La ley de concordia de Vox cae en el mismo Pleno que el Gobierno andaluz aprueba dos normas con la izquierda

"Se han quedado ustedes solos". La frase de la socialista María Márquez, dirigida a los diputados de Vox en el Parlamento de Andalucía, sirve para resumir las votaciones que se han llevado a cabo en la tarde de este miércoles en el Pleno. En el balance hay dos proyectos de ley del Gobierno aprobados con el aval de los diputados de la izquierda y la proposición de ley de concordia de Vox, rechazada por la negativa de PSOE, Unidas Podemos y los no adscritos de Teresa Rodríguez. Pero, sobre todo, gracias a la abstención de PP y Cs, que no han salvado el texto de su antiguo socio en la Cámara.

El diputado de Vox que ha defendido el texto de la ley de concordia, Benito Morillo, ha recordado que el acuerdo de investidura que firmaron con el PP incluía la derogación de la norma preexistente. Pero lo cierto es que los populares -y la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, de quien dependen las políticas de memoria- siempre han dicho que sólo tiene sentido cambiar el texto aprobado en 2017 por uno que genere mayor consenso. Esa ley se aprobó con los votos afirmativos de PSOE, Podemos e IU y la abstención de Ciudadanos y el PP, aunque populares y naranjas se han mostrado críticos con ciertas partes del texto.

"Vox pretende generar discordia en el Parlamento y en la política andaluza, que es precisamente lo que no se debe hacer bajo ningún concepto", ha dicho este mediodía José Antonio Nieto, portavoz del PP en la Cámara, adelantando la intención de su partido de abstenerse ante una ley que los populares consideran de parte. "Pretenden vaciar de contenido la palabra concordia", ha añadido después Adolfo Molina, diputado popular, durante el debate. Más duro se ha mostrado el portavoz de Ciudadanos, Enrique Moreno, que ha cargado contra el "populismo" de Vox y los ha acusado de "manosear" la palabra concordia con el impulso de esta ley. "Están usando los mismos dogmas y armas de la izquierda, ha abundado el político jiennense.

El debate -y la caída- de la ley de concordia de Vox habría provocado un problema mayúsculo para el Gobierno, pero la legislatura dio giro con el fracaso de los Presupuestos y constatación de que la cuenta atrás para las elecciones de 2022 ya ha empezado. Al Ejecutivo de Juanma Moreno no le molesta ya distanciarse de los que han sido sus socios en la mayor parte de la legislatura y, de hecho, le sirve para alejarse de un partido con el que competirán en las elecciones. Además, como ha quedado patente este miércoles en la Cámara, es capaz de sacar adelante sus proyectos legislativos con la izquierda.

El Parlamento ha dado luz verde, justo antes de tumbar la ley de concordia de vox, la ley de creación de la agencia Trade y la ley de apoyo a las Entidades Locales Autónomas (ELA). Los dos textos normativos eran, en su concepción, decretos que acabaron tramitándose como proyecto de ley tras solicitarlo la izquierda. Y los diputados de izquierda han acabado apoyando los dos proyectos de ley después de meses de negociación y dos debates de guante blanco. El diputado del PP responsable de la negociación de la ley sobre Trade, Ramón Herrera, ha admitido que el texto final no es el que su partido había aprobado con mayoría absoluta, pero ha dedicado buenas palabras al texto definitivo.

Entre los cambios que ha sufrido el proyecto destaca la garantía de mantenimiento del empleo de las cuatro entidades que se integran en Trade (Extenda, Andalucía Emprende, IDEA y la Agencia Andaluza del Conocimiento), pero con el compromiso de poner en marcha un plan de capacitación para el desarrollo de las funciones en el nuevo organismo. Este es uno de los motivos que ha llevado a Vox a rechazar el texto, ya que considera que Trade es un "macrochiringuito" que perpetua las políticas llevadas a cabo por el PSOE en la Junta hasta enero de 2019. Lo llamativo es que la creación de Trade es que está íntegramente relacionado con el proceso de reorganización del sector instrumental que el Gobierno andaluz ha puesto en marcha y que ha sido una exigencia recurrente de Vox.