El PSOE logra afianzar su mayoría en las principales mancomunidades
El alcalde de Villamanrique ya preside la de residuos, con los votos de PSOE, IU y parte de C's El de Sanlúcar podría asumir Fomento y los de Salteras y Umbrete seguirán al frente de Aljarafesa
Constituidos los plenos de los ayuntamientos y de la Diputación tras las elecciones municipales de mayo, llega el turno a las mancomunidades, que se encargan de cubrir importantes servicios públicos. En el Aljarafe, ya ha quedado constituida la Mancomunidad del Guadalquivir, que asume la recogida o gestión de los residuos sólidos urbanos en 27 municipios de la comarca y es la única que, por ahora, se ha adaptado a la Ley de Racionalización y Sostenibilidad Local, que se aprobó en 2012 y que, en teoría, era de obligado cumplimiento para estos entes desde junio de 2015, a la espera de que el Tribunal Constitucional, al que se recurrió, se pronuncie. En esta nueva etapa estará presidida por el alcalde de Villamanrique de la Condesa, el socialista José Solís, elegido en la sesión constitutiva que se celebró el pasado martes.
Pero, a diferencia de otras veces, el PSOE no tenía garantizada de entrada la mayoría absoluta. Con la reforma, el pleno ya no está conformado por un representante de cada Ayuntamiento, que se elige según la mayoría de gobierno, sino por todos los grupos que tienen concejales en cada municipio, con sus respectivos votos, de manera proporcional. De esta forma, el regidor manriqueño contaba de entrada como candidato con 977 votos del PSOE y el PP con 705. Pero Solís sumó los 296 de IU y algunos más de Ciudadanos -con 188, pero que votó dividido- para garantizarse la presidencia frente al otro candidato, el alcalde de Pilas, José Leocadio Ortega (PP). Fuentes de esta formación pusieron el acento en que el acuerdo entre el PSOE e IU es muy relevante, una "pinza", según la definieron, que posiblemente se visualizará en otros entes y en la organización de la junta de gobierno, con una vicepresidencia para la federación, apuntaron, y subrayaron la importancia de una gestión "transparente" y "seria" también aquí.
El proceso de adaptación a la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local no se ha culminado en las otras dos mancomunidades estratégicas en la comarca y que, antendiendo a lo que marca la legislación, ya se debían haber constituido: la del Aljarafe -de la que depende la empresa instrumental Aljarafesa, que se encarga del ciclo integral del agua- y la Mancomunidad de Fomento y Desarrollo del Aljarafe, renombrada como de Servicios del Aljarafe y que, entre otras cosas, gestiona el servicio comarcal de Bomberos o el área de prestación conjunta del taxi en el Aljarafe. Se constituirán de la forma tradicional, con un representante por municipio y, como el PSOE gobierna en la mayoría de los pueblos, está más claro que no tendrá problemas para liderarlas. El proceso de adaptación de sus estatutos tendrá que afrontarse de forma inmediata, con la aprobación de los mismos en los plenos de cada pueblo. En su día, el PP se negó a aprobar esa adaptación de los estatutos a la reforma local y, también, a la Ley de Autonomía Local de Andalucía, con la que la Junta ha intentado blindar algunos aspectos frente a la nueva ley. La aprobación en todos y cada uno de los plenos de los ayuntamientos es preceptiva, antes de que los estatutos pasen por la Diputación.
En este contexto y salvo sorpresas o cambios de última hora, ya se ha apuntado quién podrían ponerse al frente de las mismas en esta nueva etapa. Así, el nombre que, por el momento, está sobre la mesa para presidir la Mancomunidad de Servicios del Aljarafe es el de Raúl Castilla, el alcalde socialista de Sanlúcar la Mayor, que sustituirá al camero Rafael Recio. No sería la primera vez que un regidor sanluqueño presida este ente. También lo hizo Juan Escámez, entre 2003 y 2007.
En lo que respecta a la Mancomunidad del Aljarafe y a su empresa instrumental Aljarafesa, podrían constituirse a finales de este mismo mes de septiembre o principios de octubre y, en principio, la apuesta del PSOE es que sigan al frente de las mismas los alcaldes de Salteras, Antonio Valverde, como vicepresidente de la Mancomunidad -tal y como están los estatutos ahora, la presidencia es para el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos- y el alcalde de Umbrete, Joaquín Fernández Garro, como vicepresidente ejecutivo de la empresa Aljarafesa. Ambos llevan una larga trayectoria en los puestos y conocen bien la entidad, ejemplo en la gestión de este servicio público.
Uno de los aspectos que cambiala nueva reforma local tal y como está es que las mancomunidades no podrán tener cargos políticos liberados, es decir, que puedan percibir una retribución por su labor y parece que, en principio, será así en la del Guadalquivir. Pero las retribuciones sí podrían mantenerse, en principio, en las otras dos, hasta que se adapten a la ley.
Por delegación de competencias de los ayuntamientos, estas mancomunidades manejan un importante presupuesto y personal y se estima que, dadas las limitaciones financieras de los consistorios, ganarán peso en los próximos años ya que tienen más capacidad para prestar servicios con eficiencia y a menor coste y para realizar inversiones. Aunque no han escapado a los problemas de financiación de otros entes locales y, en algunos casos, han tenido que afrontar planes de ajuste.
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