Gran triunfo de Daniel Luque, que indulta un toro de Javier Vázquez en Cuenca
GANADERÍA: Toros de José Vázquez, desiguales de presencia, nobles y suavones. El mejor, el sexto, número 21, Carcelero, de 544 kilos, indultado. TOREROS: Manuel Díaz 'El Cordobés', oreja y ovación. César Jiménez, ovación tras aviso y ovación. Daniel Luque, silencio y dos orejas y rabo simbólicos. INCIDENCIAS: Plaza de toros de Cuenca. Más de tres cuartos de entrada en tarde calurosa.
Daniel Luque fue el gran triunfador del segundo festejo de la feria de San Julián, celebrado hoy en Cuenca, al indultar el sexto toro de la ganadería de José Vázquez tras una gran faena. El sevillano se mostró muy templado con el capote en su primero en un ramillete de verónicas de mucha cadencia a pies juntos. Y toreo grande en la muleta, con ajuste, largura y temple por los dos pitones. Pero echó todo por tierra por culpa de la espada. Con el sexto, muy noble y con mucha movilidad, Luque se emborrachó a torear por los dos pitones. Faena grande, que supo vender muy bien, y que provocó el delirio de los tendidos con cinco cambios de mano por la espalda ligados unos a otros en las postrimerías.
El Cordobés tuvo en primer lugar un toro de dulces embestidas al que toreó en redondo con temple pero poquito ajuste. No obstante, conectó mucho. Las manoletinas finales tuvieron enjundia. Entró la espada a la primera y cortó una oreja, sin importar el golpe de descabello que necesitó. El cuarto fue el toro más deslucido del festejo por manso y soso. El Cordobés quiso mucho en una faena sin mayor historia.
César Jiménez comenzó la faena de muleta de rodillas, con pases de mucho calado. Ya de pie no pasó de aseado Jiménez, destacando únicamente en dos tandas a derechas y los circulares invertidos del epílogo. Con la espada no estuvo acertado. Idéntico guión en el quinto. Anduvo desangelado en una faena que no tomó altura, y nuevamente mal rubricada.
No hay comentarios