Juan y Medio: "Aun teniendo ofertas de otras cadenas opté por seguir aquí"

El almeriense regresa a las tardes de la cadena andaluza, con sus secciones habituales, y volverá con 'Menuda noche' entre ajustes presupuestarios.

Juan y Medio en el plató de su programa de Canal Sur.
Juan y Medio en el plató de su programa de Canal Sur.
F. A. Gallardo

28 de septiembre 2012 - 05:00

Desde este lunes vuelve La tarde aquí y ahora, aunque alguno vaticinara que los recortes en Canal Sur se habrían llevado a los programas de Juan y Medio por delante. El entusiasmo de este almeriense sigue intacto y el magacín diario de su productora (Índalo y Media) estará de 4 a 6 y media de la tarde, más el Menuda noche los viernes.

-Una suerte seguir en el tajo de las tardes de Canal Sur. ¿Cómo se afronta una temporada cuando los presupuestos se han reducido drásticamente?

-Es una suerte volver y hacer programas que nos gustan y que gustan a los demás. Yo vuelvo como siempre, entregado totalmente. No podría ir a trabajar diciendo que ahora me reservo un 20% de ganas. Para esta temporada volveré a hacer todo lo mejor que sé, a ser puntual, a guiarme de mis compañeros, que son muy sabios. A escuchar. Yo no entiendo de ajustes al empezar un programa. Vamos a seguir recibiendo la ternura de los niños y con los mayores tienes que mantener la misma ilusión.

-¿Y todavía hay ganas de reírse?

--Ahora más que nunca entiendo que entretener y divertir es necesario y reírse es algo con un valor extraordinario en estos tiempos porque la gente está desmoralizada. Hay que reírse y hay que vivir. El 90% de las personas que nos visitan en las tardes son historias de superación personal. Son héroes anónimos. Los héroes de las guerras están bien, pero ir todos los días a trabajar, estar mal pagado, llevar adelante la familia... eso son los héroes. Yo no voy a cambiar. Primero me he de encontrar feliz yo y a partir de ahí, lo irradio…

-Pero con presupuestos menores se ha de notar en antena.

-Las reducciones las enfoco con la naturalidad de que estoy en una profesión muy bien remunerada, por encima de la media, y antes de que pidieran un esfuerzo, yo lo ofrecí primero. Para mí nunca ha sido un problema mi caché. Damos trabajo a casi 100 familias, 130 familias entre los dos programas, más los proveedores. Con talento habrá que suplir el presupuesto y yo intentaré que el ambiente sea maravilloso.

-Cuando se barajaba que sus programas no seguían ¿qué pensaba hacer usted?

-Pues aun teniendo ofertas de otras cadenas, que daban por seguro que el programa se acababa, dije que no. Opté por seguir con mis compañeros de estos años. A estas alturas no me motiva hacer cosas raras. Yo hago dos joyas de la corona de la televisión en Europa. Para mí esto es una fiesta y yo me bajo mi caché porque me pone que enfrente tenemos programas con todo el dinero del mundo.

-¿Siempre haciendo lo mismo?

-Yo rodé una película el año pasado y he hecho otras cosas. Compañeros de teatro me presentan guiones extraordinarios, me he llevado varios años en Radio Nacional. No tengo ningún interés fuera de mi tierra, prefiero ser cabeza de ratón. Un invitado me dijo hace un tiempo que cuando se fue a trabajar a Alemania cambió salud por dinero. Lo entendí, me identifiqué. Eso ocurre cada tarde. Trabajo a gusto, recibo una cura de humildad, eso no me lo puedo perder. Yo no he hecho una vacuna, pero recibo unos agasajos de la gente que me impresionan. Todo eso me lleva a hacerme feliz y hacer feliz mi trabajo.

-¿No se da en su cadena la imagen de una Andalucía que sigue con la pandereta a cuestas?

-Los estudios que analizan la imagen que damos de Andalucía dicen que entre los que nos ven nos prestan mucha atención. En Andalucía y fuera de ella. La ventana que da Canal Sur a las personas mayores, gente que no tiene carrera pero son los que yo llamo analfabetos intelectuales, da una imagen que es recibida con respeto en todo el mundo. A nuestro programa llegan las personas con menos recursos. Han sufrido tiempos de castraciones y somos reflejo de una sociedad. Damos la imagen de una Andalucía con sensibilidad y eso se percibe en las comunicaciones que nos llegan desde Japón, Australia o Canadá. Estamos llevando libros en español a Argelia y contribuimos a la dignidad de la mujer y de los ancianos en el Norte de África.

-¿Deberíamos preocuparnos porque unos programas como los suyos sólo triunfan aquí?

-En nuestro plató se han sentado profesionales de la TF1 francesa o de cadenas italianas para estudiar lo que hacíamos y adaptarlo en sus países. El carácter en esos lugares es diferente. Es difícil trasladar ese ambiente. La gente en otros lugares no quiere dar la cara y declarar que están solos. Y un programa como Menuda noche lo han intentado con Julia Otero, con Nuria Roca, con Bertín Osborne… ocho años más tarde sólo seguimos nosotros. Nuestros vídeos de Menuda noche reciben millones de visitas. Si querríamos dar una imagen más moderna... entre la fibra óptica y la carcajada, en Andalucía les ha dado por la carcajada.

-Y cuando toman fragmentos de sus programas en la competencia, en los espacios de zapping...

-Pienso que no se ríen de nuestros mayores o de nuestros niños, sino con ellos. Aunque hubiera quienes lo hicieran de mala fe, me inclino a pensar que hay más bondad en el mundo. Si estamos en los zapping es porque nuestros programas tienen chicha, tienen algo. Nuestros programas los ven todos, clase media, clase baja, hombres, mujeres... mayores. Andalucía no tiene por qué avergonzarse. Somos tan serios que nos reímos de nosotros mismos.

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