Sevilla

La siesta

  • Muchas personas tienen por costumbre dormir la siesta para reponer energías antes de incorporarse al trabajo o para mitigar el calor que provocan las altas temperaturas del verano

"La siesta es un hábito, una costumbre, no es una necesidad fisiológica", así la define Georgina Botebol, especialista en Neurofisiología clínica. Para muchos dormir un periodo de tres horas por la tarde es lo habitual, siendo las preferidas las de 4 a 6 horas, aunque es discutible que esto sea lo más sano. Georgina Botebol lleva 28 años tratando temas relacionados con el sueño, dice que en la actualidad existe en el mundo científico un debate sobre si se debe dormir o no la siesta.

Uno de los motivos que justifica el "echar un cabezadita" es que fisiológicamente después de comer en el organismo aumenta la somnolencia por el riego sanguíneo, a esto se le denomina ciclo de la vigilia del ser humano, que hace que se produzca el sueño. Este comportamiento no puede considerarse como dormir la siesta, porque ocurre normalmente de una a tres de la tarde, momento previo al que se suele aprovechar para dormir.

Entre otros factores, la siesta es una práctica que se adquiere dependiendo de la actividad laboral que la persona tenga, las costumbres culturales y las condiciones climatológicas de donde se viva. Georgina trabaja en el área de Traumatología del Hospital Virgen del Rocío, dice que "una persona que trabaja por la tarde no puede habituarse a dormir durante este tiempo aunque quiera, y en los países fríos como Finlandia tampoco es común que la gente duerma por la tarde". Por lo tanto, dormir la siesta no es una necesidad.

La siesta consiste en descansar de veinte a treinta minutos en el día y en un lugar cómodo como un sillón o un sofá. No es recomendable acostarse en la cama, porque si se excede este período la persona puede verse afectada y tener inconvenientes para conciliar el sueño por la noche. Según la especialista, dormir la siesta está recomendado clínicamente a personas como los niños y ancianos, -porque son etapas de la vida donde dormir es necesario para el cuerpo-, y también para algunos enfermos que sufren patologías del sueño como la narcolepsia.

El hábito de reposar por las tardes es una costumbre que se vuelve más frecuente en temporadas donde el calor es más fuerte, ya que la somnolencia afecta más en los días pasivos y cuando se pasa mucho tiempo inactivo.

Desde el año 2007, la Asociación de Hosteleros de Sevilla, con el objetivo de compensar los meses de temporada baja en este sector y facilitar la estancia de los turistas y las personas que están en la ciudad durante los meses del verano, implantaron la campaña denominada Dormir la siesta. Participan en esta iniciativa unos 40 hoteles que ofrecen habitaciones desde las tres hasta las ocho de la tarde a precios módicos, para que los clientes puedan dormir la siesta.

Este año la campaña se inició en el mes de junio y para algunos no ha obtenido buenos resultados. Así lo expresa María Gracia, recepcionista del hotel Alcázar de la Reina, situado en la Plaza de Lasso de Carmona: "El precio por habitación es de 50 euros, desde las cuatro hasta las ocho de la tarde. El cliente tiene acceso a la sauna y la piscina, el pago debe hacerse directo. Desde junio que se inició la campaña de la siesta, en este hotel ha tenido poca acogida, ya que solamente dos personas han hecho uso de ella".

En el hotel Alfonso XIII, ubicado en la calle San Fernando del casco antiguo de la ciudad, aún es pronto para saber el rendimiento de este servicio. Por el momento, en el tiempo que lleva desarrollándose el plan de dormir la siesta, escasas personas lo han utilizado."Es poco el tiempo y las personas que vienen a dormir la siesta, por lo que todavía no puedo evaluar los resultados", comenta Pedro Rodríguez, jefe de recepción.

El precio por este servicio es de 117 euros, en él se incluye dormir cuatro horas en una de las habitaciones normales. La reserva debe hacerse a través de la Asociación de Hosteleros de Sevilla.

El panorama cambia en el hotel Abba Triana, situado en la barriada de Triana, donde este plan se puso en marcha hace un mes. Alrededor de cinco personas solicitan a diario este servicio. "Los clientes que lo utilizan son empresarios que vienen a descansar después de un viaje o una reunión", comenta Ángel Lizuain, recepcionista del hotel. Los clientes pagan 35 euros por la habitación y pueden dormir desde las tres hasta la ocho de la tarde.

La misma situación impera en el hotel Barceló Renacimiento, el cual ofrece la oferta de una habitación triple, de tres a siete de la tarde, por 64 euros incluyendo un menor de doce años gratis. Para Rafael Ramírez, recepcionista en este lugar, la oferta de la siesta no ha tenido mucha demanda ya que hay días que nadie la contrata. Además, la oferta es nueva y aún no ha tenido repercusión en el mercado. Entre los clientes de este hotel se encuentran las familias que visitan Isla Mágica y que por las altas temperaturas buscan resguardarse del calor. Muchos aprovechan la cercanía de ambos lugares para descansar y, porqué no, para dormir la siesta.

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