DIRECTO El resultado sobre la consulta de la Feria de Sevilla en directo

DERBI Joaquín lo apuesta todo al verde en el derbi

Cultura

Ulises en el 'Far West'

  • 'No habrá más sol tras la lluvia'. Miguel Cisneros Perales. La Piedra Lunar. Sevilla, 2014. 174 páginas. 15 euros.

Es curioso que la guerra civil norteamericana, tan presente en las producciones de Hollywood, no haya originado una literatura de similar volumen e importancia. Si bien es cierto que podemos aducir los nombres de Mark Twain, Stephen Crane y Ambrose Bierce; si bien es verdad que Lo que el viento se llevó (1936) de Margaret Mitchell es una de las obras más célebres del siglo XX, también lo es que dicha contienda no parece haber ocasionado, como en el cine, un subgénero propio. Y ello a pesar de novelas como La gran marcha de Doctorow o la obra toda de William Faulkner, donde el profundo sur late como una fuerza bíblica, como una vieja brasa, incendiaria y maligna. Dicho lo cual, he aquí que la temática de No habrá más sol tras la lluvia, firmada por el español Miguel Cisneros Perales, no es otra que la Guerra de Secesión y las numerosas úlceras, tanto físicas como sociales, que tal conflicto ocasionó en el cuerpo de la joven república del norte.

Una singularidad añadida a esta nouvelle es el trasfondo clásico sobre el que se despliega, sobre el que se estructura el relato. Dicho trasfondo es, indudablemente, la Odisea de Homero. Una Odisea, por otra parte, donde Ulises vuelve convertido en cíclope y donde su mujer, la paciente y astuta Penélope, no espere ya quizás al héroe. En rigor, el protagonista de estas páginas (páginas de clara ambición literaria, con algún exceso lírico), no cabe ser definido como heroico. Apenas como afortunado superviviente del ejército del sur, cuya derrota es también la derrota de un mundo, de un paisaje, de una América promiscua, linajuda y agraria. La victoria de los hombres del norte trae también aparejada una nueva herramienta, un forma nueva de contar la guerra. Dicha herramienta será la fotografía, en cuyos negativos, abrumados de cadáveres, se fragua oscuramente la imposibilidad de la épica. El fotógrafo que protagoniza estas páginas junto a Tennessee Hipólito, no hace sino inmiscuir esta narrativa silenciosa, esta imagen severa y fidedigna, en el viejo desorden de la guerra. A partir de ahí, la guerra se haría, como supo William Randolp Hearst, con ominosa y brillante perspicacia, en el huecograbado de los periódicos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios