DIRECTO Jueves Santo en Sevilla, en directo | Semana Santa 2024

El tiempo El tiempo en Sevilla para el Jueves Santo y la Madrugada

Andalucía

Auge y caída de los magnates del petrodólar en la Costa del Sol

  • La apertura de juicio oral contra el exvicepresidente sirio Rifaat El Asad cierra el ciclo de una generación de oriente medio que llevó el lujo, el derroche y la sospecha a la Costa del Sol

  • Compras millonarias, negocios ruinosos, colaboración con los servicios secretos internacionales y comercio de armas alimentan el historial de unos nombres que ya son leyenda.

El Shaf of London del Rey Salman de Arabia Saudí (el primero de gran tamaño a la izquierda de la imagen) atracado en Puerto Banús. Detrás, la urbanización Benabola una de las principales propiedades de Rifaat el Asad en Marbella.

El Shaf of London del Rey Salman de Arabia Saudí (el primero de gran tamaño a la izquierda de la imagen) atracado en Puerto Banús. Detrás, la urbanización Benabola una de las principales propiedades de Rifaat el Asad en Marbella.

¿Se acabó la baraka (suerte)? El auto del juez José de la Mata que procesa a Rifaat el Asad por presunto blanqueo de capitales en la Costa del Sol marca la caída de una generación que llevó los ecos de las mil y una noches a Marbella. Eran los años 70. Las ignotas sociedades tribales de la península arábiga acababan de tomar las riendas de los precios del petróleo y se habían convertido en multimillonarias. Necesitaban lugares en los que dar salida a sus fortunas lejos del rigor doméstico y Marbella era el enclave perfecto. Comandados primero por Ricardo Soriano Sholtz von Hemensdorff, Marqués de Ivanrey, y después por su sobrino Alfonso von Hohenlohe, aristócratas y figuras del espectáculo habían convertido un pequeño pueblo de pescadores en un destino internacional del lujo, la fiesta y la buena vida.

Así es como llega la familia real saudí y detrás de ella los nuevos millonarios del desierto, nubes de conseguidores, intermediarios y figuras de diverso pelaje. Son los años del jeque Zayen bin Sultan Al Nahyan, de David Shamoon, del expresidente de Líbano Rafiq Hariri y de los kuwaitíes con Salem Al Marzouk a la cabeza, pero también de Raymond Nackachian, Adnan Khashoggi, Reda Alaywan o Monzer Al Kassar.

Enseguida acometen grandes inversiones patrimoniales. A los multimillonarios del petrodólar les gustan mucho las fincas y el ladrillo. El auto del juez de la Audiencia Nacional José María de la Mata desvela que nada más poner un pie en Marbella, Rifat El Asad compra 244 plazas de aparcamiento. Después vendrían muchas inversiones más, hasta un total de 507. Todas, según el auto de procedimiento abreviado, presumiblemente producto de los capitales obtenidos a través de la extorsión, las amenazas, el contrabando, el expolio arqueológico, el tráfico de drogas y el desfalco del tesoro nacional sirio.

Pero mucho antes de que el tío del actual presidente de Siria se fijara en Marbella, la generación del petrodólar ya tenía importantes posiciones en la Costa del Sol. El rey Fahd de Arabia Saudí, hermano del actual monarca, había veraneado varios años en la clínica hotel Incosol cuando en 1978 compró una parcela de 600.000 metros en Estepona a través de Asturion Foundation, el trust con sede en Liechtenstein que gestiona los activos globales de la familia Saud. En esos suelos, supuestamente, tenía previsto levantar su residencia de verano, idea que luego desechó porque el palacio saudí se construyó finalmente en Marbella.

El Rey Salman Bin Abdulaziz Al-Saud de Arabia Saudí, en 2011, en Marbella en 2011. El Rey Salman  Bin Abdulaziz Al-Saud de Arabia Saudí, en 2011, en Marbella en 2011.

