Cuatro días retirado del culto. El Gran Poder será sometido desde este lunes a una intervención técnica para cambiarle las articulaciones de los hombros y los brazos. El restaurador Pedro Manzano llevará a cabo estos trabajos en la sala del tesoro de la basílica de San Lorenzo, según lo acordado por el cabildo general de hermanos celebrado a finales del mes de junio. Aunque la idea de la hermandad era que la intervención se hubiera realizado durante el mes de julio, un retraso en la fabricación de las piezas motivó que la restauración tuviera que ser trasladada a estos primeros días de septiembre.

Si todo transcurre con normalidad, y según el cronograma que el restaurador ha presentado a la hermandad, el Señor será repuesto al culto el próximo viernes. "Es un trabajo que no requiere de importantes medios técnicos. Lo que planteamos desde el primer momento es que la intervención fuera de lunes a jueves, ambos días inclusive, para que el Señor presidiera la basílica durante el fin de semana, por las bodas; y el viernes, por ser el día de su devoción", explica el hermano mayor, Enrique Esquivias. Las nuevas articulaciones que Pedro Manzano colocará al Gran Poder serán de rótula o bola en los hombros y de galleta de acero inoxidable dental en los codos.

La idea de cambiar las articulaciones surgió en el seno de la junta de gobierno de la corporación tras el lamentable ataque que sufrió el Gran Poder en el año 2010, cuando un hombre arrancó un brazo a la talla. Entonces, Luis Álvarez Duarte, el imaginero que se encargó de restaurar de urgencia al Señor, expuso la necesidad de modernizar el mecanismo de los brazos y los hombros que, según explicó, podrían ser de la época en que Juan de Mesa talló la Nazareno. Este sistema, aunque se conservaba bien, limitaba mucho los movimientos y dificultaba la labor a la hora de vestir a la imagen. El mecanismo de rótula es mucho más flexible y funcional.