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Cultura

La Accademia del Piacere y Arcángel se reencontrarán en un nuevo proyecto

  • La formación sevillana, que acaba de regresar de su gira europea, prepara ya un programa con el cantaor onubense centrado en las raíces árabes de la música andalusí y del flamenco

Sólo unos meses después de su edición (en mayo), Fantasías, diferencias y glosas, el quinto y por ahora último disco de Accademia del Piacere, un trabajo sobre piezas españolas del primer Barroco y del Renacimiento tardío, ha significado "un paso más", dice Fahmi Alqhai, en la apuesta del grupo sevillano por asentarse en los circuitos europeos. Ganado ya -hace años- el prestigio en España, y ante la alarmante precariedad de su escena, la formación que dirige el violagambista reforzó su proyección internacional tras la firma de un acuerdo con el sello Glossa, que editará los nuevos trabajos del grupo; y también con la gira realizada este verano por Bélgica, Alemania y Suiza.

El disco, que entre otros reconocimientos recibió el muy respetado CHOC de la Musique francés, "está generando muchos conciertos en Europa", celebra Alqhai. "Notamos una mayor aceptación, tanto por parte del público de la música antigua como del flamenco", añade sobre el "pelotazo" que supuso Las idas y las vueltas, última referencia que editó por sí solo el sello Alqhai & Alqhai, fundado junto a su hermano Rami, también violagambista; un disco que contó con la participación de Arcángel y en el que proponían un diálogo barroco/flamenco que ha sido y sigue siendo reclamado con entusiasmo en numerosos escenarios nacionales e internacionales. El álbum saldrá reeditado de manera inminente, este mismo septiembre, pero Fahmi Alqhai, que no quiere detenerse en la contemplación de lo ya hecho, prepara ahora una nueva colaboración con el cantaor onubense.

"La Accademia abrió un poco el campo para estar en mundos digamos paralelos, como las músicas del mundo o el flamenco. Y ese canal sigue abierto, nos interesa trabajar en otros proyectos que no sean exclusivamente de música antigua. Yo, además, nunca he creído en el músico que se dedica a un solo tipo de música, salvo que seas un pobre chino al que le han puesto el piano por delante y le obligan a tocarlo desde que se levanta hasta que se hace de noche... A mí me gusta vivir en un mundo más abierto, creo que es el camino que debe seguir un músico. A veces uno se siente encadenado al tipo de disciplina de la música clásica y antigua. Lo cual no quiere decir que la vaya a abandonar, evidentemente: es mi música, el lenguaje que conozco mejor. Pero es muy bonito entrar en otro terreno, y mucho más arriesgado, sí, aunque te ofrece más posibilidades no sólo de trabajar, algo que en este momento importa, sino sobre todo de crecimiento personal, de sentirte vivo como músico", dice este virtuoso de la viola da gamba, un instrumento que no había tocado en su vida cuando a los 17 años, después de muchos tocando la guitarra eléctrica en grupos de heavy, entró por curiosidad en el conservatorio, donde no tardaron en advertirle de que allí no se enseñaba a tocar ni un solo instrumento "que se enchufara". Dos años después empezó ya a dar conciertos profesionalmente.

El nuevo proyecto con Arcángel tiene mucho que ver con el pasado y las raíces del músico, nacido en Sevilla en 1976 e hijo de madre palestina y padre sirio-libanés. Después de que promotores y festivales le preguntaran insistentemente por la posibilidad de presentar un nuevo programa, Alqhai empezó a contemplarlo de verdad. "La idea es trabajar con los romances fronterizos que se hacían a mitad del siglo XV, cuando se daba un trasiego casi imparable de músicos cristianos y musulmanes. Se trata de trabajar la música andalusí por un lado y el flamenco por otro, pero siempre relacionándolos con su raíz árabe. Por eso quiero contar, aparte de con Arcángel, con una cantante siria. Hay una tradición que se mantiene en Alepo, el cante de la muwassaha, que tiene muchas similitudes con la música de Al-Ándalus. Y luego, hagamos lo que hagamos, llegarán los puristas y dirán que eso no es ni música antigua ni flamenco", explica entre risas.

Alqhai, al que le gustaría -dice- ponerle el nombre de Apache al proyecto, habla de "tender un cable", de "toda esa gente que sufre, que pierde sus casas, que muere, y de lo que siempre nos une, ahora y en el siglo XV, que es la música, el arte". Que hable de la guerra en Siria no responde precisamente a la tentación del oportunismo. Una parte numerosa de su familia vive aún allí, precisamente en Homs, la ciudad "reventada a muerte" desde que la situación en el país entró en la actual dimensión de pesadilla. "Además, nosotros somos cristianos, y allí los cristianos están siempre en medio de todas las hostias. Los míos están todos vivos, pero hay gente conocida que sé que ha muerto. ¡Coño, es que veo fotos de mi barrio! Me tiré 11 años yendo y viniendo, allí pasé mucho tiempo de mi vida".

La intención de Alqhai, volviendo ya a terrenos humanos y habitables -la música, sí-, es estrenar el programa en la próxima edición del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, entre junio y julio de 2014 (el mismo marco donde se estrenó el exitoso Las idas y las vueltas hace dos años), y sólo después de haber rodado en directo este nuevo repertorio, registrarlo en el estudio para publicar disco en el primer trimestre de 2015.

Otra próxima colaboración de la Accademia del Piacere -ésta, no obstante, aún en fase de concreción- será con el bailarín y coreógrafo cordobés Antonio Ruz. "La propuesta, de hecho, partió de él, que quería hacer un trabajo sobre la música que componían los franceses en el Barroco con influencia española. Todas esas zarabandas, chaconas, esos pasacalles... a los que se le ponía el apellido à la espagnole. En la corte de Luis XIV, todo eso fue acogido como algo fresco, algo nuevo, y musicalmente es muy interesante. Antonio, lógicamente, se encargará de la coreografía, pero desde el punto de vista contemporáneo", explica.

Proyectos no le faltan a Fahmi Alqhai. Entre otros muchos, está su disco de piezas para viola da gamba sola, que publicará Glossa entre noviembre y diciembre. "Es un programa que llevo haciendo desde que tengo 25 años. Abarca el nacimiento de la viola da gamba, su desarrollo... Hago música española, francesa y alemana, algo de inglesa, y cierro el disco con piezas que no tienen nada que ver, por ejemplo cosas de Joe Satriani y Jimi Hendrix. Porque lo que yo quiero es mostrar cuáles son los recursos del instrumento, que es muy rico y tiene muchas posibilidades. Es una pena quedarnos en los mares de toda la vida, aunque sea un repertorio fantástico y maravilloso, que lo es, claro, y ahí estará también en el disco".

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