"Para interpretar el papel de Carlos V me inspiré en Steve Jobs"

Álvaro Cervantes. El rey Carlos V 'Carlos, Rey Emperador'

El joven actor catalán es junto a la actriz Blanca Suárez el protagonista de la ficción histórica sobre la vida de Carlos V que se emite los lunes por la noche en La 1 .

"Para interpretar el papel de Carlos V me inspiré en Steve Jobs"
"Para interpretar el papel de Carlos V me inspiré en Steve Jobs"
Gema Amil Vitoria

16 de noviembre 2015 - 05:00

Para el joven actor ha sido todo un reto llevar a la pantalla la parte más emocional e íntima del poderoso rey y emperador, del que, a su juicio, aunque creamos saber su vida entera se conoce bastante poco

-Llevar a la pantalla a Carlos V habrá sido, como poco, emocionante...

-Muy emocionante. La verdad sigo emocionado de haber terminado la serie. Fue muy especial terminar con la muerte. Ha sido un viaje largo, en el que hemos contado una vida entera, y no la vida de un cualquiera sino la de este rey y emperador del que en realidad se sabe bastante poco. Incluso conociendo su historia y leyendo biografías no llegas a descubrir su parte emocional y su parte más íntima de su vida y sus relaciones.

-¿Cómo se preparó el personaje?

-Lo más importante para mí es tener tiempo. Y en este caso lo tuve. Leí todo lo que pude sobre él. Los retratos me ayudaron mucho para visualizar cómo empezaba y hacia dónde íbamos a llegar. No solo por su aspecto físico, que también, sino la esencia. Los retratos no están cargados de mucha vida, pero sobre todo al final ves el paso de los años. Y al principio si que ves ese punto más bobalicón, que no tenía ningún pelo de bobalicón, pero así lo creían los castellanos. Luego, a modo de ritual, decidí ir a Gante (Bélgica) para conocer un poco el entorno donde se crío. Ver que había visto este chaval y ver cómo contrastaba lo que se encontró luego en Castilla. Estuve en Malinas también. De alguna manera me sirvió para situarlo en un entorno un poco idílico como esas ciudades y que luego el impacto fuera mayor y ponerle una imagen. Sentía que tenía que hacer lo máximo posible para contar este personaje.

-¿Se ha inspirado en alguien?

-El trabajo con el director Oriol Ferrer y leer en profundidad los guiones. En un principio pensé: ¿qué se puede asemejar un emperador a nuestros días? Ya no solo por el poder, sino también por ese ideal. Y pensé que igual ese equivalente podría ser Steve Jobs. Los imperios ahora son económicos. Antes también estaban los factores de unión y la religión. Vi vídeos de cómo se mueve alguien que tiene tanto en la cabeza. La malformación de la mandíbula no lo jugamos como tal porque limitaba mucho y porque de alguna manera podíamos crear una caricatura. Si que había algo en la postura adelantada de la cabeza, que también lo tiene Steve Jobs. Me pareció que podría inspirarme en algún punto. Busqué como un loco y Oriol Ferrer me dejó buscar y me acompaño en el proceso y lo disfruté mucho. Poco a poco me fue llevando a lo que se iba convirtiendo Carlos. Físicamente estuve muy cabezón de poder cambiar como cambió él. Hay un momento clave que se deja crecer la barba y se corta el pelo para emular a los antiguos. Luego tuve que adelgazar: perdí once kilos.

-Son 17 capítulos. ¿Lo prefiere así o que hubiera más temporadas como pasó con Isabel?

-En un principio la verdad es que me podía llegar a motivar el hecho de contar una historia en varias temporadas puesto que en la mayor parte de las series ocurre y es lo que identifica una serie, una continuidad. Pero creo que en el caso de Carlos V es interesante que el espectador viva el viaje de principio a fin porque es un recorrido muy largo y creo que en el departamento de guión, José Luis Martínez y su equipo, ha podido conseguir la proeza de contar y sintetizar lo más importante y más emocionante de esa vida y de ese entorno. Si se cortara ese devenir de la vida de Carlos y el espectador tuviera que esperar seis meses o un año para poder retomar la historia, creo que igual se perdería el grado de emoción que tiene estos 17 capítulos. Estoy contento porque creo que todo pasa por algo y en este caso el hecho de ser así va a ser un acierto.

-¿El rodaje ha sido cronológico?

-Sí, y ha sido clave para el cambio. Lo físico también nos ha llevado a ir cambiando en cuanto a la edad. Poco a poco Carlos se va apagando.

-¿Cómo se ha visto con 58 años?

-Sinceramente si me hubieran dicho esto antes de hacer Hermanos me hubiera dado mucho miedo y me hubiera costado ponerme en esa tesitura. Pero cuando me plantearon el reto de contar parte de la vida de una persona, en ese momento fue un reto. Fue arriesgado y me dio fuerza para creer que yo podía hacerlo. Hubo un componente de fe que lo iba a hacer y ver cómo el cambio fue un éxito.

-Ha asumido el protagonismo como actor. El peso de la serie recae en usted.

-No... La serie es muy coral. Por ejemplo el personaje de Francisco I, el de Alfonso Bassave, es un gran antagonista. La serie es un pulso y con uno solo no se puede hacer.

-Rodolfo le ha dejado el listón alto y usted como emperador, ¿tiene que superarle?

-Eso es lo que realmente le ocurrió a Carlos cuando llegó a Castilla. De alguna manera en Castilla eran los Reyes Católicos. A veces, que ocurra eso, realidad y ficción van de la mano. Me ocurrió igual que él: estudié mucho y tenía confianza para encarnarle pero él llega con la teórica muy aprendida y se ha criado para ser Rey. Pero el llega y tiene obstáculos y no puede desfallecer. A medida que han ido avanzando los capítulos yo he ido ganando en confianza como le ocurrió a él.

-¿Es el personaje de su vida?

-No. Sentía que lo tenía que contar de la mejor manera posible. Es una persona que existió y significó mucho en ese momento histórico. Es una responsabilidad personal, aparte de que la serie vaya mejor o peor, porque el espectador va a conocer a Carlos a través de mi cara y mi mirada. Tenía que poner el corazón en contar a esa persona.

-¿Cómo ve a Blan ca Suárez de reina?

-Es brutal.

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