Etapa 19 del Camino Olvidado: Igüeña-Noceda del Bierzo | Ante la Cruz Cercenada
Etapa sencilla que pasa ante otro punto muy interesante que vuelve a ser escenario de leyendas locales
Etapa 18 del Camino Olvidado: Fasgar-Igüeña | El Campo de Santiago, un lugar de leyenda
Inicio del Camino Olvidado desde Bilbao
Si en la etapa anterior del Camino Olvidado pudimos contemplar el escenario de la batalla entre cristianos y musulmanes, en esta jornada seguiremos el supuesto recorrido que los derrotados emprendieron hacia el sur… o eso cuentan las leyendas locales. La tradición de esta zona relata que una cruz situada en Quintana de Fuseros sufrió la ira de las huestes de Almanzor al retirarse del Campo de Santiago. Permaneció rota durante largo tiempo, como testigo de la resistencia de los lugareños. Este recuerdo, que no está ni mucho menos documentado, se ha recuperado recientemente en la llamativa figura de la Cruz Cercenada, ante la que pasaremos durante esta jornada.
El recorrido que aquí se describe no coincide con la etapa oficial. Las guías recomiendan realizar el trayecto entre Igüeña y Labaniego, de 18,7 kilómetros, pero en este caso se concluyó en Noceda del Bierzo, debido al intenso diluvio que caía en el momento de la marcha. Todo quedó en un paseo de unos 15 kilómetros, de escasa dificultad más allá del barrizal en que se convirtió el camino. La localidad nocedense cuenta con un buen albergue municipal, mientras que la meta recomendada dispone de una casa de acogida. Ambas opciones son válidas.
La etapa es ondulada, aunque no presenta tramos tan duros como en jornadas anteriores. Caminamos por los Montes de León y es normal el constante sube y baja del terreno. El desnivel acumulado empieza a ser ya predominantemente negativo. No hay pasos peligrosos y se atraviesan tres localidades, una de ellas con abundantes servicios.
Partimos del albergue de Igüeña y buscamos inmediatamente el puente que cruza el río Boeza. Al otro lado, seguimos hacia la izquierda por la carretera LE-5330. Avanzamos por su margen algo más de un kilómetro hasta encontrar un sendero que nace por el lado opuesto, a la derecha. Por un corto repecho nos despedimos del asfalto.
Por bosque, la senda nos conduce hasta un cortafuegos que debemos atravesar perpendicularmente. Dejamos una cantera a la derecha y giramos suavemente a la izquierda para superar el arroyo San Martín por un puente. Otra cuesta nos saca de la estrecha ribera. Un kilómetro después, enlazamos con una pista forestal más ancha, que seguimos durante unos 500 metros hasta una bifurcación en un claro, donde se alza la mencionada Cruz Cercenada, que trata de simular a la que supuestamente estuvo originalmente en este lugar. Nos encontramos en un punto estratégico: una encrucijada con buenas vistas de los cerros circundantes. Es el punto más elevado de la jornada con 965 metros de altura sobre el nivel del mar. Desde aquí puede apreciarse el trazado de la llamada Vía Nova, camino que conectaba con Asturias. Muy cerca de esta posición, se hallaba también el monasterio de San Martino, que ejercía de hospital de peregrinos.
Tras disfrutar del entorno, tomamos el camino de la derecha, pero a los pocos pasos nos desviamos por una trocha que nace a la izquierda. Descendemos por un robledal hacia una vaguada para, acto seguido, remontar ligeramente un desnivel y conectar con un carril más definido. Un giro en ángulo recto nos orienta hacia Quintana de Fuseros.
Antes de llegar a la población, cruzamos una pista, pasamos otra arboleda y, al descender una cuesta, alcanzamos un parque junto a un campo de fútbol. Ya estamos en el pueblo. Conviene tener en cuenta que los servicios se encuentran unas calles más atrás (si se consulta el track que acompaña esta guía, se verá que el trazado se desvía por el interior del núcleo urbano). El camino oficial continúa por el lateral de la carretera LE-4306.
Al final de la población, junto a la fuente de San Isidro (dedicada a las mujeres del campo), una pista se separa de la carretera hacia el sureste. Seguimos por ella entre campos dedicados a cultivo y ganadería. Giramos a la derecha en el segundo camino que arranca en 90 grados. Observaremos que justo ahí hay una bifurcación, con flechas que marcan al frente: esta solitaria variante se dirige a Labaniego sin pasar por poblaciones. En nuestro caso, doblamos a la derecha para enfilar un carril que nos conduce casi sin desviarnos hasta Cabanillas de San Justo. Llevamos unos 11,5 kilómetros de etapa.
Sin más, atravesamos la aldea por la calle de la Iglesia. Al salir de ella, cruzamos la LE-4306 antes de reincorporarnos definitivamente a la carretera a la altura de la ermita de la Virgen de la Vega y por ella entrar en San Justo de Cabanillas. Suena a broma, pero así se llaman estas dos pequeñas poblaciones vecinas, cambiando el orden de sus palabras.
Cruzamos el pueblecito por la calle de la Escuela, la más al norte, que nos muestra la iglesia de San Justo. Como curiosidad, uno de los pilares del soportal se apoya en un miliario romano que marca unas distancias de 30 millas romanas a Asturica Augusta (Astorga) y 20 a Bergidum Flavium (Cacabelos). Abandonamos la localidad por la calle de la Fuente.
Comienza ahora un tramo algo más agreste, con una suave subida hacia el paraje de Canaleza. Primero avanzamos por praderas hasta perder el sendero principal y luego continuamos entre robles por una trocha menos cómoda. Una bajada nos deja ante el arroyo de Cantarrana. Tras cruzarlo, retomamos un sendero más amplio que nos conduce directamente hasta el buen albergue de Noceda del Bierzo, justo en la entrada del municipio.
Como se ha mencionado, la etapa oficial continúa hasta Labaniego, pero las complicaciones meteorológicas nos obligaron a detenernos aquí. Con todo, Noceda del Bierzo, pese a su curiosa distribución en dos barrios muy extendidos a lo largo de la carretera, es un pueblo más grande y con más servicios.
Concluimos la etapa en este punto. Haberla dejado algo más corta permite recuperar fuerzas tras tantos días de caminata. El final del Camino Olvidado está ya próximo. El miliario en San Justo de Cabanillas nos lo ha recordado: 20 millas romanas hasta Cacabelos, localidad donde se une la ruta al Camino Francés. Esa distancia equivale a 29,6 kilómetros, pero realmente hay más debido a cierto rodeo que tendremos que dar más adelante. Pero eso ya lo veremos en las próximas entregas.
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