El Rey Salman Bin Abdulaziz Al-Saud de Arabia Saudí, en 2011, en Marbella en 2011.

Los terrenos de Estepona todavía son propiedad de la casa real saudí que planea una macrourbanización de 1.400 viviendas y hotel de lujo marcada por el gafe desde el primer segundo. En junio de 2008 el Ayuntamiento y Asturion Foundation firmaron un convenio para desarrollar la finca, catalogada como urbanizable en el PGOU, a cambio de 8 millones de euros. 24 horas después fue detenido el alcalde de Estepona, Antonio Barrientos (PSOE), acusado de corrupción en el caso Astapa. Aunque el acuerdo fue respaldado después por el pleno municipal, todavía no se ha podido colocar un ladrillo. La Ley de Ordenación Urbana de Andalucía (LOUA) impide proyectar viviendas que excedan el 30% de la población empadronada y esas casi 1.400 superarían ese tope. Fuentes locales confirman que los ocho millones entregados por los saudíes siguen en depósito 11 años después, a la espera de que algo cambie. Aunque sea la ley.

Adnan Khashoggi: La marca de lujo y noche de Marbella le debe mucho. Fue detenido por ocultar capitales del dictador filipino Ferdinand Marcos

Adnan Khashoggui. Hijo de un médico de la corte saudí, magnate de la noche marbellí esencial en muchos conflictos internacionales de los años 70 y 80. Adnan Khashoggui. Hijo de un médico de la corte saudí, magnate de la noche marbellí esencial en muchos conflictos internacionales de los años 70 y 80.

Adnan Khashoggui. Hijo de un médico de la corte saudí, magnate de la noche marbellí esencial en muchos conflictos internacionales de los años 70 y 80.

Este interés por la tierra también cautivó Adnan Khashoggi. Traficante de armas y personaje esencial en grandes conflictos internacionales de los años 70 y 80 como el caso Irangate. No se puede discutir que tuvo olfato cuando compró 900 hectáreas de monte en Benahavís, entonces un pueblo minúsculo y perdido de la geografía andaluza.

Allí construyó Al Baraka, una majestuosa residencia con vistas al mediterráneo que una vez detenido en Suiza en 1988, a instancias de Estados Unidos por ocultar fondos del dictador filipino Ferdinand Marcos, fue subastada a petición del banco de Jehda por 4.000 millones de pesetas (24 millones de euros). Aquella finca es ahora La Zagaleta, una urbanización que presume de ser la más lujosa de Europa, en la que se venden villas a 25 millones. La Fiscalía norteamericana finalmente rebajó los cargos contra Khashoggi y en 1990 un juez lo absolvió de los delitos de extorsión y fraude. Pero ya nunca más fue el mismo. Tampoco volvió a Marbella. Fue el primero del boom del petrodólar en desaparecer. Murió en 2017 en una clínica de Londres. Atrás quedaba la vida de lujos y fiestas que creó la mitología de las mil y una noches en Marbella, sus aviones privados y el Nabila, el fabuloso yate que llegó a aparecer en la película Nunca digas nunca jamás de James Bond, que en la época de dificultades vendió apresuradamente al sultán de Brunei, a quien años después se lo compró Donald Trump. Ahora pertenece al multimillonario Al Waleed Bin Talal, uno de los príncipes detenidos durante la purga del heredero saudí.

Monzer Al Kassar: Conocido como El príncipe de Marbella, su chalé de Puerto Banús fue intervenido a petición de EEUU

Monzer Al Kassar poco antes de ser extraditado a Estados Unidos, donde cumple una condena de 30 años de prisión. Monzer Al Kassar poco antes de ser extraditado a Estados Unidos, donde cumple una condena de 30 años de prisión.

Monzer Al Kassar poco antes de ser extraditado a Estados Unidos, donde cumple una condena de 30 años de prisión.

