EL TIEMPO Llegan temperaturas de verano a Sevilla en pleno mes de mayo

PERMITAN que regrese a Página 2. No es una salida por la tangente. Pero visto como está el patio, parece muy sensato, en días como hoy, aludir a este programa que el próximo domingo llegará a su edición número 48. Sin alharacas. Sin hacer ruido mediático. ¿Cuántas de las 47 ediciones anteriores de Página 2 han disfrutado? ¿Entre veinte y treinta? ¿Entre veinte y diez? Si han visto menos de diez, y consumen habitualmente televisión, háganselo ver. Con independencia de sus contenidos, Página 2 es un programa que merece la pena ser visto. Formalmente está tan cuidado, es tan elegante, que a mí me presentan un espacio de un tema que ni me va ni me viene con semejante envoltorio y no tengo menos que echarle un vistazo. Pero es que, además, se interesa por el mundo de los libros. Y lo hace sin ninguna pose, sin un ápice de pedantería. Las entrevistas con Oscar López son una delicia, y encima las parten en dos trozos para no incomodar al espectador. Para hacerlo todo digerible y fluido. Desirée de Fez comenta las adaptaciones literarias al cine, ahora Asfixia, antes Quontum of solace o Retorno a Brideshead, con claridad y desparpajo. Hasta la agenda cultural se realiza de un modo muy original.

En la última entrega la invitada fue Anna Gavalda, autora francesa nacida en 1970 que está vendiendo muy bien su última novela, El consuelo. ¿Es el amor el único consuelo?, preguntó Oscar en el espléndido set montado en el aeropuerto. "No hay otro", respondió ella, "aunque algunos lo busquen en la religión o en el dinero".

Para nosotros, en estos días de marras también lo es la existencia de un programa como Página 2, impertérrito al desaliento. Hecho con mimo y con respeto. Como si estuviese en el punto de mira de la mayoría. Aunque nunca llegue ni a un 2 por ciento de la audiencia.

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