Cómic

¡Un mundo loco, loco, loco!

  • ¡Agarrad con fuerza el timón, ya que se inicia una movida travesía por los mares de la imaginación del Capitán Millionaire!

Ilustración de la nueva novela gráfica.

Ilustración de la nueva novela gráfica.

Si os dijera, así como quien no quiere la cosa, que el volumen recién editado por el sello Barrett tiene como principales protagonistas a un cuervo borrachuzo con tendencias suicidas y un mono al que también le gusta el bebercio, seguro que me miraríais con cara rara, pensando que estoy gagá…

Pero sí, es justamente con ese estado de locura que aporta cierta clarividencia con el que hay que enfrentarse a este volumen que recopila las tiras de Maakies creadas por un genio perturbado como es Tony Millionaire, al que muchos conoceréis por su obra más famosa, la increíblemente poética, y oscura por momentos, Sock Monkey (por cierto, os informo que la mejor edición jamás publicada en nuestro país también lleva el sello de los amigos de Barrett, que saben apreciar lo realmente bueno).

Cuervo Borracho y Tío Gabby, que son los nombres de los protagonistas de estas tiras, iniciaron su travesía en el ya lejano año 1994, y no creáis que fue un impulso artístico el que llevó a Millionarie a crearlos, sino más bien la falta de pasta, de dinero para seguir acercando a su hígado a una inevitable cirrosis, como él mismo confiesa en la esclarecedora entrevista que incluye el volumen, donde el dibujante se pone a la altura del mismísimo Bukowski en lo que asuntos etílicos se refiere.

Es por ello que cuando nos sumergimos en las peripecias de esta inusual pareja hay que tomarse las cosa con calma, ya que nos lanzamos de cabeza a un mundo con mil y una situaciones surrealistas, la mayoría nos muestran comportamientos del todo incomprensibles por parte de sus protagonistas y otro puñado de personajes, muchos de ellos cargados con un saco de ironía, escatología y nihilismo que son capaces de dejarte sin palabras, totalmente mudo ante lo que se despliega ante tus ojos.

Pero, ah, con qué belleza gráfica lo hace Millionarie. Los que ya tuvisteis la oportunidad de disfrutar de su Mono de trapo, sabéis de ese gusto por el detalle, con mil y una bellas líneas que componen el singular trazo de este artista que añora otros tiempos, ya pretéritos, lejanos, en los que tal vez él mismo habría sido venerado por la belleza de sus obras.

Increíbles veleros, elaborados batiscafos, paisajes de ensueño… Y botellas con el preciado alcohol, retazos autobiográficos aquí y allá, sólidas construcciones que desafían al tiempo, cruentas batallas con tropas francesas, vetustos automóviles, viajes a otros planetas…

Todo esto y mucho, mucho más encontrarás, lector, en este desquiciado y genial universo en el que, por si no fuera suficiente, Millionarie nos regala unas mini tiras que acompañan a la principal en la que tendrás que dejar atrás ese manto de corrección política con el que nos vemos obligados a vivir en últimos tiempos, ya que de lo contrario, palidecerás ante las brutalidades que ahí suceden.

En este periplo, el autor se hace acompañar de vez en cuando por otros nombres del cómic independiente, como Eric Reynolds, Johnny Ryan o Renee French.

Aunque, antes de concluir, me gustaría destacar el magnífico trabajo realizado por Ángela Reinón a la hora de traducir a nuestro idioma esta obra tan personal y la originalidad de la portada y guardas del volumen, que os depara una sorpresa.

Y dicho esto tan solo me queda una cuestión: ¿Qué, os sumáis a la tripulación de este bajel?

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