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Beneficios de la cocina en los niños durante el confinamiento

Beneficios de la cocina en los niños durante el confinamiento.

Beneficios de la cocina en los niños durante el confinamiento. / M. G.

Los días de confinamiento han llevado a muchos españoles a agudizar el ingenio, sobre todo a los que tienen niños, a la hora de sobrellevar la cuarentena de la forma más lúdica y entretenida posible. Muchos, además de realizar las tareas que sus maestros les encomiendan diariamente, pasan sus ratos libres imaginando juegos, bailando o dibujando. Otros, como el pequeño que hace de comer mientras su padre lo graba y cuyo vídeo ya se ha hecho viral en redes, aprovechan el confinamiento para cultivar sus dotes culinarias. Si programas como MasterChef ya habían inoculado en los más pequeños de la casa el gusanillo por la gastronomía, ahora es el momento de que los niños lleven a cabo sus pasiones gastronómicas.

El comparador de seguros de salud acierto.com ha aprovechado este contexto para analizar cómo influye la cocina en los niños.

Cocinar les enseña a comer mejor

Para empezar, es un excelente modo de conseguir que coman de todo y que sientan curiosidad por probar nuevos alimentos, algo fundamental en el camino de enseñarles el gusto por la comida sana y variada y que sentará las bases de su alimentación adulta.

Además, no sólo les ayudará cocinar sino hacer la compra y sentarse a la mesa junto a sus padres. Sí, porque todo esto les permitirá adquirir patrones alimentarios más saludables que mantendrán cuando crezcan. Contar con conocimientos culinarios también les permitirá organizarse mejor y ahorrar en la cesta de la compra cuando sean mayores.

En concreto, lo que dicen las cifras es que los niños que comparten rutinas culinarias con sus padres mantienen una dieta más variada y sana, y comen casi un 80% más de verduras, un 30% más de pollo y consumen una tercera parte de calorías. Además, cuentan con una autonomía mayor. Algo que no está nada mal si tenemos en cuenta las tasas de obesidad infantil que vienen manejándose durante los últimos años y que no dejan de aumentar a un ritmo disparatado.

Estrechar vínculos y aprender a ser responsables

Más allá de los beneficios relacionados con la nutrición, es obvio que cocinar es una actividad que une y que estrecha los vínculos familiares. Requiere concentración, trabajo en equipo, paciencia, esfuerzo y también responsabilidad si, por ejemplo, necesitamos dejar algo en el fuego durante determinado tiempo. Además, resulta entretenido y creativo. Otros puntos de responsabilidad tienen que ver con la limpieza y con la necesidad de arrimar el hombro a la hora de participar en las tareas de la casa. Enséñales a limpiar sobre la marcha y a ser multitarea.

Asimismo, favorece el desarrollo de sus destrezas psicomotoras y habilidades matemáticas como contar y medir -o distribuir el dinero de la compra-, así como la alfabetización -si leen las recetas con nosotros-. También les brinda la oportunidad de trabajar la memoria y les enseña a ser metódicos.

Hacer de casa una escuela de cocina

Ahora que la posibilidad de que los pequeños adquieran nociones de cocina en escuelas o campamentos es una utopía, se pueden aprovechar los recursos de los que se disponen en las casas para que los niños desarrollen sus habilidades culinarias y, además, pasen tiempo en familia.

Es importante tomar las medidas de seguridad necesarias. Ten en cuenta que la mayoría de accidentes infantiles se producen en el ámbito del hogar. Adapta las labores a su edad y no les dejes utilizar los cuchillos ni utensilios más peligrosos. Puedes plantearlo como un juego, con zonas prohibidas o similares que les resten puntos, sobre todo si el niño es muy competitivo. Eso sí, incúlcales siempre las normas de seguridad antes, y evita hacerlo sobre la marcha. Las reglas del juego han de quedar claras.

Adaptar las tareas según las edades

Los niños de entre 4 y 6 años que casquen huevos y los batan, que trituren patatas o similares con el tenedor, que distribuyan la harina o mantequilla por un molde, que ensarten los trocitos de carne o fruta en una brocheta, que decoren dulces, que muelan con el mortero.

Los niños de entre 6 y 8 años puede pesar, exprimir cítricos, rayar pan, estirar masas, hacer figuritas, usar las tijeras, recoger los utensilios, guardarlos y secarlos.

Los niños más mayores puedenemplatar, cortar con supervisión, usar manga pastelera, entre otras cosas.

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