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En la calle feria El certamen visita el 'mercadillo del jueves'

En la rectal final de Zemos98

  • Proyecciones, conciertos y encuentros en torno a distintos aspectos de la cultura audiovisual se sucederán este fin de semana en el cierre del festival sevillano

Hasta hoy, el ritmo de la programación ha ido creciendo y la actividad frenética de ayer da paso a la recta final: estamos en Zemos98, y aún nos queda todo el fin de semana de festival para presenciar proyecciones y encuentros en torno a lo audiovisual, conciertos y conferencias. Pero la cita empezó duro: el lunes, día de la inauguración, habían apostado por uno de los creadores más singulares del teatro español, Roger Bernat, que venía con Pura coincidencia, una personalísima puesta en escena de Insultos al público de Peter Handke. ¿Qué pasó allí? Todo y nada. Esperamos 20 minutos para entrar en la sala mientras nos filmaban; luego, dentro, esperamos otro rato y a continuación comenzó a aparecer un texto proyectado sobre una pantalla en la que nos explicaban que nosotros éramos el público -hasta ahí bien- y que nuestras expectativas de ver una obra no iban a ser cumplidas. Allí no se iba a desarrollar ninguna obra. Allí no iba a pasar nada. A partir de ahí todo fue un poco caótico porque el público se aburría y era incapaz de mantener la atención en... nada. Pero la pregunta ya estaba lanzada: ¿qué buscamos cuando vemos una obra de cualquier formato? ¿Qué público somos y qué expectativas queremos saciar?

El martes, el Petit Cirque del gran Laurent Bigot nos ofreció el mayor espectáculo del mundo en formato mesa-camilla. No solamente es un músico e improvisador electroacústico impresionante sino que es un auténtico mago de la ilusión. Por su pequeño circo pasaron fieras, trapecistas y funámbulos, bailarinas y todo tipo de peonzas y proyectiles que tenían una misión específica: uno, la creación de los sonidos que, amplificados, componían la improvisada partitura y, dos, crear un mundo en miniatura, también ayudado por la iluminación, que realmente cautivara. Lástima que dejasen entrar a casi un centenar de personas a un espectáculo que apenas admite 15 ó 20.

Ayer fue el día más trepidante y más de calle del festival. Zemos98 salió al mercadillo del jueves en la calle Feria con un puñado de propuestas. Aunque todo quedó un poco deslavazado -la puntualidad y organización entiendo que no era la prioridad-, la mañana fue perfecta para pasear y encontrarse de pronto con el variopinto grupo de silbadores que acompañaban a Gema López, sí, sólo silbaban; o pararse ante la emocionante intervención que el Colectivo Migrantas ha dejado, en forma de gran cartel, en una de las paredes de la calle.

Como decía más arriba, aún nos queda el fin de semana. En la magnífica web (http://festival.zemos98.org) del festival y en su blog se pueden ver imágenes, e ir a los enlaces más interesantes de todas las propuestas.

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