El juego de luces y sombras, fascinación y sospecha que siempre acompañaba a aquellos magnates nunca fue útil con Monzer Al Kassar. No se tuvo que esconder bajo el sustantivo de magnate como sucedía con otros. Era El príncipe de Marbella hasta que en 7 de junio de 2007 se le acabó la baraka y fue detenido por vender armas a la guerrilla colombiana en una operación que no fue más que una simple trampa urdida por la DEA. España lo extraditó a Estados Unidos. El auto de la Audiencia Nacional que autorizaba la extradición hacía constar que había facilitado armas a grupos de Nicaragua, Brasil, Chipre, Bosnia,Croacia, Somalia, Irán e Iraq.

Una década después la Audiencia Nacional atendía una comisión rogatoria del juez de Nueva York que lo había sentenciado a 30 años de cárcel y se incautaba de Mifadil, el fabuloso chalé próximo a Puerto Banús en el que había vivido con su familia desde 1984. Hasta entonces había acumulado al menos un par de condenas por tráfico de drogas y terrorismo en el Reino Unido y Francia, pero sobre todo había logrado dar esquinazo a múltiples investigaciones, entre ellas el secuestro del buque Achille Lauro. Sus colaboración con los servicios secretos de varios países, entre ellos España, era un secreto a voces. En 1986 negoció la liberación del geo y los dos funcionarios de la Embajada de España en Beirut secuestrados. Se le relaciona, además, con los transmisores ocultos en dos lanzamisiles que permitieron la operación Sokoa, el mayor golpe a ETA hasta 1986.

También fue en los 80 cuando el libanés Reda Alaywan compró La Resinera, una finca de 7.000 hectáreas enclavada en Benahavís. Fue negocio fabuloso de humo y artificios. Anunció que allí levantaría el parque de atracciones La Montaña Mágica. Incluso corrió el rumor de que sería el emplazamiento de Disney en Europa. A finales de 1987 presentó en sociedad el proyecto: 65.000 millones de pesetas (390 millones de euros), 2.500 empleados e inicio de las obras en el primer trimestre de 1988. Además, viviendas de lujo, golf y clínica privada. Nunca se hizo nada. A Alywan se le torcieron las finanzas, el Aresbank ejecutó el crédito hipotecario que le había concedido y se quedó con La Resinera que finalmente adjudicó al Libyan Foreign Bank en 1995.

Alaywan nunca estuvo de acuerdo con el embargo. Acudió a los tribunales, llegó hasta el Supremo y logró una sentencia que obligaba al Aresbank devolverle unos suelos que ya no tenía. Inició entonces un segundo pleito que concluyó con una indemnización de 10,7 millones a su favor. La batalla dejó al Aresbank al borde del precipicio. Los socios españoles vendieron su participación y el Libyan Foreign Bank, que ya era accionista mayoritario, asumió el control del 99,8% del banco en 2007. Con dinero contante y sonante en el bolsillo, Alaywan inició otros negocios también ruinosos. Compró los hoteles de lujo Los Monteros y Las Dunas. Cosechó dos sonados fracasos.

Mientras, el Gobierno libio planteaba construir en las 500 hectáreas urbanizables de La Resinera 2.500 viviendas, campo de golf y hotel, pero tampoco tuvo el viento a favor. Primero el Plan de Ordenación Territorial de Andalucía (POTA) redujo el número de unidades. Después cayó el general Muamar Gadafi y, finalmente, Libia se hundió en el caos. Pese a todo en 2012 trataron de reactivar el proyecto que supuestamente se presentó a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento. Lo cierto es que hoy, siete años después, el arquitecto municipal de Benahavís, Javier Sáinz, afirma que no ha vuelto a saber nada más. De hecho, el plan general de ordenación urbana (el primero de la zona que sale adelante bajo el paraguas del POTA) no incluye el desarrollo de La Resinera. El pueblo crecerá los próximos años a un ritmo de una vivienda por hectárea y en tres direcciones: el entorno del hotel Villa Padierna, propiedad del empresario Ricardo Arranz, en los suelos de los Shamoon, la familia de origen iraquí dueña del mítico hotel Marbella Club, y en los de Tomás Pascual, el fundador de Leche Pascual.De las 7.000 hectáreas de La Resinera, 6.500 están protegidas, igual que sucede con La Máquina, la finca de 3.300 hectáreas de Rifaat El Asad emplazadas también en Benahavís, frente a la antigua Al Baraka de Adnan Khashoggi.

