Los cien años de los mantones de Foronda en Sevilla, en una exposición

El ICAS celebra el centenario de la Casa Foronda con esta muestra, que podrá visitarse hasta el 21 de abril en la Casa Fabiola (Sevilla), y repasa la historia y fabricación del mantón de manila

Foronda celebra los 100 años de sus mantones con un desfile muy especial en Sevilla

Los cien años de los mantones de Foronda en Sevilla, en una exposición.
Los cien años de los mantones de Foronda en Sevilla, en una exposición. / Lolo Vasco

Es todo un clásico en Sevilla y acaba de cumplir su primer centenario. La casa de bordados Foronda continúa su año de celebraciones y ahora se une al desfile que hicieron el pasado abril la inauguración de una exposición conmemorativa en la Casa Fabiola. Titulada Juan Foronda, 100 años. El mantón de Manila: de Cantón a Sevilla, esta muestra se plantea como un recorrido por esta artesanal prenda que la firma ha sabido llevar por todo el mundo sin perder la esencia.

El Museo Mariano Bellver y Dolores Mejías, Colección Romántica y Costumbrista, perteneciente al Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), ha inaugurado la exposición Juan Foronda, 100 años. El mantón de Manila: de Cantón a Sevilla que, hasta el 21 de abril de 2024, exhibirá una colección de mantones, fotografías históricas y otros elementos visuales, como una cartografía de la ruta comercial por la que llegó este preciado complemento desde Manila a Sevilla.

Una muestra que tiene como objetivo celebrar el centenario de la firma Juan Foronda, uno de los comercios con más solera y tradición artesanal de la ciudad, y que nos permitirá adentrarnos en la historia y fabricación del mantón manila, una prenda de adorno femenino vinculada a la artesanía española y, más específicamente, a la sevillana, ya que es aquí donde mayoritariamente se realiza y comercializa, aunque su origen sea anterior y ajeno a la tradición de los bordados españoles.

Una imagen de la exposición conmemorativa de Foronda.
Una imagen de la exposición conmemorativa de Foronda. / Lolo Vasco

El origen del mantón de Manila

En este sentido, el origen del mantón bordado se encuentra en China, en concreto en los chales bordados que utilizaban las mujeres chinas sobre el siglo V d.C. Su nombre hace referencia a Manila, capital de la antigua colonia española de Filipinas, donde los comerciantes españoles vieron por primera vez, en el siglo XVI, estas maravillosas piezas de seda bordada y las transportaron junto con otras mercancías de Oriente hasta el puerto de Sevilla.

Ya en la ciudad hispalense empezó a añadirse a los chales chinos un adorno de flecos cortos tejidos con la propia tela. Posteriormente, la moda impuso el gusto por los flecos largos, así como otros cambios en el diseño de sus bordados, pues con su llegada a España, el mantón de Manila poco a poco fue modificando sus tradicionales motivos orientales (dragones, sapos, aves del paraíso, escenas de la vida cotidiana y otros símbolos chinos) por otros más propios del gusto europeo. Concretamente en Andalucía los motivos florales eran los más apreciados, por lo que los mantones se llenaron de vistosos jardines de variadas flores.

José y Juan Foronda, tercera generación al frente de Foronda.
José y Juan Foronda, tercera generación al frente de Foronda. / Juan Carlos Muñoz

Además, tras su incorporación inicial al uso cortesano, el mantón rápidamente se popularizó y pasó a convertirse en el accesorio imprescindible de las mujeres trabajadoras. Según la literatura y pintura costumbristas, en Sevilla fueron las cigarreras quienes extendieron el uso del mantón como accesorio de uso cotidiano, pues éstas usaban los mantones para protegerse del frío cuando comenzaban a trabajar. Sin embargo, el tiempo y la moda también han ido modificando sus usos y los han ido reservando para las grandes ocasiones.

De este modo, en la actualidad esta prenda es utilizada como un complemento esencial para cualquier evento, dándole un toque festivo, elegante y muy femenino, y los diseñadores internacionales de renombre la incorporan en sus creaciones, lo que ha logrado que una prenda de profundas raíces sevillanas tenga una proyección internacional. En tierras andaluzas, además, es costumbre llevarlo a la Feria y a los toros, pero también se usa en cualquier otro momento que requiera un atuendo especial. También es una prenda muy vinculada al mundo del flamenco, y sirve para el engalanamiento de balcones en determinadas fiestas (como procesiones del Corpus Christi o procesiones extraordinarias).

