El Baloncesto Sevilla se juega mucho este sábado en Fuenlabrada. No será la primera vez, ya que en los últimos años en los duelos con el conjunto madrileño hay mucha miga. Sólo hay que recordar el del curso pasado, cuando el plantel hispalense no remató un choque que tenía en sus manos y dio vida a un rival directo en la lucha por la permanencia. Esta vez no será tan agónico, sobre todo para los locales, pero con cuatro derrotas en otros tantos encuentros en este inicio liguero, los de Luis Casimiro están ya con la soga al cuello.

Lo están como equipo y alguno también en el plano individual. Es el caso de Anderson, que tras su mala actuación el pasado domingo ante el UCAM Murcia (valoró -8) está en boca de todos. El base no ha rendido como se esperaba en ninguno de los cuatro encuentros disputados y Miljenovic, que debía ir tomando responsabilidades poco a poco, ha debido tomar más responsabilidad de la contemplada inicialmente.

En el club no está contentos con Anderson y el canadiense-jamaicano lo sabe. Más presión para un novato en la ACB que, sin embargo, aún tiene opciones para restituir su rol ya que la entidad no dará ningún paso sin tener un recambio atado. Y el problema no es sólo hallar un sustituto. También hay que tener dinero con el que pagarle, ya que en la economía de guerra en la que se encuentra el CB Sevilla cualquier euro cuenta.

Al club ya han llegado ofrecimientos de avispados agentes, pero los tiempos pasados en los que la caja ponía lo que hiciese falta para salir adelante se han acabado. Anderson en otros tiempos estaría ya fuera del vestuario, pero actualmente para dar cualquier paso hay que hacerlo con una cierta seguridad. Una garantía de que las cuentas no se desequilibrarán y que el posible fichaje marcará diferencias, pero un jugador así vale dinero. Ergo...

Casimiro tirará con Anderson en Fuenlabrada y tendrá minutos. Quizá lejos de San Pablo se sienta más cómodo el base, pero el técnico ha aprendido la lección y le dará la manija desde el inicio a Miljenovic, mucho más dinámico y con mejor visión de juego, pese a que a veces se olvide de que no tiene tiro exterior y abuse de él. Al balcánico ya le han dicho que se centre en hacer lo que mejor sabe (asistir, penetrar y tirar de media distancia) para empezar a asumir un rol más protagonista por delante de Anderson, que ya tiene el primer aviso.