Rifaat el Asad: La Audiencia Nacional le acusa de haber blanqueado 700 millones en la Costa del Sol.

Rifaat El Asad, exvicepresidente de Siria y tío del actual mandatario. La Audiencia Nacional ha abierto juicio oral contra él por presunto blanqueo de capitales. Rifaat El Asad, exvicepresidente de Siria y tío del actual mandatario. La Audiencia Nacional ha abierto juicio oral contra él por presunto blanqueo de capitales.

Rifaat El Asad, exvicepresidente de Siria y tío del actual mandatario. La Audiencia Nacional ha abierto juicio oral contra él por presunto blanqueo de capitales.

La Máquina es solo una de las 500 propiedades que ha reunido El Asad en la Costa del Sol desde su llegada en 1984, presumiblemente con 300 millones en el bolsillo: 200 detraídos de los presupuestos oficiales sirios y 100 logrados mediante un préstamo concedido por Libia bajo la apariencia de una transacción económica entre ambos países. El juez De la Mata alude también a “múltiples actividades delictivas” desarrolladas por Rifaat El Asad tanto en Siria, como después, ya exiliado en España donde mantenía pasaporte diplomático y estatus de vicepresidente hasta entrados los años 90. Amasó una fortuna valorada en 700 millones que el magistrado considera que escondió detrás de sus hijos y familiares y bajo una alambicada estructura societaria manejada desde paraísos fiscales.

Reda Alaywan: Compró 7.000 hectáreas para un parque de atracciones que nunca construyó

Raymond Nackachian. Su hija Melodie fue secuestrada en 1987. Ha vivido hasta el final de sus días en la Costa del Sol. Murió arruinado. Raymond Nackachian. Su hija Melodie fue secuestrada en 1987. Ha vivido hasta el final de sus días en la Costa del Sol. Murió arruinado.

Raymond Nackachian. Su hija Melodie fue secuestrada en 1987. Ha vivido hasta el final de sus días en la Costa del Sol. Murió arruinado.

Mucho más discreto que el resto de la generación del petrodólar, desde que en 2000 murió su hermano Hafez y su sobrino Bachar subió al poder se hizo casi invisible. Logró también invisibilizar a sus hijos, protagonistas de numerosos altercados en la Costa del Sol en las décadas anteriores. La última bronca conocida tuvo lugar el 1 de septiembre de 1999. Su hijo Sirwan fue detenido junto a varios de sus guardaespaldas por enfrentarse a agentes de la Policía Local de Marbella. En 2004 Sirwan se sentó en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 4 de Málaga. Aquel día solo le acompañaba el libanés Raymond Nackachian, el padre de Melodie, la niña secuestrada en Marbella en noviembre de 1987 por una banda de marselleses comandada por Louis Camerini. Sirwan fue condenado a 18 meses de cárcel por atentado. La sentencia se notificó el 2 de junio de 2004. Ese mismo día su primo, Bachar el Asad, presidente de Siria, asistía en Córdoba a la inauguración de la exposición El esplendor de los omeyas cordobeses. Junto a él, las máximas autoridades españolas.

La causa judicial contra Rifaat el Asad confirma el ocaso de aquella generación de magnates crecida al calor del petróleo que con sus luces y sombras dominaron un tablero al que ya no son invitados. Ahora, el juego es de los jeques.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios