Cultura

Tras las canciones de Manuel Castillo

El intérprete asturiano Joaquín Pixán (Cangas del Narcea, 1950), artífice de proyectos discográficos donde ha musicalizado textos de Rosalía de Castro, Ángel González, Pablo García Baena y, más recientemente, María Lejárraga, está decidido a grabar la integral de la obra vocal del compositor sevillano Manuel Castillo. "El peso que dentro de la música española tiene su producción justifica la realización de cualquier trabajo sobre ella. Y nunca se había dedicado un disco a la integridad de su canto, con sus distintos acompañamientos: no sólo piano, también chelo, clarinete o cuarteto de cuerdas".

Todo este empeño parte -continúa- del pianista Alejandro Zabala, que será su compañero de viaje en el apartado instrumental. "Zabala es uno de los grandes pianistas e investigadores de este país, en la tradición de Félix Lavilla y Miguel Zanetti. Es un orgullo que me haya invitado a colaborar con él", expone. No es la primera vez que Zabala y Pixán se alían en el rescate y puesta en valor de la canción de concierto para voz y piano: juntos han llevado a los atriles, por ejemplo, los versos del poeta Ramón Cabanillas y los Cantares gallegos de Rosalía de Castro.

Manuel Castillo, Premio Nacional de Música en 1959, compuso una ingente obra vocal donde abrazó incluso el dodecafonismo. Nacido en 1930 en Sevilla, fue discípulo de Norberto Almandoz, estudió en Madrid con Conrado del Campo y siguió formándose en París con Nadia Boulanger y Lazare Levy. Profesor de Historia y Estética de la Música a partir de 1954, su nombramiento dos años después como catedrático de piano del Conservatorio Superior de Sevilla, del que fue director entre 1968 y 1978, reforzó sus vínculos con esta ciudad, en cuya madurez musical jugó un papel capital.  

"Castillo fue uno de los compositores más representativos de su generación y prolonga la estela de los grandes autores andaluces, como Falla y Turina. Firmó 130 obras, de todos los géneros y estilos, excepto óperas. Para sus colegas de los ámbitos culturales, como los compositores Tomás Marco y Antón García Abril, es un autor muy valorado", recuerda Pixán, a quien le fascina "su lenguaje diáfano y transparente, lo que no significa que sea sencillo", y su fidelidad a una estética propia, "que no se dejó encorsetar ni por las vanguardias más experimentales ni por el conservadurismo, y donde expresó los infinitos matices de una compleja vida espiritual".

Entre las creaciones de Castillo que Pixán y Zabala tienen previsto registrar figuran varias canciones sobre textos de escritores andaluces. Desde clásicos como Luis de Góngora, Juan Ramón Jiménez, Manuel Machado, Federico García Lorca y Luis Cernuda, a contemporáneos del sevillano como José María de Mena, Manolo Barrios, Antonio Tovar y Manuel Lozano, "autores de mucho fuste que están ahí por derecho propio, no sólo por ser amigos. Todos ellos le inspiraron obras muy hermosas".

En su última etapa, Castillo experimentó con la no tonalidad y con criterios más vanguardistas, prosigue. "Precisamente fue Machado del que se sirvió para componer sus canciones de más dificultad interválica y, sin lugar a dudas, más contemporáneas".

El libro-disco se abriría, sin embargo, con tres canciones de Juan Ramón Jiménez: Árbol íntimo, La niña dejada y La luna en el piano, e incluiría también tres cantigas de Alfonso X.

En el largo camino recorrido desde que comenzaron a idear esta aventura en 2006, Zabala y Pixán han contactado con discípulos de Castillo, como Ana Guijarro, catedrática de Piano del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. También con el padre Ayarra, "que estrenó sus obras para órgano y al que hemos propuesto grabar en la Catedral de Sevilla una de las canciones para voz y órgano. Ayarra ha sido siempre un valedor esencial de la obra de Manuel Castillo", prosigue Pixán. También ha sido muy satisfactoria la relación con la familia del compositor, concretamente con su sobrino Gonzalo Girón Castillo, que administra el legado. "Esos fondos fueron cedidos al Centro de Documentación Musical de Andalucía, que dirige Reynaldo Fernández. Una vez fueron catalogados, la Junta nos envió las canciones, y a partir de ahí hemos relanzado el proyecto". Junto a esa colaboración de la Consejería de Cultura, aspiran a conseguir alguna aportación del Ayuntamiento de Sevilla para la producción del disco.

"Queremos grabarlo entre enero y febrero de 2014 pero no podemos abordar el proyecto si no tenemos cerrada completamente la financiación. Este tipo de productos, de libro-disco con interés artístico y cultural, no se puede plantear si no está subvencionado, como la ópera y tantas otras cosas. Es un proyecto largo en el tiempo y su precio rondaría los 25.000 euros. De momento, nos hemos centrado en la parte artística. Hasta ahora, siempre había logrado la financiación antes de grabar el disco, mostrando el proyecto, como sucedió con el que dediqué monográficamente en 2010 a Pablo García Baena con música de compositores contemporáneos como Raquel Jurado, Zulema de al Cruz y Juan Medina, o el de Rosalía de Castro, en el que colabora la Xunta de Galicia", detalla el tenor.

La crisis ha trastocado por completo el mapa de las ayudas públicas y el cantante no descarta recurrir al micromecenazgo para sacar adelante el disco. "Podría ser una solución que lo financien aquellos a los que interesa el producto, eso supone una personalización de la compra", reflexiona.

PixÁn comenzó a cantar a los 7 años acompañado de una gaita y a los 20 años despegó su carrera profesional. Es un artista poco frecuente en su manera de entender el canto y la gestión del mismo: ha logrado crearse un espacio propio en la canción de concierto por la naturaleza de su voz y su sensibilidad, y no ha dudado en encargar obras a compositores como García Abril, que le escribió un ciclo de canciones para voz y orquesta que grabó en la capital británica con la London Philarmonic Orchestra dirigida por López Cobos.

"La canción española no tiene la fuerte tradición del lied ni la firma de un Schubert pero es maravillosa. Basta ver las canciones que escribió Falla y que he grabado junto a Rosa Torres Pardo en el disco dedicado a la escritora María Lejárraga". Un patrimonio que él aspira ahora a enriquecer con las aportaciones de Manuel Castillo.

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