Hasta el 22 de marzo

Reflejos de José Suárez

  • La Casa de la Provincia muestra una treintena de cuadros del pintor coriano de los últimos 25 años

José Suárez posa ante algunas de las obras que integran esta antológica.

José Suárez posa ante algunas de las obras que integran esta antológica. / Víctor Rodríguez

Sus Paletas de pintar, la "herramienta que forma parte de uno"; las canciones de sus admirados Beatles (The fool on the hill) o John Lennon (Imagine) convertidas en una colorida sopa de letras; la mitología griega en forma de laberinto del Minotauro en Teseo y Ariadna; la arqueología de una lápida tartésica descubierta en Portugal que aún no ha podido ser descifrada y de la inscripción en Hebreo "Jerusalén liberada" hoy desaparecida del Muro de las Lamentaciones o el influjo picassiano de Bodegón con balalaika...

A través de todos estos cuadros se puede reconstruir al pintor coriano José Suárez porque pinta sobre lo que le interesa y le gusta. Claro que como sus gustos e intereses evolucionan, también lo hace su pintura, desde su serie Interior de herrería, influida por el constructivismo ruso, hasta el cubismo de Picasso y Juan Gris que impregna Hurgando en ti y Tótem, o la geometría de su Laberinto atraído por Mondrian y Paul Klee.

Hasta el próximo 22 de marzo, la Casa de la Provincia de Sevilla acoge una muestra para la que el propio artista ha seleccionado una treintena de obras que recorren 25 años de trayectoria. Entre ellas, varias parejas de contrarios como Cóncavo y Convexo, símbolos de la unión entre hombre y mujer, y sobre todo series. Dice Suárez que nunca pinta un cuadro sólo de un tema ni un número impar de ellos: "Siempre hago series pares, de dos, cuatro o seis, porque uno nunca queda contento con una versión y ya quieres mejorar ante la duda, haces otra versión".

Igualmente afirma el pintor que "muchas veces no sé cómo voy a empezar y terminar un cuadro", y ese "laberinto que es la soledad del creador, ese no saber por dónde salir, es algo que a mí me define". Por ello rechaza la "pintura fotográfica", pues la pintura, dice, "tiene que ser creación y, desde que nace la fotografía, el lenguaje de la pintura tiene que ser distinto".

"La pintura tiene que ser creación, desde que nace la fotografía el lenguaje de la pintura tiene que ser distinto”

De sus 25 años de carrera, el cuadro más antiguo que se exhibe en esta exposición es Hurgando en ti (que en versión vertical dio lugar a Tótem), si bien reconoce que "el primero que a mí me dejó satisfecho fue Bodegón con balalaika". El más reciente, Imagine, que "no está acabado, aún se ve el trazo del lápiz" alrededor de algunas de las letras.

Y si espacialmente el recorrido comienza con sus paletas, termina con Las buenas letras de su propio nombre que protagonizan el lienzo, que cierra una sala dedicada a una serie de cuadros donde los protagonistas son letras de distintos alfabetos, como Hebreo, las series Caligrafía japonesa y Tartessos o uno de sus cuadros, Homenaje a los criadores de reses bravas, en el que las letras usadas son las de los hierros de las ganaderías taurinas. El alfabeto latino es retratado para componer canciones de los Beatles y una serie de poemas dedicados al cortejo y el amor, un tema recurrente en la obra de Suárez. Es, explica, su particular homenaje al relato bíblico de la Torre de Babel, que aunque en el Antiguo Testamento aparece descrito como una maldición, para el coriano "es la bendición del mestizaje cultural", del que se proclama defensor acérrimo. Por cierto, que la simbología cristiana también aparece frecuentemente en su obra, desde el Alfa y el Omega hasta el pez que forma la jota de su firma y que en los primeros años del cristianismo era el símbolo que éstos utilizaban para reconocerse.Tras esta exposición en Sevilla, José Suárez prepara otra antológica de su obra con "nuevas incorporaciones", entre ellas algunas de sus grandes obras realizadas con la técnica del dripping, en Huelva y posteriormente desearía llevarla a Málaga.

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