El Consejo de Cofradías propone una carrera oficial con casi 500 sillas menos; apuesta por la creación de dos zonas especiales para minusválidos, aunque admite que las medidas de los pasillos no cumplen con la normativa de accesibilidad; plantea la apertura de puertas abatibles para facilitar la evacuación del público en caso de emergencia hacia el interior de la propia carrera, y promete una señalización minuciosa de los itinerarios recomendados en caso de incidentes. La institución cofradiera, que preside Adolfo Arenas, ya ha remitido a la Gerencia de Urbanismo la solicitud oficial de ocupación de la vía pública para la Semana Santa de 2010. Este año se adjunta el estudio de seguridad que han realizado los arquitectos técnicos Ubaldo Espino y Juan Manuel Macías -de la firma Geysur- con la finalidad de salvar las irregularidades denunciadas por el secretario del Ayuntamiento. Dichas anomalías impedirían a la comisión ejecutiva de la Gerencia seguir avalando la carrera oficial tal como se ha organizado en los últimos años.

La documentación arranca con una carta del presidente del Consejo en la que se reconoce que por motivos de "urgencia" no se ha atendido una demanda clave para el fedatario municipal: "No se ha podido desarrollar el propósito de elaboración y tramitación de un Plan Especial para la ordenación de la carrera oficial".

En ningún caso se plantea la necesidad de suprimir sillas para ganar espacios libres, potenciar la seguridad y reducir el efecto avispero que tantas veces se ha criticado de la carrera oficial. El Consejo omite cualquier cifra sobre este particular, pero el cotejo de los planos de 2009 con los que presenta para el próximo año revela la supresión de casi 500 asientos.

La carrera oficial, como ya avanzó Diario de Sevilla, aparece dividida en cuatro sectores: Campana, Sierpes, Avenida y Plaza Virgen de los Reyes. La clave de esta división es argumentar que en ninguno de estos tramos se superan los 20.000 asistentes, por lo que se evitan las disposiciones del Reglamento de Policía y Espectáculos Públicos del año 1982 y las del decreto de normas de autoprotección de 2007. El Consejo de Cofradías pretende huir en todo momento de ambas normativas al resultar las más perjudiciales para sus intereses. El estudio de seguridad -que desarrolla el concepto de aforo sostenible- informa del índice máximo de ocupación de cada tramo de la carrera oficial (salvo de la Plaza de San Francisco) y realiza una estimación del mínimo.

De la lectura de todo el dossier se deducen dos aspectos claves: los técnicos consideran la carrera oficial como una "instalación efímera". En ningún caso abordan aspectos relacionados con la seguridad y el montaje de los palcos de la Plaza de San Francisco, los palcos de la Avenida o las tribunas de la Campana y Filella, que son estructuras permanentes durante toda la Semana Santa. La intención de los técnicos del Consejo al obviar estos sectores es nuevamente evitar la aplicación del temido reglamento de 1982 y seguir abonando la tesis de que la carrera oficial es una estructura efímera que es "desmontable día a día".

El informe considera que la carrera oficial es una "infraestructura que facilita el ejercicio de derechos fundamentales y que satisface una profunda tradición histórica esencial de la ciudad". El estudio hace hincapié en que las instalaciones de la carrera oficial son "ocasionales y eventuales", así como que están "sólo constituidas por sillas y un escueto vallado".

Los técnicos proponen la creación de dos zonas especialmente concebidas para los minusválidos: en la calle Pedro Caravaca, al final del pasillo de acceso para los abonados de Sierpes, y en la calle Federico Sánchez Bedoya, perpendicular a la Avenida. El estudio reconoce que la normativa de accesibilidad exige pasillos de 1,50 metros (permitiendo que puedan ser de 0,90 metros, pero sólo en caso de obstáculos muy específicos) y que el cumplimiento taxativo de esta disposición crearía un "problema". Los pasillos entre las parcelas de sillas tienen una anchura de 0,90 metros. Sólo los traseros cuentan con 1,20 metros.

La gran mayoría de los pasillos de la carrera oficial mantendrán las medidas actuales, siempre según el estudio presentado ante Urbanismo, salvo el de la Campana que conduce a San Eloy y el que discurre junto al magnolio de la esquina de la Catedral, que sí serán ampliados. La novedad principal es que casi todos los pasillos tendrán tarimas para evitar la invasión de estos espacios clave con sillas, una medida que ya se había puesto en práctica en algunos sectores en los últimos años.

Todas las vías de evacuación estarán perfectamente señalizadas. Las salidas consideradas como habituales estarán marcadas con letreros de color verde. Las de emergencia lo estarán en rojo. El Consejo plantea la necesidad de contar con puertas abatibles en todos los sectores para facilitar la evacuación del público hacia el interior de la carrera oficial en caso de emergencia. Se sigue contando con los parkings para cochecitos de bebé que hace unos años creó la Delegación de Fiestas Mayores para evitar que fueran obstáculos en los pasillos.

Se anuncia también un refuerzo de la seguridad. La carrera oficial de la pasada Semana Santa contó con 46 auxiliares y 10 vigilantes privados. Según este estudio, la del próximo año tendrá 118 auxiliares y 26 vigilantes privados. Las nuevas propuestas de seguridad supondrán una inversión extra para la institución cofradiera de 9.112 euros, según se precisa en el dossier.