Los narcos levantan un puente de arena para salvar la barrera del Guadarranque

La coordinadora Alternativas contra las Drogas ya dio la voz de alarma cuando el Gobierno instaló la barrera antinarcos en Guadarranque: las mafias no se iban a resignar y buscarían otras vías y salidas para llegar a las viviendas y los llamados narcoembarcaderos de la zona, en el corazón del Campo de Gibraltar.

Y así ha sido. A los sabotajes de la valla -el tercero el pasado martes-, se suma ahora la realización de un puente o pequeña playa de arena junto a uno de los márgenes del río, concretamente, en la zona de San Roque. Los vecinos han observado cómo en las últimas semanas el relleno de arena cada vez ocupa más espacio junto a los pilotes y las rocas que antes separaban la barrera de la orilla han desaparecido. Esto supone un paso fácil para los traficantes al poder transportar la droga hasta la orilla salvando la barrera y llegar así hasta los narcoembarcaderos.

El nuevo aspecto que ha cobrado ese punto pone de manifiesto la falta de vigilancia, puesto que el traslado de tanta cantidad de arena supone la utilización de maquinaria, como una excavadora en la zona, al menos, durante varios días. Esto, como insisten desde Alternativas muestra "la impunidad, alevosía y nocturnidad que tiene el narcotráfico en la comarca, donde actúa a su antojo".

Desde la Delegación del Gobierno se desconocía ayer esta nueva visión en el río, si bien se informó que el arreglo de la barrera va a ser inmediato. Para el Gobierno, la barrera se ha saboteado porque es eficaz "y les ha hecho mucho daño".

El delegado del Gobierno, Antonio Sanz, informó que se va a construir una segunda valla de pilotes intermedios entre los actuales para que no quepa ni una moto de agua y se instalarán cámaras con sensores para grabar posibles nuevos sabotajes.

Para la construcción de esta nueva línea de pilotes se tendrán en cuenta las mareas, como ya se hizo con la otra, para evitar que se tapone la desembocadura del río y se produzcan inundaciones.

La barrera, cuyas obras finalizaron el pasado mes de octubre, se construyó para evitar que las bandas introdujesen cargamentos de droga en lanchas rápidas en las viviendas utilizadas como guarderías o para dejar y reparar las embarcaciones. Además, afectaba a ambos lados del río, Guadarranque y Guadacorte, en Los Barrios.

El proyecto era una reivindicación de diferentes colectivos y entidades de la zona. El río ya contó con otra valla en los años 90, que tenía un mecanismo eléctrico que sufrió numerosos fallos y dejó de funcionar. Se retiraron los restos cuando comenzó a construirse la actual barrera.

El proyecto contó con un presupuesto de 231.394 euros y consta de 25 pilotes de acero de 80 centímetros de diámetro y 1,2 centímetros de espesor rellenos de hormigón y fijados sobre el lecho del río a una profundidad de hasta 15,10 metros para mantener su verticalidad y con una separación entre sí de unos 2,4 metros. Los pilotes están unidos por dos barras transversales que son las que se han roto en varias ocasiones con un corte limpio realizado con una radial.