Detalles en nácar, bordados y flecos, todos los detalles de los mantones de Foronda.
Detalles en nácar, bordados y flecos, todos los detalles de los mantones de Foronda. / Juan Carlos Muñoz

Cómo se elabora un mantón bordado

En lo que respecta a su fabricación, el mantón de Manila bordado a mano en seda natural es un producto puramente artesanal, pues los mantones son elaborados con habilidad y destreza por las bordadoras, quienes los fabrican a mano, uno a uno, sobre grandes bastidores rectangulares. Una vez terminado su bordado, se procede a la elaboración del fleco que también es realizado a mano, y cuyo trabajo consiste en ir anudando hilos de seda natural para lograr enrejados y diseños comenzando por el primer nudo, que es urdido directamente al tejido, y continuando después anudando los diferentes hilos hasta formar bellísimos diseños, que serán más importantes cuanto más poblados estén de nudos y esterillas.

El desfile del 100 aniversario de Foronda.
El desfile del 100 aniversario de Foronda. / José Angel García

El centenario de la casa de mantones sevillana Foronda

Esta exposición que acoge la Casa Fabiola tiene como objetivo la celebración del centenario de la firma Juan Foronda, el establecimiento más antiguo en Sevilla capital dedicado a la fabricación y comercialización de los mantones de Manila, mantillas, velos, chales, foulards, madroñeras o complementos de novia. Su fundador fue Juan Foronda Manzanares (Berceo 1899), que a los 14 años se trasladó a Sevilla para trabajar como aprendiz en la fábrica de textiles Los Caminos. Tiempo después fundó su propio establecimiento con un socio, para en 1923 regentar en solitario un comercio destinado todo tipo de productos textiles, que termina especializándose en mantillas y, sobre todo, en mantones de Manila, y lo lleva a crear escuelas de bordado en pueblos de Sevilla, convirtiéndose en uno de los grandes referentes de este sector.

A finales de los años 40 toma el relevo su hijo Juan Foronda Blasco (Sevilla 1934) que impulsó el negocio introduciendo bordados de vivos colores que combinaban motivos cantoneses tradicionales con elementos autóctonos como las flores, una de las señas de identidad de sus productos. La extensión del negocio llevó a la apertura de cinco tiendas más, comenzando también una intensa actividad de exportación de estos iconos de la indumentaria española.

Detalles de un mantón bordado de flores de Foronda.
Detalles de un mantón bordado de flores de Foronda. / Juan Carlos Muñoz

Desde finales del siglo pasado, Juan Foronda es regentado por la tercera generación familiar, Álvaro (1981) José (1973) y Juan Foronda (1970), que han adaptado la tradición a las nuevas tecnologías, llevando el mantón a las pasarelas de moda mediante colaboraciones en colecciones de diseñadores nacionales e internacionales que, sin perder su esencia, muestran el carácter vanguardista, icónico y atemporal de estas prendas.

A lo largo de un siglo, la Casa Foronda ha obtenido numerosos premios, entre los que destacan el alcanzado en la Exposición Internacional de Artesanía de Madrid de 1953. En noviembre de 2018, el pleno de la Cámara de Comercio de Sevilla incluyó a la Casa Foronda en una lista de los 16 establecimientos más distinguidos de la ciudad. En 2020 llegó el premio de Comercio Interior de la Junta de Andalucía por su contribución al desarrollo comercial y la modernización empresarial en nuestra comunidad autónoma, y en 2022 la inclusión entre los establecimientos emblemáticos de la ciudad de Sevilla otorgada por el Ayuntamiento de la ciudad.

Cuándo puede verse la exposición

La visita a la exposición podrá realizarse de martes a domingos de 11:00 a 19:00, adquiriendo la entrada general o reducida (diferentes precios). La entrada será gratuita los domingos de 15:00 a 19:00. Además, en Navidad habrá horario especial los siguientes días: 24 y 31 de diciembre, y 5 de enero de 11:00 a 15:00. Lunes y 6 de enero cerrado.

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