Poder comer y dar de comer. Esta acción tan cotidiana y básica no siempre puede llevarse a término fácilmente. Desde que se quedó en paro hace unos tres años, Israel Osuna, vecino de Alcalá de Guadaíra, ha intentado en vano conseguir un empleo para mantener a sus tres hijos. La última opción, a falta de tres meses para que expire la ayuda familiar que recibe, montar un negocio de hostelería junto a su mujer, Sandra de los Reyes. Un bar para el que ya tiene local en propiedad pero al que hay que realizar obras, ya que está en bruto. Tras denegarle la financiación en los programas para emprendedores del Ayuntamiento alcalareño y en los bancos, a sus 36 años, Osuna ha acudido a la plataforma virtual Lánzanos y ha convertido su idea empresarial en un proyecto de crowdfunding, gracias al cual pretende recaudar los 20.000 euros que necesita para poner en pie la Taberna El Colorao.

Con práctica en el sector de la hostelería desde los 13 años, su camino profesional derivó hacia la construcción como escayolista y albañil. Más tarde, comenzó a trabajar en la fábrica de colchones Flex, que finalmente cerró sus puertas en la localidad para ser trasladada a Portugal, quedando en situación de desempleo.

Con su mujer también en paro y tres hijos de 10, 8 y 4 años a su cargo, este vecino ha subsistido a base de "chapuzas" y ha barajado en varias ocasiones salir de España para prosperar, pero su desconocimiento de otros idiomas y la falta de oportunidades laborales para él en algunos de los destinos previstos le impidieron llevar esta idea a cabo.

Ante la falta de apoyo institucional y de las entidades bancarias, confía en la colaboración ciudadana para conseguir reformar el local ubicado en el barrio de La Paz de Alcalá de Guadaíra. Para ello, basta con entrar en la web de lanzanos.com y apoyar su proyecto con un mínimo de 5 euros.

Los interesados en colaborar disponen de 85 días para hacerlo. El importe de cada apoyo no será cobrado hasta que concluya este plazo y siempre y cuando se alcancen los 20.000 euros buscados. "Con 4.000 apoyos que consigamos se habrá conseguido el reto", detalla Anabel Osuna, hermana del emprendedor y quien le animó a sumarse a la plataforma on line. El dinero se empleará para la reforma integral del local y maquinaria necesaria para la puesta en marcha del negocio. "La obra será íntegramente realizada por mi hermano Israel y familiares, por lo que la mano de obra corre de nuestra cuenta", añade.

Este crowdfunding se publicó el 8 de enero y en tan sólo seis horas obtuvo los 100 votos necesarios para pasar al sistema de apoyos, 310 personas le dieron a Me gusta en Facebook y alcanzó unos 20 retuits.

Taberna El Colorao pretende convertirse en un bar de tapas diferente. Para ello, Israel Osuna quiere ofertar en los desayunos y comidas especialidades difíciles de encontrar y elaborar a precios lowcost con el fin de llegar a todo tipo de público. "Una de las iniciativas será regalar con la bebida una tapa, seguramente de cabrillas, una de nuestras especialidades... y el precio de la tapa oscilará del euro a los dos euros", explica Anabel Osuna.

No sólo la ubicación física de la taberna es importante para darse a conocer (el establecimiento se encuentra junto a la A-92), por eso, la comunicación a través de las redes sociales e internet será significativa para la comodidad del cliente. Para ello, se creará una aplicación y una página web a través de las cuales se podrá reservar mesa, indicar el menú deseado para que cuando llegue el comensal todo esté listo y hacer pedidos e indicar la hora de recogida en el local.

Aquellos que aporten dinero a la causa serán recompensados por ello. Así, quien ayude con 5 euros recibirá dos desayunos completos y aparecerá en la lista de agradecimientos de la web; para quien ofrezca 10 euros el premio será un bono de cuatro desayunos y aparecer en la lista. Las recompensas irán aumentado en cantidad de beneficios según sea el aporte dado, por ejemplo, además de aparecer en la lista de agradecimientos, aquellos que colaboren con 250 euros obtendrán un almuerzo o cena para 10 comensales, dos tapas para cada persona, bebida para cada uno más chupito.

Poder trabajar, pagar la hipoteca y las facturas es el fin último de esta campaña que, lejos de pedir imposibles, Israel Osuna ha iniciado por el bien de su familia.