Bocados de cielo

Los Reales Alcázares acogen estos días la XXIX Muestra Anual de Dulces de Conventos de Clausura

1. Dos mujeres eligen entre la gran variedad de productos de esta Muestra de Dulces de Conventos de Clausura. 2. El puesto de las jerónimas de Constantina destaca por sus productos de chocolate.
1. Dos mujeres eligen entre la gran variedad de productos de esta Muestra de Dulces de Conventos de Clausura. 2. El puesto de las jerónimas de Constantina destaca por sus productos de chocolate.
Cristina Díaz

07 de diciembre 2013 - 01:00

Fiel a su cita, un año más, el Palacio Gótico del Alcázar huele a bollos de Santa Inés, yemas de San Leandro y mermeladas de Santa Paula. El motivo, la inauguración de la XXIX edición de la Muestra Anual de Dulces de Conventos de Clausura, que se prolongará hasta mañana domingo. Desde las diez de la mañana, unos 50 voluntarios (que van desde los 85 hasta los 8 años) trabajan en beneficio de las 21 comunidades religiosas que participan este año en la muestra, ocho de Sevilla capital (las hermanas de los conventos de San Leandro, Santa Paula, Santa Inés, Santa María de Jesús, San Clemente, Ntra. Sra. del Socorro, Madre de Dios y Santa Ana) y 13 de la provincia (procedentes de Alcalá de Guadaíra, Estepa, Carmona, Écija, Marchena, Morón de la Frontera, Constantina y Osuna). "Hace unos años, sólo acudían alrededor de 15 conventos. Pero, con la crisis, ha aumentado la participación", señala Claudia Rodríguez, una de las organizadoras del evento y voluntaria desde su fundación hace 29 años. "En muchos casos, la venta de dulces y otros productos artesanales es la única fuente de ingreso que tienen las monjas de clausura para mantener el convento, poder vivir y pagar sus impuestos".

Claudia Rodríguez reconoce que la crisis económica ha afectado las ventas de estos últimos años: "Los mejores fueron 2007 y 2008. A partir de entonces, los fondos recaudados han ido a menos, aunque, los precios competitivos de los grandes almacenes, que también venden dulces navideños en estas fechas, es otra de las razones".

Según Claudia Rodríguez, en esta muestra se ponen a la venta unas 200 variedades diferentes de dulces, entre mazapanes, pestiños y mantecados, principalmente. Como novedad, este año se pueden adquirir jabones naturales, así como las clásicas mermeladas y gelatinas de las jerónimas de Santa Paula, "muy buenas para las articulaciones y que hasta los médicos recomiendan, ya que no llevan ni conservantes ni otros productos químicos, todo natural", señala Claudia Rodríguez.

Este es el tercer año en el que Ana María Martínez participa como voluntaria. Al frente del puesto de las franciscanas clarisas de Marchena, Martínez reconoce que ella "ya ha picado": "Los pestiños borrachuelos, hechos con vino oloroso, están buenísimos. Estos y las pastas son los más demandados, sin olvidar sus yemas que, sólo dos horas después de abrir, ya se han agotado".

Quince años lleva Pilar Osuna colaborando con las concepcionistas franciscanas de Santa María del Socorro. "Para mí no es ningún sacrificio venir. Son sólo tres días al año y las monjas son muy buenas", señala Pilar. "Yo soy vecina del barrio y, siempre que puedo, colaboro con ellas". Junto a ella, un matrimonio de octogenarios formado por Celia Jiménez y Francisco Carrillo no saben qué comprar, si tocinos de cielo o bombones de turrón. "Venimos desde hace más de 20 años. Es la actividad que más nos gusta de la campaña navideña y siempre nos llevamos más de los que necesitamos", comenta entre risas la señora.

Estas monjas artesanas no son ajenas a los nuevos tiempos, y entre los tradicionales dulces de chocolate de las jerónimas de Constantina destacan escudos de equipos de fútbol de chocolate. "Hemos tenido móviles blancos y negros, pero se han agotado en seguida", explica Concha Navarro al mismo tiempo que enseña un parchís hecho también de chocolate. En el mismo puesto se observan también pequeñas botellas de vinagre y aceite de oliva virgen al romero, "una de las novedades de este año", así como el licor de crema de chocolate al whisky, kirschetas y licores de naranja.

El objetivo es conseguir vender todo el género y, para ello, si las ventas resultan flojas, la muestra, igual que ocurrió el año pasado, se abrirá un día más, el lunes.

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