Nada ha cambiado en el proceder del Ayuntamiento para proteger a los vecinos del ruido provocado por la movida. Así, al menos, lo asegura la Plataforma por el Descanso, que critica que las últimas actuaciones municipales contra los bares de copas que incumplen la normativa, en las que se clausuraron doce establecimientos de estas características hace dos fines de semana, ocho de los cuales ya han vuelto a reabrir, sólo responden a la manera de hacer habitual, como explica Emilia de la Serna, portavoz de este colectivo: "Es lo que ha pasado siempre, la única que actúa es la Línea Verde de la Policía Local y luego en Medio Ambiente se tira a la basura ese trabajo". Desde esta plataforma que persigue el derecho al descanso se tachan de "irrisorias" las sanciones impuestas a los locales y añaden que el Ayuntamiento ha creado un problema que ahora no sabe solucionar.

Esta asociación, que ya criticó muy duramente la polémica ordenanza Contra la Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones que entró en vigor en noviembre por proteger, según advirtieron, a los infractores y a las actividades contaminantes, asiste ahora con escepticismo a las últimas actuaciones llevadas a cabo en distintas zonas de movida, como la Alfalfa, el Arenal o la Alameda de Hércules, para que los bares cumplan las leyes y ordenanzas para garantizar el derecho al descanso de los residentes: "Es una vergüenza. No se ha solucionado el problema. Lo que hay es una apariencia de que se está actuando. El Ayuntamiento tiene que garantizar la calidad ambiental y el derecho al descanso".

En una cosa sí coinciden con los dueños de los bares: en la presunta arbitrariedad que se está cometiendo por la que se está sancionando a unos establecimientos y a otros no. "En eso tienen razón. Tienen que actuar contra todos. El Ayuntamiento ha creado un problema: ha quitado a la mayoría de los técnicos e inspectores, ha sentado las bases para multiplicar las actividades contaminantes y los veladores y, además, ha enseñado a la hostelería que puede hacer lo que le quiera", sostiene de la Serna.

Una de las cuestiones que critican más duramente es la de las sanciones impuestas, que oscilan entre los 1.500 y 6.000 euros: "Son de risa. La sanciones no pueden ser tan bajas como para que compense incumplir la ley. Además, la Ley de Potestades Administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos de los municipios de Andalucía, incide en que cuando hay riesgo para los bienes, para la seguridad e integridad física de las personas o para la salud pública, se consideran faltas muy graves. Todos estos bares están provocando un daño impresionante a muchas personas, incumplen su propia licencia y la Ley Antibotellón. Lo que hay es un blindaje al que incumple".

La Plataforma por el Descanso tampoco comparte dos de los argumentos ofrecidos por los bares para censurar los cierres: que se dañe al empleo y el de la falta de apercibimiento: "En Sevilla se han multiplicado en los últimos años los bares y los veladores y ha subido el paro. El 90% es autoservicio. En cuanto a lo de precintar directamente, cuando tu coche está mal aparcado la grúa no te avisa. Se lo lleva directamente. Hay que cumplir con la ley".