Cultura

Voces ideales de encaje y seda

Comedia lírica en tres actos. Música de Federico Moreno Torroba y libreto de Federico Romero Sarachaga y Guillermo Fernández-Shaw. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza. Dirección musical: Cristóbal Soler. Dirección de escena: Luis Olmos. Director del coro: Íñigo Sampil. Escenografía: Juan Pedro de Gaspar. Iluminación: Fernando Ayuste. Reparto: Ana Ibarra, María Rey-Joly, Juan Jesús Rodríguez, José Bros, Amelia Font, Lucía Escribano. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: Martes, 7 de febrero. Aforo: Lleno.

La ya tradicional visita del Teatro de la Zarzuela a Sevilla (que podría materializarse en una posible primera coproducción zarzuelística) nos ha traído este año uno de los títulos más populares y más vivos del repertorio, esta Luisa Fernanda que más allá de la endeblez de su argumento (que no suele ser el fuerte de las zarzuelas, todo hay que reconocerlo) permite disfrutar de toda una galería de inspiradas melodías por todos reconocibles. Desde el neocasticismo musical tan propio de aquellos años 30, Moreno Torroba rinde homenaje a una abundante serie de aires, ritmos y danzas populares puestos siempre al servicio del lucimiento de las voces, a pesar de esa tendencia tan de época de doblar a los cantantes con instrumentos que pueden acabar por taparlos. Eso le pasó en alguna ocasión a Cristóbal Soler, especialmente con las voces secundarias, no muy sobradas de volumen y engullidas por un foso demasiado fuerte. La orquesta no pasó de una prestación rutinaria, con varios desajustes en las entradas y algún pasaje solista mediocre.

Encarnando a quien da nombre a esta zarzuela, Ana Ibarra consiguió momentos de gran intensidad. Es la suya una voz amplia, ancha en el centro y con agudos bien proyectados, con leves matices de gola en el registro grave, pero siempre muy intensa en el fraseo y en la dimensión dramática (a destacar su buena cualidad como actriz en las partes recitadas). Es siempre un placer volver a escuchar en vivo a José Bros, con esos tonos solares y ese metal reluciente que tiene en su gargante, por no hablar de la elegancia de su canto y de su fina línea de canto, siempre cincelado al detalle. Con todo, me quedo con la exhibición de contundencia sonora, de belleza tímbrica y de dramatismo musical de Juan Jesús Rodríguez, brillante en toda la gama de su registro. Rey-Joly, a pesar de su fina técnica y su redondez tímbrica, quedó en segundo plano sonoro la mayoría de las veces.

Con un muy colorido y luminoso vestuario, la puesta en escena reproducía, con teconología led, los viejos telones, aunque jugando con eficacia con las luces y, sobre todo, con las sombras, de gran juego escenográfico.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios