El espíritu Kirksay se contagia (72-59)

Triunfo El Cajasol gana con un segundo tiempo para enmarcar Estelar El alero, clave al final, se multiplicó en defensa

Ellis busca un compañero al que pasar el balón presionado por el ex cajista Tucker.
Ellis busca un compañero al que pasar el balón presionado por el ex cajista Tucker.
Pablo Salvago / Sevilla

25 de enero 2010 - 05:02

El espíritu luchador, aguerrido y ganador de este Cajasol no tiene precio. Sin un hombre de referencia que sea capaz de ganar los partidos por sí solo, el colectivo se multiplica para poner en jaque a cualquier rival. Si a ello se suma la contagiosa fe de un excepcional Kirksay, la ecuación da un resultado fácil: pelear por los play off. El francés de pasaporte, aunque nacido en lo profundo del Bronx, se creció en un segundo tiempo para enmarcar que dio al conjunto sevillano un merecido triunfo ante el DKV Joventut, con el basket average de propina.

Y eso que hasta los últimos minutos la balanza podía decantarse de cualquier lado. Los triples de la Penya martilleaban constantemente a los de Joan Plaza, que arrastraron hasta el último periodo un preocupante problema en el rebote. Hasta 14 rechazos más que los locales cogieron los catalanes en el tercer cuarto, pero todo cambio en el acto final (51-54). Kirksay se engrandeció para estar en todos sitios, cerrar el rebote, asistir, robar balones y defender, y sus compañeros se contagiaron de ese espíritu para secar a un Joventut que se quedó en cinco puntos. Sólo dos hizo el galo (en el primer tiempo), y aun así se convirtió en el hombre del partido con sus siete recuperaciones y ocho rebotes (12 en total) en el segundo tiempo. Ni siquiera la zona que tan buen resultado le dio a Sito Alonso en la primera vuelta surtió efecto. El técnico, con la baja de última hora de Tripkovic y la consabida de Bueno, no hallaba recursos para atacar el aro cajista, que parecía disminuir de tamaño con el paso de los segundos.

Esta vez no hubo final de infarto porque el Cajasol recuperó de la mano de Kirksay su nivel defensivo hasta dejar al tercer ataque de la Liga (78,67 puntos por choque hasta ayer) en 59. Y eso que al descanso los de Badalona sumaban 42. El toque de atención de Plaza a los suyos surtió efecto a la vuelta de vestuarios. Desde ese momento se cortó la sangría desde el perímetro con una mayor intensidad atrás, y al Joventut, mermado por dentro, se le apagó la luz en ataque. Para colmo, tampoco estaba salvador Tucker. El de Ohio, inédito en el primer cuarto, despertó al final del segundo con 10 puntos en apenas dos minutos y medio. San Pablo se estremeció, pero todo se quedó en un espejismo. Ellis volvió a secar al norteamericano tras el descanso -sólo sumó dos puntos más jugando más de 38 minutos en total- y el Joventut se quedó sin ideas.

Es lo que tiene abusar de los triples: el día que no entran... El DKV se obcecó en el tiro exterior hasta el punto de no ir a la línea de personal en el segundo tiempo, y con ese recurso como única arma hay que estar muy fino para poder pelearle la victoria a un Cajasol que, en defensa, empieza a parecerse al conjunto de hace un mes.

El objetivo en cada partido es que el rival ronde los 70 puntos. En ese margen el conjunto sevillano es capaz de competir con cualquiera, aunque por lo visto en la primera mitad los de Plaza tendrían que subir un peldaño su intensidad para que el encuentro no se convirtiese en un intercambio de golpes del que, seguro, saldrían perdedores. Y lo hicieron. Cumplieron con la máxima del técnico cajista de llegar con opciones al último acto, y ahí se mostraron letales. En esos momentos el plus psicológico que ha traído consigo el entrenador barcelonés al vestuario se hizo valer frente a un equipo cabizbajo que acabó desquiciado. Un triple a tablero de Pere Tomàs y una canasta de Tucker a falta de cuatro minutos y medio (61-59) fue todo el bagaje visitante ante un Cajasol lanzado.

A partir de ahí, Kirksay tomó el mando de las operaciones atrás y Savanovic y Calloway, sobre la canasta rival. Un triple de Ellis mirando al tendido dejaba casi sentenciado el duelo, pero la ambición hispalense no se quedó ahí. Estaba en el aire todavía el average. Los cinco a ataques posteriores del Joventut se quedaron en nada, con dos recuperaciones del francés en el último minuto, mientras el base cajista, que aguantó con cuatro faltas desde mediados del tercer cuarto, remataba el recital con dos contragolpes y un quiebro a Mario Fernández que levantó la admiración de la grada.

Si las próximas cuatro citas van a marcar por qué objetivos peleará el Cajasol, los sevillanos no podrían haber comenzado mejor. Ya son quintos y miran de cara a los play off. Plaza tiene la renovación automática quedando el decimosegundo, pero bien haría el club en firmarlo ya. Sería una declaración de intenciones cara al futuro..., como con Kirksay.

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