XXI Temporada de conciertos de abono. Programa: Concierto para piano y orquesta nº 2 en Do menor, op. 18, de S. rachmaninov; Sinfonía nº 5 en Re menor, op. 47, de D. Shostakovich. Piano: Nikolai Lugansky. Director: Pedro Halffter. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: Jueves, 12 de mayo. Aforo: Casi lleno.

Interesante programa el de esta semana en los atriles de la ROSS, que presenta la cara y la cruz de la música rusa de los primeros años del siglo XX. El último romanticismo de Rachmaninov ante el realismo soviético de Shostakovich. La estética tachada de burguesa por la Revolución frente al modelo de sinfonismo proletario.

Todo un logro en el haber de la dirección artística de la ROSS el posibilitar que podamos escuchar (a pesar del piano) a una de las indudables estrellas actuales del pianismo como es Nikolai Lugansky, al que ya nos gustaría poder disfrutar en solitario. Lejos de bascular su versión de la efusiva partitura de Rachmaninov hacia el lado más exaltado, Lugansky optó por una visión más contenida, instrospectiva, recreándose en el fraseo y dosificando con meticulosidad las transiciones dinámicas. La articulación fue siempre clara y definida, de una transparencia impoluta. Halffter le secundó con una dirección muy detallista y cuidadosa, consiguiendo de las cuerdas unos de los más bellos sonido que recordamos (violines en sordina en el Adagio, por ejemplo).

Con Shostakovich salió a relucir la dimensión orgiástica del sonido Halffter: acentuó los contrastes dinámicos y dio rienda suelta a los decibelios de la percusión, pero en esta ocasión la propia obra pide este grado de exageración expresiva rayana con la ironía.