Andalucía es una tierra que ha dado a grandes poetas, literatos, músicos y personas que han conseguido grandes hazañas a lo largo de la historia, no obstante, en muchos de estos casos se olvida hacer mención a la cantidad de mujeres que han sido estandarte de esta tierra al sur de la península ibérica y que han dejado una huella imborrable en el transcurso de los años. Reivindicar la influencia de estas mujeres en su papel dentro de la sociedad es parte del feminismo activo que hay que seguir reclamando. 

El tiempo ha hecho que la mujer se vaya empoderando y tenga más libertad para poder tener una voz propia, donde no hay que esconderse tras seudónimos para poder expresarse y reclamar por derecho lo que fue de cada una de las mujeres que a lo largo de la historia de Andalucía han dedicado su esfuerzo, tiempo e incluso la integridad física por defender sus ideales o hacer aquello que tan sólo era posible para los hombres. 

María Silva Cruz

Fue la mayor de ocho hermanos y nació en Casas Viejas, Cádiz en 1915. Es conocida por sus ideas libertarias y anarquistas, esto la llevó a convertirse en un símbolo de la lucha por la libertad. Pertenecía a un grupo juvenil “Amor y armonía” y solía llevar al cuello un pañuelo rojinegro, hechos que le habían ocasionado algunos problemas con la Guardia Civil del pueblo. En enero de 1933 recorrió las calles enarbolando una bandera cenetista. Tras escapar de la choza de su abuelo huyó al campo como la mayoría de los vecinos. A su regreso fue detenida, encarcelada en Medina y Cádiz.

Años más tarde, en 1936 fue detenida y encarcelada y finalmente asesinada a manos de los franquistas. Se desconoce dónde está el cuerpo de esta mujer que tanto lucho por la libertad de Andalucía. 

Carmen Maroto

Catedrática del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Universidad de Granada, María del Carmen Maroto Vela ha sido la primera mujer en formar parte de la Real Academia de Medicina y Cirugía desde su origen en 1732. Ha sido, igualmente, pionera en estar al frente de una de las academias de Medicina españolas, en concreto la de Andalucía Oriental (2004-2012).

Cuenta con más de 270 artículos en revistas, 400 aportaciones a congresos y una treintena de tesis doctorales dirigidas. Su principal línea de trabajo ha sido la respuesta inmunológica frente a diferentes virus, de forma preferente en los hepáticos y el SIDA. En este sentido, ha sido directora del centro de referencia de resistencias a antirretrovíricos de Andalucía Oriental, ubicado en el Hospital Clínico Universitario San Cecilio (Granada).

Durante su dilatada trayectoria, Maroto Vela ha recibido diez premios, así como numerosas distinciones en el ámbito científico y sanitario, entre ellos el Mujer Europa 2000 (Parlamento Europeo), Médico del Año (editorial EDIMSA), Premio a la Trayectoria Científica Sanitaria o el galardón Imagen de la Ciudad de Granada. Igualmente, ha sido jurado de varios reconocimientos, como el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica (1999-2009). 

Mariana Pineda

Esta joven granadina fue condenada a muerte con tan sólo 26 años de edad en 1831. Fue una mujer de firmes convicciones liberales y ayudaba a todos aquellos que no estaban de acuerdo con el régimen absolutista que impuso Fernando VII. Cuando la policía la detuvo por participar con los liberales, la interrogaron y como no desveló el paradero de los liberales con los que colaboraba cargó con toda la culpa y la muerte fue ejecutada por garrote vil. 

Este trágico suceso sirvió para que su figura se mitificara y fuese fuente de inspiración de poetas como Federico García Lorca. 

Victoria Kent

Una de las mujeres más importantes de la historia contemporánea de Andalucía, nacida en Málaga. En el seno de una familia humilde, fue su madre quien la enseñó a leer y escribir. Su padre, muy progresista para la época, decide mandarla a Madrid a estudiar bachillerato y, cuando ella vivía allí, le da permiso para estudiar derecho. Al terminar la carrera, solicita su ingreso en el Colegio de Abogados de Madrid (durante la dictadura de Primo de Rivera) y se convirtió en la primera mujer que ejercía la abogacía en España. 

Elvira Lindo

La famosísima creadora de Manolito Gafotas tiene en su extensa producción literaria todo tipo de géneros y también de galardones por su buen hacer. Y es que Elvira Lindo ha demostrado que su imaginación, talento y dedicación para la literatura es un auténtico don. Es una escritora hábil y talentosa y aquellos que la conocen destacan su cariño y carisma, así como su fuerte compromiso social. Otras de sus obras más conocidas son: A corazón abierto o El otro barrio.

Carmen de Burgos

Nacida en Almería en 1867 se la considera la primera mujer reconocida como periodista en España. Además, fue escritora, traductora y activista. En el año 1902 consigue contar con su propia sección: Notas femeninas. en la que analizaba temas muy polémicos para la época, como el sufragio para la mujer o la inspección de las fabricas obreras. Además, Carmen fue corresponsal de guerra en Melilla. Como militante del Partido Republicano vio la aprobación en la Constitución de la II República del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino.

María Zambrano

Nació en Vélez, Málaga en 1904. En este momento de la historia de España las mujeres comienzan a formar parte de la sociedad intelectual del país. Desde 1924 y hasta 1927 cursa estudios de Filosofía en Madrid asistiendo a las clases de José Ortega y Gasset, de Manuel García Morente, Julián Besteiro y de Xavier Zubiri. Durante este periodo participa en movimientos estudiantiles y colabora con diversos periódicos. Su primera obra, Nuevo del liberalismo (1930), es fruto de los acontecimientos políticos de aquellos años. Desde 1931 ejerce como profesora auxiliar de la Cátedra de Metafísica en la Universidad Central, y en 1932 colabora en publicaciones como la Revista de Occidente, Cruz y Raya y Hora de España. En estos años que preceden al exilio entabla amistad con los miembros de la Generación del 27: Luis Cernuda, Emilio Prados, Miguel Hernández y Jorge Guillén, entre otros. Viaja a La Habana y conoce allí a José Lezama Lima, además de pronunciar una conferencia sobre José Ortega y Gasset.

El reconocimento a su obra se ve culminado en 1988 al otorgarle el Ministerio de Cultura de España el Premio Miguel de Cervantes de Literatura.