Historia del flamenco

Exposición 'Hacia un nuevo sueño: 1960-1980'

  • La muestra podrá visitarse hasta el 11 de octubre en la sala Cajasús del Cicus

Mario Maya, Sevilla (1983). Gilles Larrain

Mario Maya, Sevilla (1983). Gilles Larrain

En el marco de la XX Bienal de Flamenco de Sevilla y en colaboración con dicho evento, el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS) acoge la exposición Hacia un nuevo sueño: 1960-1980, comisariada por Juan Carlos Sánchez de Lamadrid. La muestra se puede visitar desde el 12 de septiembre y hasta el 11 de octubre 2018 en la Sala Casajús, espacio dedicado en los actualmente a la exhibición de fotografía.

Hacia un nuevo sueño es el título bajo el cual se aúna una cuidada selección de fotografías en blanco y negro de tres autores: Gilles Larrain, Cristóbal Hara y Steve Kahn. Tres nombres que han quedado ligados a la historia del flamenco por ser pioneros en retratar a cantaores y bailores de la España de los 60, 70 y 80 en su ambiente más cotidiano y natural, fijando así la mirada y poniendo en valor una realidad que hasta entonces no había sido de interés para los documentalistas locales.

Aunque estos tres artistas habían estado vinculados a otros ámbitos de la creación fotográfica, todos poseían un afán documentalista con el que supieron reflejar con habilidad el espíritu de lo jondo a través de diferentes acercamientos.

El franco estadounidense Gilles Larrain (1938) se interesó por el flamenco tras un encargo de la revista GEO Magazine, con la que viajó a España y terminó hospedándose en el ático de La Carbonería, mítico local flamenco de Sevilla. Desde allí, con una fuerte influencia cinematográfica realizó retratos muy personales donde el autor recrea el ambiente eligiendo espacios, escenarios e iluminación artificial, con la que consiguió la atmósfera de estas reuniones, así como las intensas emociones de sus protagonistas. En esta exposición se recogen copias realizadas en 1983 (vintage prints), de su primer viaje a España, además de fotografías posteriores que el autor tomó en su estudio del Soho en New York City.

Por otra parte, Cristobal Hara (1946), español de madre germana, pasó gran parte de su vida fuera de su país de origen, donde conoció el trabajo de grandes fotoperiodistas del momento. De formación autodidacta, pronto se dio cuenta que prefería un lenguaje más emocional, propio de la estética barroca española, y que se sentía más cómodo en ambientes rurales, donde jugaba con menos variables a la hora de encuadrar sus imágenes. Solía utilizar cámaras de medio formato que generaban puntos de vista muy originales en sus fotografías, algo que se aprecia en los retratos que conforman esta exposición: sencillos, directos y sin artificios conseguidos en la calle, su casa o lugares que frecuentaban los artistas más destacados de esa época.

Finalmente, Steve Khan (1943-2018), californiano de origen y volcado en el terreno de la fotografía empresarial. Llegó a Morón de la Frontera junto a un grupo de aficionados al flamenco y músicos extranjeros que, en los años 60 y 70, tuvieron la suerte de encontrar a familias como la de Diego del Gastor, que les acogieron y mostraron, tal y como era, "la vida flamenca". Desde allí, recorrió otros lugares de la geografía sevillana como Utrera o Lebrija donde pudo practicar con su fotografía directa y cercana, partiendo de una mirada muy parecida a la del fotoperiodista.

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