La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), sindicato exclusivo en el ámbito penitenciario, ha informado este viernes de los graves hechos acaecidos ayer en el Centro Penitenciario de Alcalá de Guadaíra, donde los funcionarios extinguieron un incendio y salvaron la vida a las internas del módulo 1.

Los hechos sucedieron sobre las tres y cuarto de la tarde, hora de descanso de las internas, cuando una de ellas comenzó a golpear fuertemente la puerta de su celda situada al fondo del módulo 1, a la vez que llama por el interfono pidiendo ayuda. Inmediatamente suben los funcionarios del departamento, que detectan que sale humo de la última celda, rápidamente cogen los extintores y al abrir la puerta se encuentran con el colchón, colchas, sabanas y ropa ardiendo en la puerta de la celda que provoca una humareda muy densa.

"Con gran esfuerzo y profesionalidad", ha destacado el sindicato, los funcionarios del departamento, poniendo en peligro su integridad física y su vida consiguen sofocar el incendio y salvar la vida de la interna, que presenta diversas quemaduras en pies, rodillas, brazos y espalda. Debido a la gran humareda ocasionada se tuvo que evacuar el resto de celdas de las galerías ocupadas por internas, siendo trasladadas al patio del módulo para preservar su integridad física y vida.

Rápidamente se traslada a la interna que ha provocado el incendio, al departamento de Enfermería del Centro Penitenciario, que tras ser atendida por los servicios médicos del centro, realizando las primeras curas, es trasladada en ambulancia a la unidad de quemados del Hospital Virgen del Rocío.

Debido a la magnitud del incendio, se presentaron dos camiones de bomberos y tras enfriar la celda, procedieron a ventilar la prisión usando grandes ventiladores, felicitando a los funcionarios de servicio por su actuación.

La APFP ha denunciado que los funcionarios de prisiones arriesgan sus vidas a diario para salvaguardar la de los internos, "careciendo de los medios necesarios, con una formación insuficiente para actuar como bomberos y una escasa cantidad de efectivos para afrontar estas situaciones en la que la vida y la muerte se resuelven en breves minutos. Nuestras funciones están reguladas en el Reglamento Penitenciario de 1981, sin que estas actuaciones estén contempladas, por lo que urge una regulación actualizada de nuestras funciones, tal y cómo pidió APFP al Defensor del Pueblo y a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias", ha asegurado.

El sindicato reclama al Ministerio del Interior el reconocimiento de los trabajadores penitenciarios como agentes de la autoridad; la adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI con la aprobación de pistolas táser y un incremento de las plantillas para ajustarlas a las necesidades reales de los centros penitenciarios para minorar las agresiones que padecen los trabajadores penitenciarios, así como una actualización retributiva con la equiparación salarial con sus de Cataluña, dado que a "igual trabajo igual salario".