Deportes

Una derrota inocua que escuece a Emery

"Nos hubiese gustado jugar una segunda opción en nuestro estadio con nuestra gente para poder de verdad medir mejor las fuerzas". Con esta frase, Unai Emery reflejó el escozor que sintió por una derrota inocua, dado que el partido que disputó en la temprana madrugada del viernes no era oficial. Pero al entrenador sevillista le gusta competir siempre y no le agrada perder nunca. El técnico guipuzcoano se quejó del césped, de que la permisividad del árbitro impidiera que su equipo tuviera continuidad en el juego y dejó entrever que el rival, un enardecido River, se contagiase del enfervorizado ambiente.

Con dos equipos mermados, pues al Sevilla le faltaban ocho internacionales y a River varios jugadores que estaban con distintas selecciones y otros tantos lesionados, el choque derivó hacia lo físico y apenas tuvo continuidad. Aun así, Pisculichi destacó en las filas locales durante la primera parte. En la segunda, el Sevilla, con muchos cambios respecto al once inicial, reaccionó y se acercó al área millonaria, e incluso sufrió un claro penalti cometido sobre Iago Aspas que pudo variar el rumbo del encuentro. Pero el árbitro paraguayo miró para otro lado.

Ya en el tramo final, el juvenil Kaprof se inventó un taconazo en un centro al área que sorprendió a su marcador, Fernando Navarro, y adelantó a River para locura de la hinchada argentina.

La producida en el Monumental, que presentó una gran entrada pese al carácter amistoso del encuentro, es la primera derrota del Sevilla en el último mes. Los blanquirrojos sumaban siete partidos sin perder desde Anoeta. La Copa Euroamericana se quedó en Buenos Aires y, al menos, sirve de aviso ante el próximo fuego real.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios