Cultura

Viaje por la memoria del 'antiguo muchacho'

  • El director Sigfrid Monleón propone en un documental un recorrido sensorial por la poesía de Pablo García Baena y el Grupo Cántico

En la década de los años 40 surgió en Córdoba uno de los grupos poéticos más destacables de la literatura española. Sin embargo, la poesía barroca, intimista y sensual de Cántico pasó desapercibida en su época, desplazada por la lírica tremendista y de corte social de posguerra. En 1957, la revista que fundaron Ricardo Molina, Juan Bernier, Julio Aumente, Mario López y Pablo García Baena cerró por falta de repercusión y la voz del grupo cordobés, que era una nota discordante en el panorama literario nacional, quedó silenciada durante décadas. Hasta que en los años 70 los Novísimos rescataron a estos autores y les dieron su primer reconocimiento.

Ahora el director valenciano Sigfrid Monleón (La isla del holandés, La bicicleta, El cónsul de Sodoma) recupera al grupo poético a través de su memoria viva y máximo exponente, Pablo García Baena, con un documental titulado Cántico que cuenta con la producción del también cordobés Antonio Hens. La película está planteada como un diario de rodaje que cuenta cómo se ha construido: desde "las primeras frustraciones de los encuentros interrumpidos con Pablo", cuando el poeta no accede a participar porque cree que el proyecto llega "demasiado tarde", hasta que deja pasar a su casa al equipo, acepta ser grabado por las cámaras y "nos hace las confesiones sobre el momento en el que se encuentra", señala Monleón.

Hacía años que el director había proyectado hacer un documental sobre García Baena. Esa idea se cruzó con la de Hens, que quería homenajear a Cántico, y de ahí surgió esta cinta de 80 minutos de duración que se estrenará en la Seminci de Valladolid. Finalmente "he conseguido hacer la película de Pablo García Baena, que no sólo es el único superviviente del grupo, sino también el poeta que al final, porque ha vivido más años, ha conseguido una obra más rotunda y más coherente", confiesa Monleón.

El proceso ha sido largo, de al menos dos años, y el resultado es una película sobre Cántico en la que destaca el autor de Antiguo muchacho "como antorcha estética del grupo". Monleón no conocía personalmente a García Baena pero había descubierto su poesía hace unos 20 años gracias a Ana Rossetti, que le invitó a "leerlo en profundidad". A raíz de eso también halló a los demás integrantes de Cántico.

La película hace un viaje sensorial por la poesía del autor -que ha obtenido el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el Reina Sofía y el Federico García Lorca-, y muestra la estética de juventud que compartía con el resto de poetas que se asoció en torno a la revista Cántico. El documental tiene una parte histórica en lo referente a la formación del grupo y la configuración de su ideario estético (estaban influenciados por Góngora, la Generación del 27 y el modernismo), pero también tiene una dimensión presente, es decir, exalta a García Baena como poeta hoy, a sus 93 años.

El director añade que se trata de "un poeta al final del camino, que guarda un libro inédito que no sabe si quiere que sea póstumo o lo publicará en breve". Así, la película es un retrato del autor en la actualidad pero también de su memoria, "de lo que ha sido su experiencia como poeta, la del grupo que fueron sus amigos y sus años de formación en torno a aquella revista insólita y mítica cordobesa que es Cántico", a la que se unieron más tarde los pintores Miguel del Moral y Ginés Liébana y los poetas Vicente Núñez y José de Miguel.

En la cinta se incluyen imágenes de archivo que pertenecen a la "infinidad de álbumes personales" de García Baena, con fotos que nunca han sido publicadas ni expuestas: "Él busca, maneja y convoca los recuerdos a través de la visita de estas imágenes", apunta Monleón. Hay también instantáneas de la Córdoba de la época procedentes de documentales, pero ésta "no es una película basada en el archivo, sino que trata de contar al poeta en su dimensión presente, la vigencia de su poesía".

La película tiene la forma de un diario de rodaje "movida por las circunstancias" porque "al principio no fue fácil" llevar a cabo la idea. El director recuerda que "Pablo tardó en darnos un sí ya que consideraba que la película llegaba tarde porque todos sus amigos de Cántico habían muerto y además él se sentía viejo". Monleón y Hens lo convencieron poco a poco, incluso algunas veces no los quiso recibir y los dejó en la puerta de su casa hasta que finalmente lo sedujeron y "Pablo, que a pesar de su edad es un hombre coqueto, por fin aceptó tener la cámara delante y abrir su privilegiada memoria, su gran sentido del humor y su capacidad de observación sin igual sobre una época y sobre la propia poesía, porque ésta es una película básicamente sobre la poesía".

Hay muchas anécdotas que han llamado la atención de Monleón, aunque sobre todo destaca los momentos de evasión que vivían los miembros de Cántico cuando, "en contra de esa realidad gris o más bien negra y triste que les ha tocado vivir en una posguerra que no termina nunca, muestran su vitalidad en sus escapadas a Trassierra". Al director le asombró "esa forma de relacionarse como grupo, en el que además la mayoría de ellos son homosexuales y comparten el mismo gusto por la literatura" y su "singular forma de escaparse y entrar en contacto con la naturaleza".

Por otra parte, resalta el periodo de casi 20 años en el que García Baena dejó de escribir, al igual que el resto del grupo. "Cuando fracasa la aventura de la revista y la cierran en los años 50 porque no tiene eco", el autor de Rumor oculto monta una tienda de antigüedades en Torremolinos llamada El Baúl. A Monleón le ha gustado indagar en esos años de silencio y comprobar "cómo el poeta sigue siendo poeta aunque no escriba". De hecho, muchos de sus poemas posteriores "pertenecen a la experiencia de vida de esos años en la costa malagueña, años junto al mar, de vivir más libre que en un contexto más cerrado como el de la Córdoba que había dejado atrás", manifiesta.

En la cinta tiene un protagonismo especial Juan Bernier (La Carlota, 1911-Córdoba, 1989), el mayor del grupo, que refleja a través de su Diario la gestación de las primeras tertulias y encuentros. "Es un hombre con mayor experiencia de vida, que ha hecho la guerra, y la visión que hay en su Diario de esos primeros años de juventud del grupo es muy importante para poner en contexto lo que será el nacimiento de la revista", señala Monleón. Ese Diario también destaca, apunta el director, al "poeta mayor del grupo, que será Pablo García Baena, el antiguo muchacho, el chico que le ha deslumbrado desde que lo viera en las calles de Córdoba siendo apenas un crío de 14 años y con el que luego se reencuentra en la Biblioteca Municipal ya como un ávido lector de poesía". Esa voz de Juan Bernier ayuda además a interpretar algunos de los primeros poemas importantes de García Baena, como Tentación en el aire.

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