Cicuta para las becas Séneca
Recortes en Eduación
El Gobierno retirará la asignación al plan de movilidad entre las universidades el próximo curso. Con casi mil alumnos, Andalucía es la primera comunidad en estudiantes con esta ayuda.
Hay experiencias que determinan una carrera. O toda una vida. Y hay vivencias que sólo son posibles si existe un respaldo económico que las favorezcan. Ésta era -en pasado- la razón primera de las becas Séneca, las ayudas económicas del programa de movilidad de los centros universitarios españoles (Sicue) que, desde su creación por iniciativa de la Conferencia de Rectores en el año 2000, han favorecido el intercambio de conocimiento y el crecimiento personal de miles de estudiantes.
El anuncio del Gobierno de que eliminará la convocatoria de becas Séneca para el próximo curso 2013-14 [este año se ha destinado a este programa 6,67 millones] supone un hachazo más al sistema educativo español y un nuevo argumento para esa cada vez más amplia masa crítica que acusa al Ejecutivo de Rajoy de expulsar de los estudios superiores a los hijos de familias sin recursos. Un sector de la población que, según revela los frustrantes datos de la EPA, no para de crecer. Si la mediación de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) y la presión social no lo impide, éste será el último curso de unas ayudas económicas que sólo este año están aprovechando unos 2.050 estudiantes (a razón de 500 euros de ayuda cada uno) y que suponen para las arcas públicas una partida de algo más de 10 millones de euros.
Más allá del cruce de acusaciones propias del fango en el que está inmersa la política, lo cierto es que Andalucía es una de las comunidades más afectadas por la medida. Si no la más. Del total de alumnos beneficiarios con expendientes académicos favorables para la obtención de esta beca, las universidades andaluzas -con Sevilla, Granada y Málaga a la cabeza- reciben este curso 2012/13 a unos 500 y envían, con destino a otros centros del estado español, a 450 estudiantes. Una lectura comparativa entre comunidades, según datos de la Dirección General de Universidades dependiente de la Consejería de Economía e Innovación, pone a Andalucía a la cabeza de ambos rankings: es la comunidad que lidera la recepción de estudiantes becados, seguida de Madrid y Cataluña; y es de las más activas en la emisión de becados por la Séneca, seguida, a gran distancia, de la Comunidad Valenciana, Castilla León y Canarias. Datos que cifran en unos dos millones la inversión -sólo en lo referente a la Séneca- que perderá el próximo curso los estudiantes con destino o procendencia andaluza.
Los becados por la Séneca, no en vano, son estudiantes que no podrían participar de este programa de movilidad si no fuera por el apoyo económico. De ahí que ya haya rectorados que estén estudiando las posibilidades de compensar esta retirada económica del Ministerio de Educación prácticamente a contrarreloj, pues desde este lunes está abierto el plazo de solicitud de una plaza en el programa de intercambio. Es esta la intención que muestra, por ejemplo, la Universidad de Sevilla como confirma Julia de la Fuente, vicerrectora de Estudiantes. "Habrá que explorar esas nuevas vías de apoyo para los alumnos que lo necesiten de acuerdo a los requisitos aplicados en la última convocatoria de la Séneca, bien mediante una bolsa de estudios o una beca propia". Y todo ello -añade De la Fuente- "en un escenario bastante desfavorable, porque es una situación sobrevenida, que no teníamos contemplada en los presupuestos. Pero la voluntad es encontrar financiación para este fin sin descartar ninguna puerta", insiste. "La postura de la Universidad es la de favorecer siempre la igualdad de oportunidades entre sus estudiantes", apunta la responsable última del programa de movilidad de la Hispalense, que en términos absolutos (entre becados y no becados) disfrutan unos 500 alumnos.
Porque efectivamente el programa de intercambio de las universidades españolas sigue adelante y el plazo para la presentación de solicitudes para el curso 2013/14 . Eso sí, sin una beca propia por parte del Estado.
Como compensación, el gabinete del ministro Wert asegura que el dinero que se detrae de la Séneca irá a parar a las conocidas como becas de régimen general. Una reparación que no convence, por ejemplo, al vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Málaga, Juan Antonio Perles. "Si se atiende a la evolución de los recortes aplicados a las becas, no tiene ningún sentido la justificación dada por el Gobierno", apunta. Un dato lo ilustra: "Teniendo 19.500 estudiantes este curso, unos 1.500 más que el curso anterior, tenemos el mismo volumen de becas denegadas y concedidas que en 2011-12".
Perles es tajante: "Si el Gobierno elimina esta beca y las universidades no destinan fondos propios [la Universidad de Málaga ha destinado 47.000 euros en su sistema de ayudas propias], el programa de movilidad esta abocado a morir" cuando el contexto es de extrema dificultad para las familias a la hora de asumir el sustento económico de los estudiantes fuera de sus ciudades de residencia. Porque, insiste, "recortar no es eliminar, y lo que se ha hecho es eliminar el programa".
No es la primera vez que la tijera se cierne sobre este tipo de ayudas. En octubre, el Gobierno anunció que la partida de las becas Erasmus se reduciría un 60%, en tanto que ese ahorro se destinaría a las becas de régimen general. Con los números en la mano, el hachazo estatal se resentirá, mucho, en los menguados bolsillos de los estudiantes en Europa: el Ministerio aporta 100 euros para los no becarios y 185 para los becarios que se suman a los 110 que concede la UE para los participantes en este programa. La Junta viene aportando unos 272 euros al no becario y 152 al becado por el Ministerio, cifras que suman unos 16 millones de euros de inversión total.
Más allá de la consabida fama del ritmo callejero que adquieren los universitarios tan pronto llegan a un nueva ciudad, el provecho de esta movilidad es el crecimiento personal en el que también gana la sociedad. Desde que en 1987 se crearon las becas Erasmus, y al albur de ellas las Séneca 13 años después, "miles de estudiantes han tenido la experiencia personal de vivir fuera, aprender idiomas, conocer otras culturas y eso ha llegado a influir en las personas de su entorno. Esto ha dado lugar a una modificación social positiva. Cualquier programa de movilidad estudiantil se refleja en la sociedad y la hace avanzar". Trabas y piedras que encuentra en su camino el conocimiento.
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