Una oreja muy labrada y trabajada a cargo del rejoneador escacenero Andrés Romero al quinto de la tarde del festejo celebrado ayer en la localidad cordobesa de Pozoblanco puso rúbrica al cierre de temporada del onubense en tierras españolas. Faena intensa y emocionante de Romero que en ningún momento le negó terrenos y riesgo a una labor muy importante que tuvo como casi siempre tres puntales importantes como fueron Perseo, la torería de Kabul y la gran belleza que Guajiro le pone al toreo de riesgo que ejecuta.

Todo eso ante un toro sosito, que se empleó sin mucho celo y al que Andrés le completó faena con las cortas montando a Bambú, a pesar de lo molesto que a esas alturas de la faena se había quedado el toro. Dos pinchazos antes del rejón definitivo dejaron esa referida oreja en sus manos.

Por su parte Leonardo Hernández, sustituto del sevillano Diego Ventura ayer en Pozoblanco, también le cortó una oreja al toro que abrió plaza en una faena que se vino arriba en banderillas con las que Leonardo puso de acuerdo a todo el tendido. Frente al cuarto, volvió a poner todo de su parte pero faltó acierto a la hora de los aceros y todo quedó en una ovación.

Por su parte Lea Vicens consiguió un trofeo frente al tercero y cerró plaza cortando otra oreja al sexto toro. Dos faenas vistosas y llenas de conexión con el tendido que al final le propiciaron la salida en solitario por la Puerta Grande.

Al finalizar el festejo Andrés Romero valoraba su actuación dentro de "ese compromiso que durante toda la temporada ha existido por mi parte y esta tarde también lo he demostrado en Pozoblanco, aunque debía haber estado mejor con la espada. Estoy contento porque hoy cierro una etapa que me ha dejado un buen sabor de boca y empieza otra, México, que desde luego me tiene muy ilusionado en ver qué me aporta."