Homenaje intimista a un gran maestro

AMIGOS, admiradores, prensa, políticos, etc, se dieron cita ayer tarde en el local de la Peña Flamenca de Huelva, para homenajear al matador de toros onubense Miguel Báez Espuny.

Fue toda una loable iniciativa del centro de las Artes Escénicas al que hay que ponerle nombre y cara como es en este caso el del artista y gestor artístico, el valverdeño Manolo Vélez.

De el partió la idea de congregar en torno al veterano maestro onubense a unas cuantas decenas de amigos y seguidores de Miguel, quien como el mismo confesó en su palabras de agradecimiento "me han vuelto a hacer más joven. Parece como si me hubieseis quitado esos sesenta años de alternativa por los que ahora me dais este homenaje".

Almuerzo entretenido en la propia sede de la Peña Flamenca onubense donde tras las viandas llegarían sin duda las palabras de todas y cada una de las personas que subieron al estrado.

Recibió en primer lugar Miguel el reconocimiento por parte del propio organizador del evento, Manolo Vélez, quien entregaría a Litri la reproducción de las tres carabelas del Descubrimiento por aquello del carácter afable y conquistador del torero algo que Litri agradeció con sus palabras de bienvenida a una audiencia conformada principalmente por amigos personales y gente del toro.

Del protagonista del acto dijo el mantenedor, el periodista Javier García Vaquero, que sin duda lo mas notable del personaje es que "había llegado a ser figura del toreo sin necesidad de tener cristales en la barriga y haciendo amigos sin dejar enemigos"

Entre los presentes hay que citar a Rafael Pérez Vigueras, teniente alcalde del Ayuntamiento onubense quien, tras explicar el por qué de la ausencia en el acto del propio alcalde, merced a la sesión parlamentaria de ayer en Sevilla, entregó al homenajeado el libro de Huelva con una dedicatoria muy especial del alcalde onubense. Vigueras puso en valor el nombre de Litri como embajador onubense manifestando además estar orgulloso de que el Ayuntamiento hubiese tenido el acierto de nombrar en su día a este hombre como Hijo Predilecto de la capital.

Emoción en el rostro y en las palabras de Litri cuando manifestó ese orgullo de que Huelva "le quiera tanto. Yo soy de Huelva, en Huelva es donde más responsabilidad he tenido siempre como torero porque no podía pensar siquiera en estar mal ninguna tarde y porque siempre le pedía a Camará que me pusiera con los mejores toreros. Muchos me decían que donde había que triunfar era en Sevilla, Madrid, Valencia y otras plazas importantes. Es verdad, pero a mi los triunfos que siempre me dieron más ganas y más orgullo son los que tuve en mi tierra y después me iba con los amigos a disfrutar de Huelva".

En el salón de actos de la Peña estuvieron también presentes, el diputado Juan Serrato, en representación de la corporación provincial, Alín, quien fuera mozo de espadas y hombre de confianza de Litri hijo, los matadores de toros onubenses Emilio Silvera y Jesús Fariña, el empresario Jorge Buendía y José Castilla, presidente de la Peña Litri del Matadero y el también taurino y hombre de la casa Litri, Pedro Macías y el buen aficionado y responsable en su día de las páginas taurinas de este medio, Eduardo Rojas.

Sencillez sin duda en el homenaje pero se palpó sin duda un ambiente muy cálido en torno a un torero que supo entender que estaba llegando el interior de muchos de esos amigos que se habían hecho presentes en la sala y como dijo el maestro "de los muchos que ya no están pero que fueron importantes para mi, por su amistad y porque siempre fueron mi referencia con esta ciudad

Precisamente seria uno de esos amigos, el anterior presidente de la institución que acogía el acto de homenaje, Camilo Gómez, quien le regalara de viva voz a Miguel una letrilla de un poema al entonces novillero onubense actuante en la plaza valenciana.

Seria Eduardo Garrocho, actual presidente de la entidad flamenca, quien pusiera broche oficial al acto haciendo referencia a ese orgullo tan especial por haber hecho coincidir señas tan choqueras y tan enraizadas en esta tierra, de las cosas onubenses.

Aprovechó Garrocho la ocasión también de brindar al maestro, presente sobre el escenario a esas alturas del acto, unos sones con aires ciertos de esta tierra que Litri agradeció de la forma espontánea que caracteriza a su persona.