Un lugar para aprender a coser y sentirse como en casa
MERCERÍA
La costura creativa está de moda. El punto, el patchwork, el croché y hasta el encaje de bolillo viven su mejor momento gracias a que muchas mujeres se han enganchado a la moda del do it yourself. Pero para hacer primero hay que saber y no siempre es fácil. Los tutorioles en YouTube y los coleccionables se quedan cortos en sus lecciones y no son capaces de responder a la alta demanda que hay de estas actividades. Pero para eso está De Lana, un espacio coqueto en la Calle Procurador donde poder aprender a tejer y coser y sentirse como en casa.
En pleno corazón de Triana abre sus puertas esta mercería creativa en la que nada más entrar ya dan ganas de quedarse a vivir. Expositores llenos de lanas, colorines, un gran tapiz hecho de patchwork y una amplia mesa decoran la estancia. En torno al tablero varias mujeres se arremolinan y cuchichean acerca de agujas, puntos y patrones. Están en el taller de punto que De Lana ofrece los martes. Una profesora de Pearl Knitter, experta en la materia imparte la clase a un grupo de alumnas que no pierden puntada de las explicaciones. Les gusta el punto y quieren saber más, pero lo que más les agrada es que allí se sienten como en su propia casa. Tienen preparado café y Virginia Neira, su propietaria, las trata con dulzura y cercanía. Ella no imparte las clases, tiene que estar pendiente de las clientas que se acercan a comprar sus lanas, telas, agujas y originales botones, entre otras cosas. Pero sabe darle a las clientas lo que necesitan, su madeja de lana junto con un par de consejos.
El punto es el valor en alza de este espacio, seguido del patchwork. Para el primero hay talleres durante todo el martes, a las 10:00, uno nuevo a las 12:00 y otro a las 18:00. El curso de patchwork se reparte entre lunes (17:00), miércoles (10:00) y jueves (10:00). Entre sus talleres también se encuentran el de corte y confección de trajes de flamenca (lunes y jueves), el de encajes de bolillo (miércoles) y el de croché (miércoles). Además, en De Lana también se realizan monográficos los sábados bajo diferentes temáticas. Para Navidad Virginia ya tiene pensados unos pocos, porque la demanda es muy alta y ella, amante de los hilos y las agujas, tiene mucha ilusión en este proyecto.
Este lugar de encuentro es toda una revelación para las manos costureras porque allí no sólo encuentran un lugar donde tejer a gusto (pueden permanecer allí aunque no haya cursos), sino un sitio perfecto para pasar la tarde entre costuras y charlas.
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