Sevilla

Trifulca en Santa Justa

  • Los taxistas de la estación inician una huelga en protesta por las multas que les impuso la Policía Local

  • La tensión acabó con el diálogo entre las partes

La Policía, ante la estación de Santa Justa.

La Policía, ante la estación de Santa Justa. / J.A. García

Suele ocurrir cada vez que faltan pocos minutos para la llegada de un tren. La cola de taxis de la estación de Santa Justa sobrepasa, de largo, la parada habilitada para este tipo de vehículos, y sigue por el lateral de la terminal, paralelo a la vía de servicio de la avenida de Kansas City. Ayer, primera jornada de Sicab, era un día fuerte para los taxistas. Sobre las once y cuarto de la mañana, la fila de taxis casi le daba la vuelta a la estación. Una pareja de la Policía Local denunció a varios vehículos. Cuatro según la versión oficial del Ayuntamiento, diecisiete según los taxistas.

El motivo de la sanción es, literalmente, "estacionar obstaculizando gravemente la circulación en lugar señalizado con prohibida la parada por señal vertical". Así figura en los boletines entregados por los agentes a los taxistas. 200 euros de multa. Los conductores denunciados aseguran que el tiempo de parada es mínimo, de apenas dos minutos, que es lo que dura la cola en ir avanzando a medida que los primeros taxis van recogiendo clientes. La Policía sostiene que los vehículos estaban parados delante de la zona de carga y descarga de la estación y de la zona por la que entran y salen las personalidades VIP. Es decir, cometiendo una infracción de tráfico que ha de ser castigada según la legislación vigente.

La tensión entre ambos colectivos fue aumentando. Los taxistas se unieron para pedir a los policías que retiraran las denuncias, a lo que éstos, obviamente, se negaron. Los agentes enviaron refuerzos y los taxistas, en ese momento, se pusieron en huelga. Dejaron de recoger clientes y cortaron el tráfico en parte de los accesos de la terminal. No dejaron pasar al autobús del aeropuerto, mientras los viajeros de los trenes que iban llegando pedían explicaciones a los agentes de la Policía Local, que nada habían oído antes acerca de una huelga de taxistas en la terminal ferroviaria. "Ande un poco hacia allí y seguramente encuentre algún taxi libre por la calle o en la parada de alguno de los hoteles", explicaba un policía local a uno de los viajeros, señalando hacia la avenida de Kansas City y el hotel Ayre. "¿Pero qué ha pasado? ¿Se han puesto en huelga de repente?", seguía el ciudadano, incrédulo. "Mire usted, se niegan a coger a nadie, ¿qué puedo decirle yo? Esto sólo pasa en la ciudad sin ley", replicaba el policía, alejado ya del tono conciliador empleado en el principio de la conversación.

Así pasaron casi tres horas y media. La tensión siguió creciendo, se unieron más taxistas y cuentan algunas fuentes que hubo un conato de paro similar en el aeropuerto de San Pablo, un lugar en el que el conflicto del taxi ha sido tradicionalmente mucho más áspero que en Santa Justa. Los ánimos se calmaron por dos razones. La primera, la llegada de los antidisturbios de la Policía Nacional. La Unidad de Intervención Policial (UIP) desplegó varios furgones en la puerta principal de la estación. Los policías dejaron su espacio a los taxistas, se quedaron a varias decenas de metros, pero su mera presencia impone. La segunda razón fue la voluntad de ambas partes por alcanzar una solución negociada y consensuada. La entrada a la estación se despejó y los autobuses de Tussam pudieron seguir pasando con cierta normalidad durante toda la mañana, aunque los taxis seguían parados.

Tanto la Policía Local como el taxi son servicios que dependen de la delegación de Movilidad y Seguridad. Altos cargos de esta área municipal se desplazaron a las inmediaciones de la terminal ferroviaria para tratar de hallar un punto de encuentro. Entre ellos, el director general de Emergencias, Rafael Pérez. Finalmente, una conversación entre el presidente de la Unión Sevillana del Taxi, Fernando Morales, y el intendente de la Policía Local Alfonso Cortés puso fin a la protesta. El taxista le transmitió al policía las quejas de su colectivo y se comprometió a trabajar para que no vuelva a repetirse lo ocurrido allí. El policía le mostró su disposición al diálogo y al entendimiento.

Al filo de las dos de la tarde, Morales reunió a su gente, con el intendente a su lado. Se formó un corrillo en la explanada de la estación, con decenas de taxistas pendientes de las explicaciones de su representante. "Este hombre -dijo, señalando al uniformado que estaba junto a él- es el jefe de tráfico de la Policía Local. Trabajamos a diario con él. Le he comunicado todos los problemas que tenemos los taxistas y él está dispuesto a facilitarnos el trabajo y a dialogar con nosotros", comenzó el presidente de la asociación mayoritaria del sector. "Fernando, es que la actitud chulesca que tienen y la prepotencia con la que nos tratan es inadmisible, que esto no viene de hoy solamente", le dijo un taxista, quejoso del comportamiento de los policías denunciantes.

"Bueno, nosotros tenemos que estar en nuestro sitio también, ¿eh?", dijo Morales. "Aquí lo estamos, Fernando", respondió un conductor. "Eso es, llevamos mucho tiempo sin ningún conflicto", alegó otro. El presidente de la Unión Sevillana prosiguió su discurso. Dijo que pedirá al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) que abra una zona que actualmente está cerrada al tráfico para que la cola de taxistas pueda seguir en este lugar sin causar incidencia alguna al tráfico. "Eso está cerrado cada dos por tres. Cuando no viene la Cospedal viene otro y salen por ahí", le espetó un taxista.

Morales siguió. Añadió que la Policía Local se había comprometido a partir de ahora a tener una actitud más dialogante. "Si es que no molestábamos, las multas de hoy se las ha inventado ese tío, hombre", expuso un taxista, que asegura que siempre es el mismo agente el que los denuncia y teme que haya más multas cada vez que este policía se los encuentre por la calle. "Bueno, este hombre me ha transmitido que a partir de hoy eso va a cambiar".

"¿Y qué pasa con las multas de hoy?", preguntaron varios. "Se estudiarán, y ya se verá. Y la asociación va a estar detrás vuestra apoyándoos", concluyó Morales. Ahí acabó la huelga. El representante de los taxistas de Santa Justa, Emilio López Benito, lamentó que sea esa la única forma que tienen de hacer presión. "Esto es un goteo continuo. No ha sido sólo hoy". Los taxistas volvieron al trabajo. El conflicto con la Policía Local quedó, al menos, enfriado.

La Unidad de Intervención de la Policía Nacional, desplegada en la estación de Santa Justa.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios