El poder andaluz bascula hacia Málaga

Nunca tantos malagueños han acaparado a la vez puestos de responsabilidad. El nuevo reparto servirá de examen ante las tradicionales quejas por el centralismo.

El poder andaluz bascula hacia Málaga
Antonio Méndez

23 de febrero 2014 - 05:04

La CEA, la Consejería de Economía, el PP, la voz de IU en el Parlamento, el control de la única caja de la comunidad que ha sobrevivido al proceso de integración financiero... Javier González de Lara, José Sánchez Maldonado, Juan Manuel Moreno Bonilla, José Antonio Castro, Braulio Medel... El poder en Andalucía gira en los últimos tiempos hacia Málaga. Nunca tantos malagueños, sin acatar la literalidad de lo que dicen algunas de sus partidas de nacimiento, han acaparado a la vez puestos de responsabilidad en una convivencia territorial donde las tensiones con Sevilla son habituales desde el inicio de la autonomía. Y las acusaciones de centralismo desde la periferia rebasan el ámbito de la política.

En la capital andaluza, el próximo fin de semana, Moreno Bonilla, natural de Barcelona, se coronará al frente del PP andaluz. Es el último en sumarse a este núcleo duro malagueño. "Málaga es una provincia con protagonismo propio. La fortaleza, dinamismo y vigor de la sociedad malagueña va muy por delante de situaciones circunstanciales, lleva años jugando un papel decisivo y de vanguardia en la vertebración económica y social de Andalucía", asegura el futuro líder popular. "Lo más importante que ha sucedido es el nombramiento de Javier González de Lara al frente de los empresarios andaluces", resume Enrique Linde. Él fue el primer consejero malagueño del Gobierno andaluz. Asumió Gobernación en 1984, en el tercer Ejecutivo autonómico y el segundo de José Rodríguez de la Borbolla. La Junta comenzó a funcionar sin representación de Málaga al frente de sus consejerías. Aunque en la preautonomía Francisco de la Torre, actual alcalde de la capital de la Costa del Sol y entonces en UCD, ocupó la cartera de Economía. La cuota más alta en aquel reparto de responsabilidades en el arranque de la autonomía fue la de Álvaro Alcaide, vicepresidente del Parlamento. José Miguel Salinas, aunque nativo de la provincia, ejercía de cordobés. Varios de los consultados consideran que aquella marginación ayudó a inocular los recelos en la sociedad malagueña que no se han superado 35 años después.

Linde, veterano dirigente socialista, admite que posiblemente las pésimas relaciones de entonces entre las direcciones regional y malagueña en el PSOE influyeron sobremanera en lo que se interpretó como un castigo. Cuatro años después la pugna interna se decantó por el lado malagueño y Carlos Sanjuán tomó el poder del partido en 1988 y se llevó al propio Linde como número tres de la Ejecutiva regional. Así comenzó un periodo de hegemonía durante seis años del denominado "frente boquerón", como se acuñó entonces en los cenáculos políticos y periodísticos de la capital hispalense.

El frente se reeditó en una segunda versión tras la caída de Sanjuán. Con Manuel Chaves en la Presidencia de la Junta y en la secretaría general de los socialistas, el vicesecretario fue José Asenjo y el presidente el entonces alcalde de Málaga Pedro Aparicio. Corrían los años de 1994 a 2000 y Antonio Romero también alcanzó el cargo de coordinador regional de IU. Asenjo coincidió con un tercer malagueño, el portavoz del PP en la Cámara autonómica, Manuel Atencia. "Ayudó a que nuestra relación fuera fluida", rememora. En aquella época los dos políticos avanzaron en busca del consenso en una complicada ley, la de Cajas. Y el objetivo no era precisamente fortalecer en el cargo al malagueño más insigne.

Uno de los artículos más polémicos de la norma fijaba la limitación de los mandatos del presidente de la entidad. Sin ninguna duda perseguía también, entre otros, forzar la salida de Braulio Medel de Unicaja, que aunque nacido en la localidad sevillana de Marchena, siempre se le ha ligado a Málaga. La ley salió adelante finalmente sólo con los votos de los socialistas. El PP se apartó. Medel sigue al frente de Unicaja Banco. Es el único superviviente del original sistema de cajas andaluzas. Los personalismos y las rencillas entre provincias desactivaron su idea de una única caja en Andalucía. Ahora gobierna la única caja realmente andaluza y que mantendrá su sede central en Málaga. En octubre de 2012, un año antes de formalizar su dimisión, el ex presidente José Antonio Griñán tomó la decisión de paralizar el proceso de renovación de los cargos de la entidad financiera, que afectaba al propio Medel. El argumento era que tramitaba la fusión con Ceiss. Manuel Atencia es ahora uno de los vicepresidentes de Unicaja pero sus relaciones con el presidente no atraviesan precisamente por su mejor momento.

Asenjo también fue en su día un adelantado a su tiempo. Planteó con casi una década de anticipación la necesidad de reemplazar a Chaves al frente del Gobierno andaluz. Fracasó. La ex secretaria provincial del PSOE de Málaga, Marisa Bustinduy, lo descabalgó luego de la candidatura al Congreso de los Diputados en 2004, le ofreció el Senado y él rechazó la oferta "por dignidad". Griñán lo rescató para la actividad pública en 2009, como gerente del Plan Turístico de Málaga, y hace un año se jubiló.

"Cuando nombraron a González de Lara le dije que la CEA se creó en Málaga y vuelve a renacer en Málaga", confiesa el actual presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez Casero. La patronal la fundó en 1979 el malagueño Manuel Martín Almendro. Pero desde hace más de dos décadas todos sus presidentes han sido sevillanos: Manuel Otero, Rafael Álvarez Colunga y Santiago Herrero. Cuando este último entregó el testigo hace ahora un mes a González de Lara afirmó públicamente que mejor que su sucesor "sea de Málaga". Aunque la herencia a administrar es muy compleja. "Es un reconocimiento al empresariado malagueño, que durante años ha liderado la creación de empresas en Andalucía y también una muestra de la capacidad descentralizadora de la organización", apostilla Pérez Casero. El estigma de luchar contra el centralismo también lo tiene presente el protagonista del cambio. El martes, por ejemplo, eligió Almería para su primera visita institucional a una provincia andaluza. Asegura que su presencia fue "muy bien acogida por todos" y que muchos de los empresarios le aseguraron que hacía tiempo que no veían in situ a un presidente de la CEA.

González de Lara opina que se trata de "una feliz coincidencia que determinadas personas de la provincia de Málaga tengamos el reto de asumir nuevas y complejas responsabilidades institucionales. Sin duda Málaga ha aprendido de sí misma y ha experimentado una importante transformación económica y social, sin complejos y sin afán de competir con otros territorios y capitales", resume el líder de los empresarios andaluces. "Aparte de la casualidad temporal, puede ser que incida el hecho de la importante acumulación de capital humano económico y empresarial generado tanto por la Universidad de Málaga como por la importante actividad económica y financiera de nuestra provincia", completa la reflexión el consejero de Economía, Sánchez Maldonado.

Juan Manuel Moreno Bonilla no es licenciado por la UMA. Precisamente su escaso currículo formativo y profesional, más allá de la política, el maquillaje inicial de algunos de sus máster y el hecho de que su trayectoria se ha desarrollado casi íntegra en Madrid, han suministrado la munición a varios columnistas sevillanos y a los medios más derechistas de la ciudad. En la Costa del Sol, la reacción general por la designación digital de Rajoy ha sido moderadamente la inversa. Salvo alguna crítica por los parecidos vitales que comparte con Susana Díaz y algún perfil propio de una hagiografía. Quizá en este asunto se ha visualizado una pelea entre las dos provincias, saldada con vencedores y vencidos: el todavía presidente del PP andaluz y alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y el regidor de la localidad hispalense de Tomares, José Luis Sanz. Elías Bendodo, presidente del PP de Málaga, maniobró para boicotear la operación.

Moreno Bonilla será el primer malagueño con serias aspiraciones de presidir el Ejecutivo autónomo. Antes lo intentaron sin éxito Luis Merino Bayona, por UCD, en 1982; Luis Plaza en 1990 por el CDS y Antonio Romero, por IU en 1997. Entre los que procurarán frenar esa aspiración, el portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento andaluz y su paisano. Si consigue su objetivo, posiblemente facilitará indirectamemente la victoria de una sevillana, la socialista Susana Díaz. Claro que José Antonio Castro puede alegar que también nació en Sevilla.

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