La terna, de vacío, y cornada grave al banderillero Domingo Valencia

Espectáculo de escasas emociones en el que la terna compuesta por Diego Urdiales, David Fandila El Fandi e Iván Fandiño se marcharon de vacío tras lidiar una corrida de Victoriano del Río -el primero, con el hierro de Toros de Cortés-, en el que destacó especialmente por su calidad y humillación el segundo, fuertemente ovacionado en el arrastre. Lo peor, la cogida del banderillero Domingo Valencia, a quien el cuarto toro le propinó una cornada grave en el muslo derecho cuando bregaba.

Diego Urdiales, voluntarioso, concretó una actuación sin brillo ante el peor lote. El riojano tuvo pocas opciones con el que abrió plaza, un astado corniabierto y sin cuello, que tras las telas se frenaba a mitad de viaje y acabó midiendo al torero, que se esforzó en vano en muletazos con las plantas asentadas.

El imponente cuarto, un castaño muy bien armado, hirió en banderillas a Domingo Valencia, cuando el torero dudó capote en mano. Perdió pie. El astado lo levantó de la arena y le propinó una cornada en el muslo derecho. Urdiales no pudo con las exigencias de un animal encastado y complicado que precisaba un dominio pleno.

El Fandi anduvo mal. No estuvo a la altura del segundo, un ejemplar altote, algo veleto y astifino, que se entregó con calidad y humillación en la muleta. Con la franela, el granadino no estuvo a la altura en una labor que comenzó de rodillas y en la que únicamente logró una tanda diestra de mano baja. El resto del trasteo, despegado. En banderillas había destacado en un segundo par de mucho ajuste y riesgo.

Con el encastado y complicado quinto, El Fandi no quiso nada. Únicamente brilló en el tercio de banderillas, especialmente en un par de dentro afuera. Sin fe en lo que hacía, cortó de inmediato el trasteo.

Iván Fandiño no despejó dudas sobre el bache que comenzó tras lidiar seis toros en esta plaza al comienzo de temporada. No estuvo a la altura del encastado tercero, un animal con dos buenas velas, que fue a menos. El diestro vasco realizó una faena voluntariosa, que inició con un afarolado de rodillas con la diestra junto a tablas, y en la que faltó acople. Destacó su cuadrilla: Pedro Lara en la brega y en banderillas Miguel Martín y Jesús Arruga.

Con el castaño sexto, con trapío y dos buenas perchas, al que cuidó en varas, tampoco logró altas cotas en una faena que comenzó de manera explosiva en los medios, alternando dos muletazos por la espalda. En las afueras, con un animal deslucido, que calamocheaba unas veces y topaba en otras, destacó una serie diestra con mando. Luego, el trasteo no levantó vuelo.

En resumen, festejo plano que afortunadamente no se dilató en el tiempo.