya está disponible en la plataforma de pago de Atresmedia.

–¿El programa Verdadero o Falso es un guiño a sus años de presentador en Ahora caigo?–Claro. Estamos siempre jugando en esa delgada línea que separa la realidad de la ficción. Nos puede recordar a mi etapa de presentador en Ahora caigo y también a mi persona.

–En la serie encarna a un presentador de éxito hasta que un día en el pregón de unos festejos es acusado de ofensas religiosas y le condenan a una pena de dos años y un día de prisión…–Así es, esa es la premisa de la serie. La serie se centra en cómo un presentador famoso y de éxito se ve privado de su libertad y tiene que ingresar en la cárcel. Lidiar con la directora y los presos no será fácil para Carlos, pero forma parte de la comedia.

–Háblanos de su personaje, ¿cómo es Carlos? –Es un tío que por una determinada circunstancia tiene que afrontar una vida para la que no está preparado. Llega a la cárcel, se rodea de presos, comparte habitación durante dos años y un día con presos reales. Es un viaje emocional bastante potente. La serie quiere humanizar a los presos porque en la mayoría de los casos están estigmatizados. En la prisión hay de todo y Carlos tendrá que adaptarse a la vida entre rejas. Lógicamente la condena le cambia la vida.

–El ingreso en prisión es algo inesperado para Carlos. ¿Cómo reaccionará al conocer el veredicto del juez?–Con resignación y enfado porque él considera que es una injusticia. A título personal, pienso exactamente como Carlos. Nadie puede entrar en la cárcel por contar un chiste. Es una situación desmesurada y una consecuencia muy radical. Pero luego tiene que afrontarlo e intentar pasarlo lo mejor que pueda. Es una cárcel especial, la directora interpretada por Adriana Torrebejano, tiene unas ideas muy modernas y alternativas para lo que suele ser una prisión en la vida real. En definitiva, no es la cárcel del Lute (risas).

–¿Cuál será la peor experiencia que tiene que vivir en la cárcel?–De momento enfrentarse al Rubio, que es uno de los presos y muy devoto de la Virgen. Él está esperando a Carlos para ir a por él. Será su mayor sufrimiento y acojono. El Rubio es un tío enorme, con tatuajes y una pinta de matón. En general, a cualquiera de nosotros la ansiedad que supone ingresar en la cárcel nos afecta mucho. Y a eso se suma que la gente no para de pedirle selfies porque es un personaje famoso, pero él no está para fotos.

–¿Cómo ha sido el proceso de rodaje de la serie?–Ha sido fantástico. De alguna manera como estoy en la producción ejecutiva diseñas toda la serie para que el ambiente sea agradable. Como si te fueras a jugar al patio del colegio. Somos todos amigos, hay proyectos en los que uno parte de cero y tiene que conocer a los directores y los actores. En este caso, esta etapa nos la saltamos para el disfrute de todos. Vamos a currar y nos lo pasamos bomba.

–El humor forma parte del hilo argumental de la serie, ¿qué sería de la vida sin humor?Un desastre. Eso sí que sería largo. Es como el chiste ese que decía me quedan pocos años de vida me han quitado del alcohol, de la comida, las mujeres… ¿Pero voy a durar más tiempo no? No, se le va a hacer muy largo (risas). La vida sin humor sería muy larga. Es paradójico que un chiste puede ofender y causar dolor, pero también ayuda a superar ese dolor. En alguna situación dramática puede servir para relajar el ambiente y la tensión. Nunca se puede privar a nadie de su libertad por contar un chiste desafortunado.

–¿Qué opinión le merece que la televisión actual apenas tenga espacios dedicados al humor?–Va a rachas, de repente vemos comedias en el cine que funcionan muy bien, series que han sido punteras durante muchos años. Hay cositas como Zapeando, Ahora caigo, programas y tertulias de humor, el espacio de Dani Martínez en Movistar Plus+… El humor siempre está ahí, a lo mejor programas puros de contar chistes no existen tantos. Un formato puro de humor, comedia y chistes se echa de menos en la parrilla de programación actual.

–¿Cómo es Arturo Valls fuera del medio televisivo?Un tío sociable, cachondo y extrovertido. No tengo prejuicios, me amoldo a cualquier cosa. Me gusta mucho el placer. Un buen viaje, una fiesta con amigos, un Zahara de los Atunes con una una actuación flamenca… Lo disfruto todo al máximo.

–¿Qué nos puede avanzar de sus proyectos de futuro? –Tengo una película para finales de septiembre. Se trata de una comedia dramática que protagonizo junto con Malena Alterio. También tenemos Toy Story con Ana Morgade. Estoy preparando mi primera producción de entretenimiento. Es un formato americano y los vamos a empezar a mover pronto.

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